El
submarino argentino ARA San Juan sigue perdido en un mar de dudas e
interrogantes, información retaceada, ocultamientos, campañas de noticias
falsas y no solo por redes sociales, y muy pocas certezas, salvo una: todavía
no lo encuentran y se supone que los 44 tripulantes están muertos en las
profundidades del Atlántico Sur.
Rubén Armendáriz / CLAE
La búsqueda
y la tentativa de rescate se convirtieron en un gigantesco operativo militar
multilateral que congrega los más sofisticados recursos en prospección
subacuática de las grandes potencias –entre ellas EEUU y Rusia- y en el que el
gobierno argentino no parece tomar todas las decisiones.
El episodio
está sirviendo al gobierno de Mauricio Macri para instalar la necesidad de
contar con el control estadounidense en la región. El destino de las naves
argentinas, en la mente oficial, no será tan distinto del que se le otorgó al
ARSAT, la agencia satelital del gobierno argentino, señala el analista Gabriel
Fernández.
“Ahora sólo
resta que la demagogia liberal, difundida en altavoz por periodistas indignos,
termine expresando que si se anulan los “gastos” en tecnología destinada a la
Defensa, se podrán hacer más escuelas. Y que las grandes potencias del Norte
están en condiciones de “darnos una mano” para monitorear el Atlántico Sur”,
añade.
Se está
(re) construyendo forzadamente un pequeño país primarizado, lejos de la
tecnología e inerme para la defensa de su soberanía. Les cuesta, porque la
Argentina es una nación importante, que en la década reciente puso en marcha su
industria y relanzó las investigaciones destinadas a ponerse mano a mano con
los líderes en el orden planetario.
Marta
Yáñez, la jueza federal de la sureña ciudad de Caleta Olivia, que investiga en
la causa provisoriamente caratulada “averiguación de ilícito”, aseguró que la
misión que llevaba adelante la nave era “un secreto de Estado”, que podía tener
“carácter confidencial”, versión negada por el capitán de navío Enrique
Balbi, vocero de la Armada. El submarino zarpó de Ushuaia, Tierra del
Fuego, el lunes 13 rumbo a Mar del Plata.
El factor
más crítico parece ser el agotamiento del oxígeno dentro del submarino, porque
la falta de alimentos podría superarse de haber sobrevivido. Balbi sostuvo que
no existe ninguna información de un ataque externo, algo que circula por
las redes, y que en general apuntan a un supuesto torpedo de las fuerzas
armadas británicas desde la base militar instalada en las ocupadas Islas
Malvinas.
Bases
extranjeras, enemigo interno
Desde 2016
comenzó una militarización de la región cuando el gobierno de Macri negoció con
el Comando Sur estadounidense la instalación de bases militares en Tierra del
Fuego , tomando cuenta del interés especifico en la Antártida argentina, en un
plan geoestratégico de grandes alcances para Washington. La ministra de
Seguridad, Patricia Bullrich, suscribió el 31 de octubre de 2016 un convenio
con la gobernadora de Tierra del Fuego, Rosana Bertone, para la instauración
del Centro de Inteligencia Criminal Regional (CICRE) en la provincia, que sentó
las bases para las instalaciones militares que se negociaron con EEUU a
espaldas del Congreso.
Y ahora, la
desaparición del submarino permitió conocer la presencia de naves y aviones de
la Agencia Aeroespacial de Estados Unidos (NASA) en Usuahia, Tierra del Fuego
donde además en 1995 se formó un acuerdo para instalar en Tolhuin una base para
monitorear explosiones nucleares, que no se puso en práctica por la oposición
de diversos organismos en el país, pero ahora tiene vía libre.
Paralelamente,
el gobierno de Macri intenta crear un imaginario colectivo sobre un supuesto
enemigo interno: insiste que existe en las provincias patagónicas y eligió a
los sectores más débiles, las 12 comunidades mapuches , sobrevivientes de los
dueños de estas tierras, víctimas del genocidio de la llamada Conquista del
Desierto. El sábado último, Rafael Nahuel de 22 años, quien fue a ver a su tía
por el desalojo brutal de la comunidad, fue asesinado por miembros de
Prefectura Nacional, que le dispararon un balazo por la espalda.
