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sábado, 18 de noviembre de 2017

La cultura de la violencia en EE.UU

Según una investigación del movimiento a favor del control de armas “Everytown for Gun Safety”, “la mayoría de las masacres con armas de fuego están relacionadas de alguna manera con la violencia doméstica o familiar”. Entre 2009 y 2016, en más de la mitad de las masacres con armas de fuego, los agresores mataron a sus parejas u otros miembros de sus familias.

Marco A. Gandásegui, h. / Para Con Nuestra América
Desde Ciudad Panamá

La opinión pública mundial asocia a EEUU con “el sueño americano” pero también con la “pesadilla” de su máquina de guerra. Panamá tiene una larga historia que supera siglo y medio de intervenciones armadas por parte de EEUU a un costo altísimo de vidas. En la incursión más reciente en Panamá, en 1989, las fuerzas armadas de EEUU dejaron un saldo de miles de muertes y un régimen neoliberal que ha hundido el país en un estado de corrupción endémico.

La situación parece ser global, con Washington tratando de crear Estados ‘fallidos’ en todos los continentes. Lo increíble de esta situación es que la política de desestabilización que emprende EEUU a escala global también la aplica en su propio país. Las organizaciones sociales norteamericanas han sonado la alarma para despertar a su pueblo que debe enfrentar la epidemia de violencia que azota a 350 millones de habitantes en EEUU.

En sólo un día de la semana pasada, se presentaron en los medios masivos de comunicación de EEUU una serie de denuncias contra el acoso sistemático contra las mujeres. En unas cuantas semanas se han producido masacres de civiles por personas que son calificadas como ‘enfermas mentales’ o ‘terroristas’ (tiene connotaciones políticas diferentes según la legislación norteamericana). Grupos sociales historicamente discriminados, a su vez, son objeto de asesinatos sistemáticos, incluso por agentes de la autoridad. En una semana salieron a la luz pública casos de acoso de “alto perfil”. El caso más reciente es la de una mujer que asegura que Roy Moore, un candidato del sur de EEUU a elección para senador, la maltrató sexualmente cuando tenía 14 años de edad. Otro caso es la acusación por acoso sexual de una mujer en el norte de EEUU, Minnesota, contra un senador estatal, Dan Schoen. En Kentucky, otro legislador, Jeff Hoover, es presionado para que renuncie después de llegar a un acuerdo con la mujer que lo acusa de acoso sexual.

El millonario productor de los medios y del cine, Weinstein, ya tiene en su contra más de 20 casos de acusaciones de acoso en su mayoría de mujeres de Nueva York. Otro millonario de la farándula, Louis C.K., es acusado por cinco mujeres de acoso y mala conducta sexual. La escritora Kater Gordon acusa de acoso sexual al creador de la serie de televisión ‘Mad Men’, Matthew Weiner. El actor Kevin Spacey fue removido de la película que estaba filmando por las acusaciones de agresión sexual de varias mujeres. Las denuncias no reflejan algo nuevo. Es parte de una cultura ‘machista’ generalizada en EEUU. Las denuncias son un reflejo de que las mujeres están reaccionando. Todo indica que la situación se hará más grave ya que las mujeres no tolerarán la conducta de ciertos hombres, Otra enfermedad que agobia a EEUU – igual o peor que el abuso sexual – es la cultura comercial del uso de las armas de fuego. Desde niños, el norteamericano es educado para matar, aunque sea en juegos que parecieran inocentes. Con sus pistolas al cinto persigue a ‘indios’ como sus héroes en la gran pantalla. Después con armas electrónicas persigue al ‘enemigo’ de turno que puede ser de una nacionalidad indeseable. Ahora es el ‘musulman’ radical o del Estado Islámico.

Según una investigación del movimiento a favor del control de armas “Everytown for Gun Safety”, “la mayoría de las masacres con armas de fuego están relacionadas de alguna manera con la violencia doméstica o familiar”. Entre 2009 y 2016, en más de la mitad de las masacres con armas de fuego, los agresores mataron a sus parejas u otros miembros de sus familias. La violencia doméstica es más que una señal de alarma; es un crimen en sí mismo. El informe descubrió que “la presencia de un arma de fuego en una situación de violencia doméstica hace que sea cinco veces más probable que una mujer resulte asesinada”.

“Las mujeres en EEUU tienen una probabilidad 16 veces mayor de ser asesinadas con un arma de fuego que las de otros países, lo que hace que este país sea el más peligroso en el mundo desarrollado en cuanto a violencia con armas de fuego hacia las mujeres. Todos los años, las mujeres estadounidenses sufren 5,3 millones de incidentes de violencia por parte de sus parejas”. El informe agrega que “cincuenta mujeres en EEUU son asesinadas cada mes por disparos efectuados por sus parejas”.

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