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sábado, 19 de septiembre de 2020

Venezuela: De la Casa Blanca al Vaticano

 El eje de tensión de la situación venezolana se ha desplazado hacia su dimensión interna, en razón del proceso de renovación de los integrantes de la Asamblea Nacional, institución que sirvió como punto de apoyo del vector de poder dual de la estrategia de cambio de gobierno adelantada desde enero de 2019.

Leopoldo Puchi / El Universal


Tal como se pudo constatar en la reciente sesión de la comisión de política exterior del Senado estadounidense, el intento realizado a lo largo de meses había fracasado. No se produjo una rebelión popular ni un levantamiento militar exitoso, como se esperaba y había programado.

El vector de la amenaza de intervención, en su rol disuasivo, se fue debilitando en la medida que se conoció que no tendría lugar, ya que había resistencias en Washington y en los países de la región. También influyó la disposición de la FANB a librar combate, así como el respaldo brindado por Rusia en el mantenimiento de los equipos militares adquiridos por Venezuela.

 

PODER DUAL

 

La dinámica del doble poder no se pudo plasmar en la perspectiva interna, aunque en los primeros meses de 2019 tuvo un impacto no desdeñable como imagen simbólica. Sin embargo, en el exterior el gobierno estadounidense y sus países aliados tomaron empresas del Estado venezolano, como Citgo y Monómeros, y pusieron bajo su control los fondos de la República, al tiempo que le otorgaban consideraciones de representación diplomática a la oposición.

 

La base argumental para estas actuaciones de creación de la imagen de un poder dual desde un centro de poder externo se basaba en el control de la AN por la oposición, lo que servía de hilo para argumentar sobre una presidencia interina.

 

Con el paso de los meses, la idea de un poder paralelo ha desaparecido, y en la mayoría de las cancillerías europeas reconsideran las decisiones de reconocimiento del poder dual, puesto que no tienen dudas sobre quien está al frente del país, y esos países sostienen relaciones con decenas de Estados que no se consideran democráticos.

 

EL VATICANO

 

El 5 de enero de 2021 finaliza el período de la AN, por lo que será más difícil aun sostener la estrategia de poder dual. Por esta razón, diferentes actores han comenzado a reconsiderar una política que no ha dado frutos y a desligarse de la abstención, que es el medio que se utilizaría para mantener la idea de existencia de un doble poder.

 

La Iglesia Católica se ha distanciado de la abstención y del desconocimiento del Gobierno. Así lo indica tanto el comunicado de la Conferencia Episcopal de Venezuela, como el documental biográfico del ministro de la Defensa, general Vladimir Padrino López, realizado por Vale TV. 

 

De esta manera, se ha abierto el camino a la participación electoral de distintos actores de oposición vinculados a la Iglesia. Y, ya se sabe, que el Vaticano nunca coincidió con la estrategia de poder dual. Ahora parece que inicia su propio juego sobre el tablero, distinto al de la Casa Blanca.  

 

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