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sábado, 18 de abril de 2020

El voto de castidad

Es extraño que la Iglesia Católica acumule tantos problemas y conflictos derivados de los abusos a menores y que no considere una solución de fondo que está probada con éxito en varias otras confesiones, cristianas y no cristianas: eliminar el "Votum catistatis", el celibato.

Manuel Barrera Romero / Especial para Con Nuestra América
Desde Santiago de Chile

Detalle de "El jardín de las delicias", de El Bosco.
El celibato es una prescripción "Contra Naturam" por lo cual siempre los abusos estarán potencialmente presentes, como la muestra la historia secular de la Iglesia Católica. Es sabido que en una época hubo Papas que tuvieron hijos. Más aún, ello acontece en nuestros días frecuentemente con curas de sectores rurales. Otras confesiones religiosas no contemplan el voto de castidad. Así sucede por ejemplo con la Iglesia Ortodoxa rusa tan cercana en materias de fe a la católica. También judaísmo e islam consideran que los instintos sexuales deben educarse y no reprimirse al interior de sus comunidades. Además, acontece que Iglesias católicas orientales permiten a hombres casados que oficien misa como es el caso de los curas coptos y curas católicos griegos. En tanto, los sacerdotes anglicanos y protestantes pueden opcionalmente casarse o permanecer célibes.

Delitos tan graves como violaciones de menores no se presentan en la Iglesia Ortodoxa rusa porque los sacerdotes que están en contacto con los fieles tienen la obligación de casarse. Si a los treinta años no lo han hecho deben adoptar la calidad de monjes célibes en comunidad monástica o ser destinados a tareas educativas y a cargos administrativos de la Iglesia.

El hecho de que los curas deban casarse les da una mayor sapiencia para entender los problemas, sentimientos, sufrimientos, dudas que les tramitan los creyentes que los consultan en el sacramento de la confesión.

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