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sábado, 19 de octubre de 2019

Relación entre Richard Nixon y Lenín Moreno

Nixon y Lenín (Macri, Bolsonaro, Vizcarra, Duque y aliados) son actores del mismo programa de control global. La supremacía del control financiero por medio de la guerra y la pobreza tiembla, se resquebraja, con resistencias como de los pueblos indígenas del Ecuador, quienes tienen muy en claro el maquillaje que Lenín quiere hacer a la derogación del decreto 883, que trae bajo mangas un decreto en donde el FMI no piensa perder. 

José Toledo Alcalde / Para Con Nuestra América

Lenín Moreno, presidente de Ecuador
Richard Nixon y Lenín Moreno, felones. Ambas personalidades, bajo criterios ajenos al sentir de sus pueblos marginalizados, tomaron decisiones de las cuales la censura ciudadana les pasó factura. Traemos a estas dos personalidades a razón de la histórica necesidad de releer nefastos y crueles acontecimientos sucedidos como resultado de fatídicas decisiones de grupo de poder las cuales, a manera de monstruosa maldición, suelen repetirse una y otra vez.

No debe seguirse considerando parte del anecdotario de la historia estadísticas de bajas humanas como resultado de conflictos irresueltos. 1.1 millón de vietnamitas muertos, 4.000 soldados coreanos del sur y 58.000 estadounidenses muertos en Vietnam no es sólo un holocausto más en la historia y borrón y cuenta nueva. 8 muertos, 1.192 personas detenidas, 1.340 personas heridas, 650 detenidas, 13 periodistas encarcelados y 9 medios de comunicación intervenidos en los últimos conflictos en el Ecuador no son solamente números perfectamente informados, son vidas sacrificadas en el altar de dioses insaciables. La relación entre Nixon y Lenín es la suprema valoración de los números sobre la vida; la teología de la deidificación de la razón. 

El Capitalismo “salvaje”, como lo llamó Juan Pablo II, ó “monstruosa fabrica de muerte” en palabras de Franz Hinkelammert , nació para no morir sino ser transformado en algo peor y todo base a proyecciones de su propia monstruosidad. El Capitalismo está condenado a devorarse a sí mismo como resultado de su inagotable necesidad de autodestrucción, y en aquel proceso lo único que busca es repetir su programa de iniquidades perfeccionando su lógica de aniquilamiento y control.

Es así como el monstruo tiene vida, como por ejemplo: “Los momentos de caída de la bolsa de valores de Nueva York, son momentos predilectos para el funcionamiento de esta fábrica de muerte móvil. Cuando empieza a producir muertos, la bolsa empieza a revivir. La bolsa, por ende, resulta ser un Moloc que vive de la muerte de seres humanos […] Es evidente que se necesita de monstruos para legitimar el funcionamiento de esta fábrica de muerte. Estos monstruos tienen que ser tan malos, que la fábrica de muerte se torne inevitable y la única respuesta posible […]Actualmente es evidente que se está construyendo un supermonstruo, una Hydra cuyas cabezas son estos monstruos del momento. Se le cortan cabezas, y a la Hydra le nacen nuevas. La fábrica de matar, entonces, tiene que perseguirlas para cortarlas también. La forma de hablar acerca de estas masacres, revela lo que ellas son […] `liquidar`, eliminar`, `extirpar` y `exterminar`. Este es el lenguaje de todas las fábricas de muerte del siglo XX [, XXI y esperemos que no sea así en el XXII]”.[1] 

Nixon mintió a su pueblo al decir que ganarían una guerra perdida de antemano, Lenín Moreno hace lo mismo. Ambos hicieron de la guerra y pobreza medios de lucro de una de las cabezas del monstruo, el FMI. Los únicos que ganan son la industria de las armas y el sistema financiero internacional. 

Lenín en diálogo con los pueblos indígenas del Ecuador (13/10/19) juró que el decreto 883 defendía al pueblo; el pueblo se encargó de desmentirlo. No se puede decir que el extinto decreto 883 beneficiaría al pueblo, como no se pudo decir , bajo ningún criterio moral, que la guerra de Vietnam (y todas las demás) beneficiaría al pueblo norteameriano y la seguridad del planeta. 

¿Cómo puede beneficiar a los pueblos ajustes estructurales consecuencia de préstamos como en el Ecuador de 4.209 mil millones de dólares al FMI y 6.000 mil millones a organismos internacionales? Pareciera ser la consigna, “prestar y exterminar primero, dialogar después”.

Mientras exista injusticia los préstamos nunca cesarán. Los inhumanos intereses del monstruo hacen de las migas financieras eternos programas de esclavitud como eternas se hacen las guerras con la injerencia e invasiones de bases militares. Los préstamos así como las guerras se hacen para nunca terminar como para nunca terminar se hacen las malvadas manipulaciones semánticas donde a la “opresión” se le llama “liberación” y a la “dictadura del mercado” se la bautiza como “democracia representiva”.  

¿Cómo se puede beneficiar al pueblo suprimiendo subsidios a los combustibles subiendo en el Ecuador la gasolina extra de US$1,85 el galón (casi cuatro litros) a US$2,30 y el diésel de US$1,08 $ a US$2,27? Si se quiere beneficiar al pueblo que se elimine los subsidios a los que más tienen, eleven impuestos a las corporaciones y redistribuya de forma equitativa las ganancias del petroleo, mineria y demás recursos energéticos.

La relación de Nixon y Lenín es el elemento fetichista de su razón ideológica de ser. Estados de servidumbre incondicional al monstruo. Una suerte de relaciones de lealtad al Capital donde única y exclusivamente son las corporaciones privadas las beneficidas. Viven de la muerte de los demás como la Bolsa de “valores” y el FMI.

En palabras de Hinkelammert: “La estrategia de la globalización – realizada por medio de los ajustes estructurales – ha borrado los derechos humanos de la vida humana. Los ajustes estructurales dejan sin efecto los logros anteriores en materia de derechos – derechos de la vida, salud, educación, alimentación, vivienda – y hacen imposible volver a recuperarlos. Los han sustituido por la absolutización de los derechos de las empresas – derechos de propiedad privada – como únicos derechos reconocidos”. [2]

Nixon y Lenín (Macri, Bolsonaro, Vizcarra, Duque y aliados) son actores del mismo programa de control global. La supremacía del control financiero por medio de la guerra y la pobreza tiembla, se resquebraja, con resistencias como de los pueblos indígenas del Ecuador, quienes tienen muy en claro el maquillaje que Lenín quiere hacer a la derogación del decreto 883, que trae bajo mangas un decreto en donde el FMI no piensa perder. 

Así como Nixon debió entender que no existe guerra santa, sino inicuo monstruo; ni hermano mayor, ni policía del planeta. Lenín debe entender que la anacrónica deuda es inhumana: “Su condonación no es un acto de solidaridad como pretende la izquierda del capital, sino un acto de justicia, de restitución histórica por el saqueo que durante más de cinco siglos han perpetuado el capital y los estados, primero de Europa y luego de USA y Japón de las riquezas, los recursos naturales y el trabajo de los pueblos de América, Asia y África”.[3]




[1] Franz Hinkelammert. El asalto al poder mundial y la violencia sagrada del imperio. San José, Costa Rica: DEI, pp.67-68, 2003.
[2] Hinkelammert, p.23, 2003.
[3] Casapueblos.Un repaso a la historia del FMI. En: Rebelión: https://www.rebelion.org/hemeroteca/economia/040615cp.htm (15/07/04)

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