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sábado, 26 de agosto de 2023

Argentina: De zancadilla en zancadilla

 En un país que no sale de la sorpresa dejada por las PASO y la irrupción masiva del voto zombie, se advierten zancadillas por doquier, tanto internas como en el exterior. Hay que impedir de todas maneras que el progresismo vuelva a ser gobierno y para ello, todos los recursos son válidos.

Roberto Utrero Guerra / Especial para Con Nuestra América
Desde Mendoza, Argentina

El renovado grito del 2001, “que se vayan todos” frase del hartazgo de ese fin de año hoy identificada como “la casta” en el lenguaje mileico, desató en la semana una serie de ataques a supermercados en varias provincias y el conurbano bonaerense que fueron neutralizados rápidamente, no sin antes plantear varios interrogantes que iban desde sembrar el pánico generalizado, culpar a las autoridades nacionales por lo ocurrido, hasta clamar por la imposición del estado de sitio, como ocurrió justamente en el 2001.

 

Curiosamente, la candidata Patricia Bullrich entre desconcertada y enceguecida, cargó contra la inoperancia del gobierno y su reiterado amor por el amo del norte. 
 
De allí que en este punto coincida con el desencajado melenudo libertario, quien no solo reporta su fidelidad a Occidente, sino que directamente quiere salir a exterminar comunistas, haciendo alusión a China y Rusia, nucleados hace más de una década en los BRICS.  
 
EEUU en consonancia, trató de impedir el ingreso de Argentina al bloque de países que conforman el BRICS en su cumbre celebrada en Johanesburgo, Sudáfrica, supervisando su omnímoda presencia en el FMI en la renegociación de los pagos del oneroso e ilegítimo préstamo de Macri, hecho que ha influido tanto en la devaluación del dólar, la suba de precios y desde luego, el malestar y el descontento generalizado de la gente.
 
En ese clima permanentemente enrarecido por los medios taladradores de sesos, sorprendió el madrugador discurso del presidente Alberto Fernández anunciando el ingreso oficial de Argentina a los BRICS a partir de enero de 2024, noticia que hizo que los candidatos de Juntos por el Cambio y La Libertad Avanza, salieran al cruce poniendo de manifiesto que si son elegidos, no entrarán en el grupo, al que también se sumaron Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes, Etiopía y la República Islámica de Irán.
 
El sorpresivo mensaje de la mañana del jueves, fue por la comunicación del presidente Lula esa noche a su par argentino, cuando el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, leyó la decisión y enumeró los nuevos miembros del BRICS.
 
La reacción negativa de Bullrich y Milei resulta absurda dada la movilidad de los poderes hegemónicos del mundo; pero sobre todo, por ignorar la cada vez más fuerte presencia de China en el comercio mundial a la que ningún país quisiera renunciar. Ello sin poner de manifiesto que China tiene miles de años como sociedad, mientras los países occidentales y Estados Unidos tienen una existencia de algunos siglos.
 
En palabras del presidente Fernández: “Vamos a ser protagonistas de un destino común en un bloque que representa más del 40 por ciento de la población mundial”, continuando… que la integración regional y mundial de la Argentina es una política de Estado que se desarrolla para aumentar las posibilidades de abrir nuevos mercados, de consolidar los existentes, de favorecer los flujos de inversión creando empleo, de aumentar las exportaciones y de desarrollar la aplicación de nuevas y mejores tecnologías”[1]
 
Aunque no estuvo presente el presidente argentino, pero sí sus representantes, coincidió con el mandatario brasileño, respecto que el ingreso del país al bloque no es algo que deba estar sujeto a cuestiones ideológicas y sí a una decisión política de Estado, decisión que debe estar acorde a los tiempos que corren y a la necesidad de tomar medidas de carácter sustentable de mediano y largo plazo como país y región emergente. Los graves problemas por los que atraviesan nuestras sociedades exigen decisiones reflexivas y consensuadas a los efectos de darles continuidad y concreción.
 
Donde sí estuvieron los principales candidatos presidenciales, Bullrich, Massa y Milei, es en la reunión del Consejo de las Américas, una entidad que reúne a los principales empresarios argentinos y estadunidenses que tuvo lugar en el Alvear Palace Hotel de la Ciudad de Buenos Aires, este jueves pasado. Allí también estuvo Horacio Rodríguez Larreta, en su carácter de Jefe de gobierno de la CABA.
 
Fue en ese escenario que los líderes de la oposición, Bullrich y Milei se manifestaron en contra de adherir al bloque BRICS, en la seguridad de que sus rimbombantes expresiones tuvieran una buena acogida entre los presentes.
 
Como en épocas pretéritas de vasallaje victoriano, la sumisión vernácula del siglo XXI cobra este nuevo rol activo y lacayo, en la seguridad que el patrón les diga qué hacer y no hacer. Conducta que siempre los llevó a desconocer y despreciar la ciencia, la investigación, capacitación de la industria nacional en diversos campos de la actividad económica. 
 
La única manera de luchar contra la dependencia ha sido abrir caminos en el conocimiento y la valoración de nuestros recursos, sobre todo los humanos, egresados de nuestras escuelas, institutos y universidades estatales, que han tratado de estar al alcance de las poblaciones de los pueblos del interior del país. 
 
Llegar a cada rincón del dilatado territorio argentino ha sido la obsesión de los gobiernos progresistas a través del tiempo, no solo en el campo educativo que es importantísimo, sino también en salud y asistencia a los sectores más vulnerables y carenciados.
 
Invertir en obras de infraestructura como ha sido la construcción del Gasoducto Néstor Kirchner o la de Reversión de Gasoducto Norte, tal como anunció en el día de la fecha, en Villa María, Córdoba, el actual ministro de Economía y candidato a presidente por Unión por la Patria, Sergio Massa. 
 
El Gasoducto y su reversión llevará el gas de Vaca Muerta a Córdoba, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Salta y Jujuy, tanto para la industria como a los hogares. 
Esto significará el abastecimiento de gas nacional para la demanda local y potenciar las posibilidades de exportarlo a los países vecinos. Se trata de la construcción de un gasoducto de 36 pulgadas de diámetros y 122 kilómetros de extensión. A esto se suman las ampliaciones del Gasoducto Norte por 62 kilómetros y trabajos de reversión en cuatro plantas compresoras. 
 
La obra representa la creación de 3.000 nuevos puestos de trabajo directos y 12.000 indirectos[2].
 
La vocación entreguista de los opositores de siempre, ha velado obsecuentemente por los bolsillos ajenos en desmedro de los agujereados nacionales. No es nuevo. En la frágil memoria de los jóvenes votantes, hijos del pedido ya, los eslóganes bullrischtas y mileistas, resuenan como soluciones instantáneas a los deseos individuales frente a la pantalla del celular. El exitoso golpe mediático y perverso al mejor estilo Durán Barba, ha fructificado exitosamente. Pero de allí a la multiplicación de los panes, hay un largo y espinoso trecho. Utópico tal vez.
 
Promover acciones reivindicatorias para mejorar salarios y pelear los precios de los bienes y servicios elementales es vencer obstáculos, eludir zancadilla tras zancadilla. No queda otra.


NOTAS
[1] Discurso presidencial. Página 12, 24 de agosto de 2023.
[2] 
Perfil, 25 de agosto de 2023.

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