La ministra
Bullrich, apoyó a la Prefectura en este crimen y en la brutal represión a la
comunidad mapuche y acusó a los jóvenes de pertenecer a la Resistencia
Ancestral Mapuche (RAM), de no respetar la leyes argentinas, y sostuvo que hubo
un enfrentamiento que nunca existió, como sucedía en los tiempos del terrorismo
de Estado, recuerda la periodista Stella Calloni.
“La
violación de la ley en Argentina tiene y va a tener consecuencias, los mapuches
han tomado la violencia como forma de acción política”, dijo Bullrich, lo que
es totalmente falso. Agregó que no va a haber diálogo con grupos violentos, en
referencia a la comunidad atacada. Y agregó: “nosotros no tenemos que probar
nada. A la versión que nos da la Prefectura le damos carácter de verdad. Las
fuerzas de seguridad fueron enfrentadas por un grupo violento... Esto es muy
importante: esta es una decisión de fondo que implica dónde está la ley y qué
tienen que hacer cada una de nuestras fuerzas de seguridad…La gente del sur
está protegida y se acabó el mundo del revés”.
Desinformación
A falta de
información oficial confiable, las versiones inundaron las redes sociales y
también algunos medios, asomando la posibilidad de que hubiera sido
“torpedeado” por un submarino inglés por entrar en la zona de inclusión
dispuesta por el Reino Unido en torno a las Malvinas, o que lo haya impactado
una mina de fondo instalada durante el conflicto bélico de 1982. La jueza Yáñez
tampoco descartó la tesis de un ataque extranjero, aun cuando la Armada se
apresuró a desechar tal posibilidad.
Ya son
catorce los navíos, entre propios y extranjeros, que navegan la zona. A la
búsqueda en la zona se le sumó el buque Sophie Siem, de Noruega, que transporta
un minisubmarino norteamericano con capacidad de rescate en profundidades de
más de 600 metros. Las malas condiciones del tiempo siguen complicando los
trabajo, lo que retrasó la llegada al puerto de Comodoro Rivadavia de la
corbeta Robinson de la Armada, encargado de acarrear un equipo de rescate
proveniente de Rusia.
Se aguarda
por más incorporaciones al operativo rescate. En particular, una que arribará
desde Tierra del Fuego, otro vehículo sumergible ruso, el Panther Plus, un
teledirigido que tiene una capacidad de inmersión de hasta 1000 metros de
profundidad. El aparato no tripulado cuenta con cámaras de video con alta
sensibilidad luminosa y un sonar de barrido que examina superficies a más de 1.300
metros bajo el agua.
Interrogantes
1.- El
submarino estaba “en perfectas condiciones para navegar”, dijo Mauricio Macri.
Su jefe de gabinete Marcos Peña en un informe de 2016 ante el Congreso señaló
que “el submarino se entrega con todo un procedimiento de mantenimiento que
tiene que hacer la Armada cada 15 meses”. Después de la entrega, se desconoce
si el gobierno actual invirtió para hacer el mantenimiento.
2.- El
“evento anómalo, singular, corto, violento y no nuclear consistente con una
explosión” informado por la Organización del Tratado de Prohibición Completa de
los Ensayos Nucleares (CTBTO) se registró a las 10:51. Si la avería inicial fue
la que divulgó la Armada –una entrada de agua por el snorkel hacia un pañol de
baterías–, es que un cortocircuito en las baterías haya producido una reacción
explosiva, generando un arco voltaico entre aquéllas y el casco del navío y una
onda expansiva letal. Otra posibilidad, es que el cortocircuito haya provocado
una reacción química entre el agua salada y el ácido de las baterías,
suscitando una violenta nube tóxica dentro del submarino.
3.- El
sonar que detectó la explosión es parte de la red –creada en 1996 cuando se
firmó el CTBTO - que supervisa las pruebas nucleares ilegales, y de la cual
Argentina es parte al igual que otros 88 países. La red abarca 391 bases
científicas y 18 laboratorios, dos de ellos en la Comisión de Energía Atómica
argentina.
4- Por
ende, Argentina –y todos los países integrantes de la red- recibió a las 10:51
del miércoles 15 de noviembre información de la explosión en el mar. Desde
Viena, sede del organismo internacional, llamaron por teléfono al gobierno
nacional para avisar que algo pasó. La pregunta es por qué el gobierno silenció
el hecho durante una semana.
