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sábado, 17 de junio de 2017

La vuelta del 'Che' Guevara

La actualidad del ‘Che’ va mucho más allá, pues su mente abierta y su espíritu fraternal tienen valor permanente como fuente de enseñanza e inspiración para los revolucionarios de cualquier latitud, especialmente desde que colapsó en los años 90 el llamado ‘mundo socialista’, que encabezó la hoy inexistente Unión Soviética.

Jaime Galarza / El Telégrafo

El 14 de junio de 1928 nació en Rosario, Argentina, Ernesto Guevara de la Serna, conocido en la historia y la leyenda como el ‘Che’. Hoy cumpliría 89 años, pero su vida fue brutalmente cortada en Bolivia el 9 de octubre de 1967 por orden de la CIA. Y es que el imperialismo norteamericano le odiaba y temía como al más peligroso enemigo. Sabía que su voz y su ejemplo de rebelde tenaz y guerrillero indomable levantaban multitudes en los cinco continentes. Los pobres de la tierra, los humillados y ofendidos tenían en él su abanderado; para los jóvenes era la esperanza, el símbolo del Hombre del Siglo XXI. Como lo proclamaba: “No hay fronteras en esta lucha a muerte (contra el capitalismo salvaje y la guerra), no podemos permanecer indiferentes frente a lo que sucede en cualquier parte del mundo”.

Era un verdadero internacionalista, para  él no había fronteras, la humanidad era una sola, aunque amaba con mayor fuerza a nuestra América, por eso declaró: “Soy cubano, pero también soy argentino…Me siento tan patriota de Latinoamérica, de cualquier país de Latinoamérica, como el que más”. En correspondencia a ese amor continental, en todas partes surgían combatientes que seguían tras de sus huellas. En México, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Puerto Rico, Venezuela, Brasil, Argentina, Perú, dondequiera. En Colombia, en 1965 surgió bajo su inspiración el Ejército de Liberación Nacional (ELN), bajo cuyas banderas combatió y murió Camilo Torres, el cura hijo de ricos, pero defensor de los pobres. Este mismo ELN que hoy, 52 años después de iniciar sus acciones, vital y decidido, negocia la paz con el Gobierno colombiano en nuestro suelo ecuatoriano, con el auspicio de los gobiernos de la Revolución Ciudadana, el de Rafael Correa y el de Lenín Moreno.

Claro que vivimos otros tiempos. Las dictaduras militares y fascistas sembradas en América Latina en décadas pasadas, por obra del imperialismo yanqui y las oligarquías nativas, fueron retiradas por los pueblos que despertaron a la búsqueda de gobiernos progresistas y de un socialismo del siglo XXI que aún está por construirse, pero que se mantiene y alumbra en el horizonte. Allí fulgura la faz del ‘Guerrillero Heroico’. Es que por más que los opresores y guerreristas del mundo intenten borrar su nombre y sepultar su ejemplo, el ‘Che’ permanece y regresará siempre, pues los sueños de paz, libertad y justicia que él encarnó son inherentes al ser humano. Como diría José Martí, refiriéndose a Bolívar y a Nuestra América, el ‘Che’ tiene mucho que hacer todavía. 

La actualidad del ‘Che’ va mucho más allá, pues su mente abierta y su espíritu fraternal tienen valor permanente como fuente de enseñanza e inspiración para los revolucionarios de cualquier latitud, especialmente desde que colapsó en los años 90 el llamado ‘mundo socialista’, que encabezó la hoy inexistente Unión Soviética. Esas virtudes se refieren a su firme oposición a todo sectarismo político, dogmatismo ideológico, burocratismo estadista, corrupción administrativa y culto a la personalidad, males que afloran constantemente en el campo de la izquierda y de los gobiernos llamados progresistas o revolucionarios. Por eso, mucho más importante que cantar en coro “Hasta siempre, Comandante”,  es seguirlo modestamente como soldados de su causa.

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