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sábado, 3 de junio de 2017

México, el ensayo general antes de 2018

Los comicios electorales en el Estado de México se han convertido en una suerte de "ensayo general" de las elecciones presidenciales de 2018. Se dice que si el PRI pierde las elecciones el próximo domingo 4 de junio, verá seriamente comprometidas sus aspiraciones para el 2018.

Carlos Figueroa Ibarra / Especial para Con Nuestra América
Desde Puebla, México

El próximo domingo 4 de junio de 2017, se realizarán  elecciones en cuatro entidades de la república mexicana: el Estado de México, Veracruz, Nayarit y Coahuila. El Estado de México con más de 11 millones de posibles votantes (13% del total de electores) y Veracruz con 5.5 millones (6.6%), son lo suficientemente importantes en términos numéricos como para convertirse en lugares estratégicos de cara a las elecciones presidenciales de 2018. Estos dos estados, sumados a la Ciudad de México, Jalisco y Puebla contabilizan aproximadamente el 37% de los votas mexicanos, por lo que es en el centro del país en donde se decide en gran medida quienes serán los vencedores el año entrante.

Sin embargo, de todos estos estados, el de México es el crucial en este momento. Es por  ello que la campaña electoral por la gubernatura de dicho estado,  se ha vuelto un primordial interés mediático. En el Estado de México, el PRI nunca ha sido derrotado en sus casi 90 años de existencia. En dicho estado se encuentra uno de los grupos de poder más  importante en el país, el llamado "Grupo Atlacomulco", el clan que durante años enteros ha dominado la vida política del estado y el que en la actualidad tienen en el presidente Enrique Peña Nieto a uno de sus integrantes más conspicuos.

Por estos motivos, los comicios electorales en el Estado de México se han convertido en una suerte de "ensayo general" de las elecciones presidenciales de 2018. Se dice que si el PRI pierde las elecciones el próximo domingo 4 de junio, verá seriamente comprometidas sus aspiraciones para el 2018. El monstruo bicéfalo neoliberal (el llamado PRIAN) acentuará sus planes de cargar todo su apoyo al PAN a efecto de garantizar la continuidad neoliberal. El gobierno ha invertido millones de dólares en este proceso electoral, se está comprando el voto, ha desplegado como operadores electorales a todos los integrantes del gabinete presidencial y a los gobernadores de los estados aledaños, ha promovido una candidatura "independiente" y otra más de "izquierda" (la del PRD) para restarle votos a Morena y  ha ensayado las más diversas tácticas de guerra sucia y de violencia. Pero Alfredo del Mazo, miembro conspicuo del grupo Atlacomulco y candidato oficial, se encuentra en el mejor de los casos en empate técnico con la candidata de Morena, la maestra Delfina Gómez,  aún cuando otros sondeos colocan a esta última en primer lugar.

Para Morena estas elecciones son también un ensayo general: podrá verse si ya tiene afinado su trabajo territorial, su campaña de "casa por casa", sus comités seccionales para promover y movilizar el voto, su vigilancia electoral en cada una de las miles de urnas. En suma los factores decisivos en los cuales ha basado su estrategia  para ganar las elecciones presidenciales el año entrante. El lunes 5 de junio, empezará una semana con probable conflicto pos electoral y con Morena consolidando su paso firme como la nueva fuerza electoral.

Aquella que probablemente pueda cambiar a un país desgarrado.

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