5.- Quedan más
preguntas sin respuestas. En las misiones de reconocimiento los submarinos
viajan acompañados por una unidad de superficie. La versión oficial es que
participaba de un operativo de detección de maniobras de pesca ilegal en los
límites de la Zona Económica Exclusiva. En el trayecto previo Mar del
Plata-Ushuaia, lo acompañaron las corbetas Guerrico y Granville, pero no
estaban cuando se interrumpió la comunicación con el submarino, el miércoles
15, ni se les ordenó retomar la escolta luego. El vocero naval dijo que la
presencia de una corbeta “no hubiese impedido el siniestro”, pero hubiera
permitido identificar rápidamente las coordenadas del incidente y resuelto la
búsqueda.
Cuando
llegó la alerta no se actuó, lo que hace pensar que no había unidad de superficie
que pudiera actuar de inmediato en las tareas de búsqueda y salvataje.
6.- Sobre
las responsabilidades deberá responder la justicia, pero las responsabilidades
llegan al jefe máximo de las Fuerzas Armadas -el presidente Mauricio Macri-, el
ministro de Defensa, el jefe de la Armada.
7.- La
tragedia dejó en evidencia el enorme despliegue militar y geoestratégico que
distintas potencias tienen en el Atlántico Sur y la importancia que le asignan.
Desde el retorno a la democracia, en diciembre de 1983, se produce un desguace
en las Fuerzas Armadas argentinas (por el genocidio y violaciones de la
dictadura cívico-militar), que desembocó en que la política de defensa se
delegó en el Comando Sur estadounidense. La falta de información oficial
posible se deba a que el Comando Sur no estuviera informado (EEUU no forma
parte del Tratado), y aún titubea con las órdenes a los mandos argentinos.
“Se
estableció de modo muy taxativo que el país no tiene hipótesis de conflicto. A
mí me parece raro esto para un país que tiene enormes reservas de agua, de
petróleo, de biodiversidad, y que además tiene una parte de su territorio
ocupado por una potencia extranjera, que es lo que pasa en Malvinas”,
señaló Elsa Bruzzone, secretaria del Centro de Militares para la Democracia
Argentina (Cemida).
Lo cierto,
agrega la experta, es que los documentos de los países centrales hablan de un
siglo de conflictos por las posesiones de agua dulce, de biodiversidad. Hay
guerras hoy mismo por recursos naturales estratégicos; ofensivas
coloniales contra los países africanos y latinoamericanos. En el Atlántico Sur
se controla el canal de Beagle y el estrecho de Magallanes. En las Islas
Malvinas (en poder de Gran Bretaña y cuya soberanía es reclamada por Argentina)
hay petróleo y en el océano hay nódulos polimetálicos, que sirven para la
industria militar, la espacial y varias más.
8.- El
Atlántico Sur es la puerta de entrada al continente antártico, -en especial
Tierra del Fuego, Georgias del Sur y Malvinas–que es la mayor reserva de agua
dulce del mundo y que tiene también reservas de hidrocarburos. Hay que
tener en cuenta que en 2041 termina la prohibición para la explotación de
recursos naturales de la Antártida, y si bien se espera que se renueve por 50
años, hay presiones de grandes corporaciones para que no sea renovado.
9.- La
actual flexibilización de las relaciones entre el gobierno de Macri y Gran
Bretaña, permiten que los ocupantes coloniales del archipiélago de las
Malvinas, hayan marcado una zona de exclusión en plataforma marítima que
corresponde a Argentina. Esto crea contradicciones en las propias fuerzas
armadas, que en 1982, durante la dictadura militar, intentaron recuperar las
islas, lo que provocó la llamada Guerra del Atlántico Sur, que culminó con la
derrota argentina a manos de la poderosa flota británica, apoyada por Estados
Unidos.
10.- Muchas
preguntas giran alrededor de qué clase de misión cumplía el ARA San Juan. Su
presencia en la zona se produce (o detecta) a continuación de las maniobras
militares de Estados Unidos y Chile en el Pacífico sur, y de tropas brasileñas,
estadounidenses, colombianas y peruanas en la Amazonia brasileña, para lo cual
se sabe que se desplazó la IV Flota estadounidense, que en este caso terminada
su misión, se habría dirigido al extremo sur.
11.-Los
analistas apuntan también a los cambios y virajes producidos en Brasil y
Argentina con sus nuevos gobiernos neoliberales. Ambos países eran claves en el
desarrollo de un nuevo proceso cuando se trabajaba en la conformación de un
Consejo de Defensa Latinoamericano planteado en el marco de la integración
regional independiente del mandato de Estados Unidos, que ahora en menos de dos
años ha regresado con mayor poder a esta región.
