Vivimos hoy
una repetición de un fanatismo que nos
recordó las virulentas acciones de los golpeadores del Frente Universitario
Anticomunista (FUA) en los recintos universitarios en Puebla en las décadas de
los sesenta y los setenta del siglo pasado.
Carlos
Figueroa Ibarra / Especial para Con Nuestra América
Desde Puebla, México
El día
viernes 17 de noviembre de 2017 algunos
profesores y estudiantes del Posgrado de Sociología del Instituto de Ciencias
Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego”, asistimos a la presentación del
libro “El engaño populista” de la
ultraderechista guatemalteca Gloria
Álvarez. El evento había sido convocado por la Vicerrectoría de Extensión y
Difusión de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Después nos enteramos
que en realidad dicha Vicerrectoría había rentado el Salón Paraninfo de nuestra
casa de estudios a una empresa privada que fue la que organizó la visita de la
referida señora Álvarez. La presentación de la señora Álvarez no fue sino su
repetición usual de los lugares comunes neoliberales y anticomunistas ajenos a
cualquier rigor académico. A esto hay que agregar que terminó su disertación
con ataques a Andrés Manuel López Obrador y a Morena. Siguiendo los usos y
costumbres académicos, después de la conferencia el Dr. Giuseppe Lo Brutto y yo
hicimos uso de la palabra para rebatir las superficialidades de la expositora.
La mayor
parte del público eran estudiantes de la Universidad Popular Autónoma del
Estado de Puebla (UPAEP) que no pudieron escuchar a la señora Álvarez porque ésta no llegó a la conferencia que
tenía planeada en dicha universidad a las 13 horas. También pudimos identificar
personas vinculadas a grupos ultraderechistas y
ciudadanos venezolanos. En suma,
un grupo de personas fanatizadas a los cuales les resultó irritante el que
expusiéramos ideas distintas a las de la expositora. Fuimos vejados e
insultados a gritos por ese público que se transformó en una turba que nos
acusaba violentamente de chavistas, mientras hicimos uso de la palabra. Al
expresarles que respetaran el recinto y nuestra casa de estudios respondieron a
gritos que para ellos ese lugar no significaba nada y que era igual a un
bar. Al final tuvimos que retirarnos del
auditorio escoltados por personal de la Dirección de Apoyo y Seguridad
Universitaria (DASU) porque temimos por nuestra integridad física. En suma,
vivimos hoy una repetición de un
fanatismo que nos recordó las virulentas acciones de los golpeadores del
Frente Universitario Anticomunista (FUA) en los recintos universitarios en
Puebla en las décadas de los sesenta y los setenta del siglo pasado.
La BUAP hace
bien en ser un espacio que cobije a todas las ideologías. Pero resulta
sumamente discutible que rente sus espacios emblemáticos a disertantes de muy
bajo nivel académico y a grupos
intolerantes que además insultan a los universitarios poblanos en su propia
casa. Hay que agregar que la señora Álvarez ha hecho varias visitas en diversas
universidades de México. Sus intervenciones, además de las superficiales
aseveraciones neoliberales, ahora están aderezadas de ataques contra Andrés
Manuel López Obrador. Es obvio que su actuación está patrocinada por los grupos
reaccionarios que advierten con razón que Morena ganará las elecciones
presidenciales del año entrante si logra derrotar al fraude que ya se está
orquestando. Y si logra remontar la guerra sucia de la propaganda negra que hoy
tiene a la propagandista Gloria Álvarez como uno de sus instrumentos.
Da tristeza que eso pase en la BUAP, no lo merece ni lo merecemos quienes allí estuvimos como maestros a principios de los setentas
ResponderEliminarSergio Gómez Montero