En
México las mafias del crimen organizado proliferan de manera incontenible. Tras
más de diez años de guerra al narcotráfico, 207 mil muertos y 28 mil
desaparecidos (éstos en los últimos cuatro años), el narcotráfico goza de muy
buena salud.
Carlos Figueroa Ibarra / Especial para Con Nuestra América
Desde Puebla, México
La
madrugada del 3 de julio de 2017, en el
municipio de Huehuetlán el Grande
(estado de Puebla), un grupo de sicarios penetró a los hogares de dos
comerciantes y del jefe de policía municipal y los asesinó en sus lechos.
Además secuestró a otras cuatro personas
en un acto que avizora el más negro de los presagios. Los presuntos
autores intelectuales de estos inauditos crímenes son jefes de una banda local
de “huachicoleros”, como hoy se les llama coloquialmente a los ladrones del
combustible que corre a través del país por
los ductos de Pemex, la compañía petrolera estatal. En Puebla y en
México, los “huachicoleros” se han convertido en un nuevo azote mafioso. La
proliferación de las mafias en México cada vez más se asemeja a La Hidra, aquel
monstruo de la mitología griega que era una serpiente marina policéfala que era
invencible porque por cada cabeza que le
cortaban, le crecían dos más. El terror que sembró a lo largo de su existencia,
terminó cuando Heracles el semidiós de fortaleza increíble pudo matarla tras fiero combate.
En
México las mafias del crimen organizado proliferan de manera incontenible. Tras
más de diez años de guerra al narcotráfico, 207 mil muertos y 28 mil
desaparecidos (éstos en los últimos cuatro años), el narcotráfico goza de muy
buena salud. Al igual que las cabezas de la monstruosa Hidra, lo más que ha sucedido es que han
desaparecido o menguado algunos carteles de la droga y han surgido otros nuevos
como consecuencia del vacío dejado por los primeros. Hoy a las mafias del
narcotráfico se han agregado las de los ladrones de combustible. En Puebla
particularmente, se están convirtiendo en poderes locales tan eficientes que se
calcula que en dicho estado se roba el 25% del combustible del total robado en todo el país. Durante el
gobierno del hoy aspirante presidencial Rafael Moreno Valle (2011-2017), el
robo de combustible creció en un 3,000%. Como la hidra, la mafia “huachicolera”
tiene muchas cabezas: la mafia local que roba el combustible, la mafia que se
la compra para luego revenderla, la mafia al interior de Pemex que les avisa a
los ladrones los horarios del flujo de combustible, la mafia dentro de los
gobiernos estadual y federal que da protección a las mafias anteriormente
mencionadas. El crimen acontecido en Huehuetlán el Grande, se debió a la
resistencia de las víctimas a ser extorsionados por los mafiosos quienes buscan
expandir sus ganancias a través del llamado “cobro de piso”. Como ha sucedido
con los cárteles de la droga, el negocio mafioso se diversifica con la
extorsión y el secuestro.
El
Heracles que podría abatir a la Hidra mafiosa mexicana no es ningún hombre
fuerte que por la fuerza logre acabarla. A esta Hidra más que decapitarla una y
otra vez, fundamentalmente hay que
hacerla morir de inanición. Solamente una drástica política anticorrupción
y social que prevenga la delincuencia,
podrá acabarla algún día. He aquí uno de los grandes retos de este país que
camina hacia la ruina.
Claro una buena organización con, desde y para los de abajo es una forma de combatir y prevalecer los autogobiernos y darle al corazón. inmovilizar a la hidra por si sola será el reto de cada uno de nosotros. Saludos.
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