Asimismo,
organismos de Lucha por la Soberanía denuncian un largo trabajo de
ocupación de la Patagonia por potencias como Estados Unidos, Gran Bretaña e
Israel. La región tiene una superficie de casi 800 mil kilómetros cuadrados (un
tercio del territorio del país), y la habitan sólo 4.5 por ciento de la población.
La Antártida argentina forma parte de la provincia de Tierra del Fuego y las
Islas del Atlántico sur, y su área emergida tiene más de un millón 700 mil
kilómetros cuadrados, y enormes recursos naturales.
12. Se ha
notado demasiado la sobreactuación de Estados Unidos y Gran Bretaña en la
cooperación ante la tragedia, ya que resulta evidente que embarcaciones de
ambos países operaban en el área. El embajador británico publicó tuits como si
fuera un rock star respondiendo a sus fans. La Embajada de Estados Unidos, por
su parte, publicó tuits mostrando la parafernalia militar desplegada en
Comodoro Rivadavia. Grandes medios festejaban la inserción argentina en el
mundo.
El diputado
Guillermo Carmona mostró su preocupación con los modos y consecuencias del despliegue
militar extranjero, ya que no está claro que las fuerzas extranjeras que
participan en la búsqueda estén respondiendo al comando de la Argentina. No se
lo ve al ministro de Defensa al frente de un comando de emergencia ni al
Presidente tomando recaudos para que la cooperación se ajuste estrictamente en
el derecho internacional.
13. El
llamado del presidente de Rusia a Macri y la aceptación del ofrecimiento de
colaboración rusa por el gobierno argentino dan cuenta del interés
internacional en las tareas de búsqueda, y la llegada de efectivos,
embarcaciones y aeronaves rusas suma al complejo panorama el desafío de la
convivencia y coordinación de fuerzas armadas de distintos países. Hoy el mar
argentino en un lugar central en el tablero geopolítico mundial y que esta
situación no entrañe un peligro para la seguridad argentina es exclusiva
responsabilidad del gobierno de Macri.
"Cuando
las fuerzas armadas extranjeras finalicen su misión no solo se irán con el
agradecimiento argentino. También se llevarán la estratégica información
colectada de nuestro mar, nuestras costas y nuestras instalaciones militares.
Habrá que tener en cuenta esas circunstancias y tomar recaudos si es que
importa garantizar la defensa de nuestro territorio en un contexto de crecientes
tensiones mundiales y de un inusitado interés internacional por lo que ocurre
en el Atlántico Sur", indicó Carmona.
14. En
junio de 2016, el presidente Macri derogó un decreto de Raúl Alfonsín que
acotaba la autonomía de las fuerzas armadas, poniéndolas bajo el mando civil.
Macri restableció de esa manera el amplio margen de autonomía para los jefes
militares que existía durante la dictadura, mientras concretaba recortes
presupuestarios en el área de Defensa, el último de 2556 millones de dólares,
que afectó en especial a las áreas de producción y mantenimiento de
equipamiento militar.
La
desatención de estas delicadas cuestiones por parte del ministerio de Defensa
no es solo fruto de la negligencia sino la consagración de una política de
autonomización de la conducción de las fuerzas armadas, impropia en tiempos de
democracia. Y ahí están las naves extranjeras. Y ahí está “perdido el ARA San
Juan y sus 44 tripulantes.
*Periodista
y politólogo uruguayo, analista del Centro Latinoamericano de Análisis
Estratégico (CLAE, estrategia.la)
Deseo que nuestra Fuerzas Armada, no sean usadas, nuevamente, para enfrentar a los argentinos. Nuestras fuerzas Armadas, deberian defender nuestro Estado de Derecho, especialmente, para lograr, que parte de nuestro Poder Judicial, recupere su dignidad, y no se arrodille, frente a intereses corporativos, y para la defensa de nuestra soberania de recursos, en un mundo, donde continua creciendo la poblacion mundial,los "recursos "no renovables", se estan extinguiendo, y la riqueza, se concentra absurdamente, frenando el crecimiento del Producto Mundial.Esto es dificil, pero no Imposible.Que Dios nos proteja.
ResponderEliminar