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sábado, 6 de abril de 2019

Injerencia versus colaboración

¿Con qué derecho Washington declara ahora ilegal, ilegítimo o usurpador al Gobierno Bolivariano de Nicolás Maduro? ¿Hasta cuándo las burguesías nacionales y los blandengues gobiernos de la región van a seguir permitiendo la injerencia norteamericana?

José A. Amesty R. / Especial para Con Nuestra América
Desde Caracas, Venezuela

La injerencia es la intervención en un Estado Soberano, por uno o varios Estados u organizaciones internacionales, mediante la fuerza armada u otras medidas, y sin su consentimiento. Algunos sinónimos son introducir, entrometerse o inmiscuirse, violación,  intervención, invasión, derrocamiento, otros. 

El sentido de esta definición, siempre tiene una carga violenta, de destrucción, nunca de ayuda. Y esta ha sido la historia de los Estados Unidos de Norteamérica en America Latina y el mundo. Veamos.

Guatemala en 1954

La capital guatemalteca fue bombardeada por aviones estadounidenses. Cientos de líderes campesinos fueron ejecutados por los títeres militares de Washington. Y entonces se vino la Guerra Civil Guatemalteca y muchas comunidades campesinas e indígenas mayas fueron masacradas. Al final de la intervención dirigida por la CIA habían muerto 200 mil personas.  

Haití en 1959              

El Presidente Jean Claude Duvalier creó un ejército con apoyo de Washington para actuar con violenta represión en contra de comunidades provincianas. Duvalier y su hijo, Jean Claude Duvalier, quien heredó la dictadura, ordenaron masacres difíciles de describir por su profunda y sangrienta crueldad. Más de 100 mil personas fueron asesinadas. Cuando en 1986 se vino una rebelión incontrolable ahora sí, un avión de la Fuerza Aérea de Estados Unidos rescató a Jean Claude Duvalier y se lo llevó a vivir tranquilamente a Francia.

Brasil en 1964  

La CIA entró en acción y derrocó al gobierno de Joao Goulart en 1964 e instaló una dictadura brutal más que duró 19 años. Durante el régimen, miles fueron torturados y cientos ejecutados. También se encargaron de eliminar a todos aquellos que tuvieran pensamientos izquierdistas, y en especial, marxistas.   

Mencionando además, Uruguay en 1969, Bolivia en 1971, Chile en 1973, Argentina en 1976, El Salvador en 1980, Panamá en 1989, Perú en 1990, y por supuesto Venezuela en la actualidad, como ya es conocido por todo la intromisión en sus asuntos internos.

Este accionar de USA contrasta enormemente con el de la hermana República de Cuba en Venezuela, y deseo resaltar dos de ellas, una personal y la “injerencia” de Cuba para este año 2019.

Cuando trabajaba para un Ministerio en Venezuela, nos acompañaban algunos hermanos cubanos, a los cuales se les llamaba profesores, ellos en ningún momento imponían condiciones ni aspectos que tenían que ver con el programa del Ministerio, se cuidaban más bien de inmiscuirse en los planes ya definidos o tratar de imponer otros. Su asesoría no era obligatoria, la manifestaban si nosotros la deseábamos.   

En lo que sí, eran estrictos, era ya definida la estrategia en alguna actividad, era en la disciplina, el orden y la organización. Siempre buscaban la eficiencia y la eficacia para lograr el fin. Nunca se sospechaba ningún tipo de injerencia, sino más bien, era colaboración, apoyo, solidaridad, trabajo en colectivo y respeto.  

Durante este año 2019, los gobiernos de Cuba  Venezuela acordaron desarrollar 22 proyectos, y esto se hace en el marco de reuniones de una Comisión Intergubernamental del Convenio Integral de Cooperación entre ambos países. Estos proyectos son el área de agricultura urbana, educación, cultura, deporte, servicios eléctricos, la formación de recursos humanos, así como servicios de salud y producción de medicamentos, sectores estos dos últimos que contarán con el 90 por ciento de los recursos acordados. Así como, un  convenio dirigido a la formación de técnicos, prestación y asesoramiento para los servicios de electro medicina en la red sanitaria del país, y otro suscrito se relaciona con la Misión Barrio Adentro Deportivo.

Asimismo, la vice presidenta Delcy Rodríguez, informó “que para este plan se da mayor importancia a objetivos altamente prioritarios y con capacidad real de las partes para ejecutarlos con eficiencia y racionalidad”. Reiterando la "plena e incondicional" solidaridad de la isla con la Revolución Bolivariana, rechazando a su vez, las medidas coercitivas unilaterales que entorpecen la gestión de gobierno del presidente Nicolás Maduro y el desenvolvimiento económico de Venezuela.

Informó finalmente, que "Estamos firmando, no para una base militar; lo hacemos para que los colaboradores cubanos lleven salud, educación, cultura, soporte en electricidad y en deporte al pueblo venezolano".

Se da entonces, una carga de trabajo mutuo de dos pueblos, que se unen en el legado de Bolívar y Martí, para ser libres y defender su independencia.   

Reiteramos finalmente que, la injerencia norteamericana en nuestros países es singular, es abierta y grosera en nuestros asuntos, y es “aceptada” hasta como normal.  

¿Con qué derecho Washington declara ahora ilegal, ilegítimo o usurpador al Gobierno Bolivariano de Nicolás Maduro? ¿Hasta cuándo las burguesías nacionales y los blandengues gobiernos de la región van a seguir permitiendo la injerencia norteamericana? Es un poco vergonzoso, ¿no?

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