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sábado, 19 de diciembre de 2020

Argentina: Reconstruir desde los escombros

 En la celebración de los 204 años de la celebración de la Independencia, el presidente Alberto Fernández, hacía referencia al coraje y decisión de los padres fundadores y que ese coraje debía ser la inspiración para hacer frente a ese enemigo diminuto que nos había obligado a confinarnos y paralizar la economía, no solo nacional, sino mundial.

Roberto Utrero Guerra / Especial para Con Nuestra América

Desde Mendoza, Argentina


En aquel momento, la pandemia no había alcanzado su pico más elevado y se aguardaba, según se observaba en los países asiáticos y europeos, una segunda ola de contagios que llevó a extremar medidas. 

En su balance del primer año de gestión, hace una semana, el presidente destacó: “Es difícil que volvamos a vivir un año como el 2020. Tuvimos que gobernar lo desconocido. Este año, unidos empezamos escribir el diario de la reconstrucción de la Argentina y de lo que queremos ser como país.”… afirmando, “Estoy satisfecho con lo que hemos hecho, no solo el Gobierno, sino todos los argentinos.”[1]

 

Como corolario de su mensaje, el programa de reconstrucción hace un breve recorrido por todo lo atravesado:

 

“1.- La pandemia demostró que las argentinas y los argentinos fuimos capaces de cuidarnos entre todas y todos.

2.- Si bien sufrimos pérdidas irreparables, la enorme mayoría de nosotros supo unirse para salvar vidas.

3.- La humanidad está adquiriendo una nueva conciencia sobre su fragilidad.

4.- Estará en nosotros aprender de nuestra experiencia para enfrentar las urgencias y proyectar un futuro más justo, seguro y solidario.

5.- Crear un horizonte distinto va a exigir trabajo e imaginación.

6.- Salgamos a hacer lo que sabemos hacer: levantarnos.”[2]

 

Esto implica diversos programas de paquetes de políticas de recuperación y reactivación en las diversas áreas comprometidas, como ser Plan Conectar; Obras Públicas; Plan Procrear; Fondo de fortalecimiento fiscal; Medidas para la industria; Red sanitaria federal; Plan de políticas ambientales; Moratoria fiscal; Precios cuidados de la construcción; Relanzamiento Plan ahora 12 y Un Estado presente.

 

En el armado del tejido productivo desactivado durante la pandemia ha habido innumerables reuniones y discusiones con todos los actores involucrados con la producción desde centrales de trabajadores y cámaras empresarias, llegando a algunos acuerdos con los empresarios más grandes del país, como Paolo Roca del grupo Techint, Juan Marota del HSBC y Daniel Herrero de Toyota, estos últimos días. 

 

Sin embargo otros se han quedado agazapados, como el grupo Clarín, propietario de centenas de medios de comunicación en el país o los grandes exportadores de cereales y alimentos. De hecho, los que hacen y deshacen de la economía y condicionan la vida de la sociedad.

 

Dentro de este panorama agitado de fin de año se le reclama al gobierno la reforma judicial y el rescate de la ley de medios, derogada en los primeros días de la gestión anterior. Cuestiones complejas con entramados de poder e intereses múltiples que implican articular consensos entre muchos actores. Actuando siempre desde las sombras, desde un submundo siniestro y temible.

 

Como jurista, el presidente sabe de la gravedad del tema y preocupado por la vigencia del Estado de Derecho y la democracia dado que son la casa que habitamos, convocó a un grupo de especialistas para que hicieran su aporte en un ensayo jurídico que se dio a conocer en julio de este año con el nombre La justicia acusada[3]. Allí, diecinueve especialistas desarrollan diversos temas que ponen de manifiesto el deterioro paulatino que ha llevado en picada a la institución y a su complicada relación con los otros poderes y la actividad política en general. 

 

Desde la Lawfare; la justicia como herramienta, el Memorándum con Irán, la traición a la nación, la prisión preventiva, el tratamiento de los arrepentidos, la asociación ilícita, la situación de las cárceles, los delincuentes de guante blanco y su impunidad, el lavado de dinero, la delincuencia económica, la elección y la rendición de cuenta de los jueces y fiscales, los nuevos desafíos del Ministerio Público Fiscal y el juicio por jurados, entre otros temas que tuvieron un gran desarrollo en los años precedentes y mantienen una asombrosa impunidad hasta el momento; siendo reconocidos los tribunales de Comodoro Py como Comodoro Pro por algunos periodistas.    

 

No advertir la fragilidad de la democracia representativa mediante el sufragio universal, frente a la complicidad de una justicia corrupta, un aparato mediático permanente y mentiroso distribuido por cada uno de los pueblos dentro del territorio nacional sin atenerse a ningún tipo de control, sería de una torpeza descomunal. 

 

De allí los escombros de un país cuyas instituciones más esenciales fueron transformadas en ruinas luego de la última embestida neoliberal. Coalición de intereses que, respaldada en su 40% de votos obtenidos, ha seguido practicando la desfachatez eludiendo cualquier responsabilidad en el desastre dejado. Y…, en la suposición de un escenario en que hubiera salido ganadora, insisto suponiendo, la pandemia hubiera sido el pretexto adecuado para terminar de arrasar con lo poco que quedaba y elevar a la pobreza a las tres cuartas partes de la sociedad.

 

Reconstruir desde los escombros exige valentía y decisión, honestidad y trabajo, para lo que es necesario un nunca más. Nunca más a los sótanos insondables de corrupción y negociados que vienen como estertores de una dictadura cívico militar aun presente en sus herederos.



[1] Mensaje presidencial del 10 de diciembre de 2020.

[2] Argentina.gob.ar/Reconstrucción Argentina, campañas de comunicación sobre las políticas de recuperación y reactivación

[3] La justicia acusada, A. Fernández, M. Benente, F. Thea y otros. Edit. Sudamericana, Bs. As., 2020.

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