El crimen de Ayotzinapa revela la existencia
de una compleja red de complicidades entre el crimen organizado y los más
distintos niveles del Estado Mexicano. Ayotzinapa pasará a la historia de la
infamia oficial en el mismo nivel que la matanza del 2 de octubre de 1968 y la
del 10 de junio de 1971.
Comité Ejecutivo Nacional Morena
A lo largo del presente sexenio, el gobierno
de Peña Nieto ha cometido actos infames
que retratan plenamente la catadura del grupo gobernante. Además, el presidente
ha dañado su investidura con hechos que no solamente son deplorables sino
también vergonzosos. La matanza de Nochixtlán el 19 de junio de 2016, que dejó
un saldo de 10 muertos y más de 40 heridos, es un ejemplo de la infamia del
gobierno federal. El escándalo de la casa valuada en siete millones de dólares otorgada con las
mayores facilidades a la esposa del titular del ejecutivo y el hallazgo de que
éste último plagió aproximadamente el 30% de su tesis de licenciatura,
corresponden a los actos vergonzosos. Las deficiencias en la gestión
gubernamental que han conducido a un endeudamiento galopante, un estancamiento
económico y a una violencia rampante de todo tipo, han tenido como resultado el
que Enrique Peña Nieto haya bajado en
estos cuatro años su aceptación del 62 al 22%.
Pero la infamia más grande, el evento
histórico que marcará por siempre al gobierno de Peña Nieto, se llama
Ayotzinapa. Hoy conmemoramos con dolor e indignación el segundo aniversario de
la desaparición de los 43 normalistas de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos
ubicada en el poblado de Ayotzinapa, ocurrida el 26 de septiembre de 2014. El
artero ataque efectuado por policías de
distintos municipios, policías federales y con una alegada complicidad del
ejército, dejó además tres normalistas más asesinados. La violencia alcanzó
incluso a un autobús en el que viajaban los integrantes de un equipo local de
futbol y dejó un saldo adicional de otros tres muertos.
La infamia gubernamental siguió con la
manipulación de los escenarios del crimen, el alegado incendio del basurero de
Cocula en el cual habrían sido incineradas las víctimas y la pretensión de
imponer una “verdad histórica”. Expertos internacionales han declarado el
incendio de Cocula como inexistente y la llamada verdad histórica, así como la
manipulación de los escenarios, fue
desvirtuada por las investigaciones del Grupo Interdisciplinario de Expertos
Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
La pretensión gubernamental de reducir el ignominioso acontecimiento a un
contubernio de las autoridades municipales con un cartel del narcotráfico, resulta
increíble para la mayoría del pueblo mexicano. El crimen de Ayotzinapa revela
la existencia de una compleja red de complicidades entre el crimen organizado y
los más distintos niveles del Estado Mexicano. Ayotzinapa pasará a la historia
de la infamia oficial en el mismo nivel que la matanza del 2 de octubre de 1968
y la del 10 de junio de 1971.
¡Ayotzinapa
no se olvidará!
¡No a
la impunidad del terrorismo de estado!
No hay comentarios:
Publicar un comentario