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sábado, 31 de marzo de 2012

Centroamérica: legalizar o no legalizar la droga, esa es la cuestión

Mientras Estados Unidos se opone a la despenalización de las drogas, pero no a la guerra contra el narcotráfico, que se libra fuera de sus fronteras y con armamento vendido por ellos, mueve los hilos diplomáticos y pone en conflicto a los gobiernos centroamericanos.

Rafael Cuevas Molina / Presidente AUNA-Costa Rica

rafaelcuevasmolina@hotmail.com

(Fotografía: la presidenta Laura Chinchilla, de Costa Rica, y los presidentes Otto Pérez Molina, de Guatemala, y Ricardo Martinelli, de Panamá, fueron los únicos asistentes a la fracasada cumbre sobre narcotráfico en Guatemala).

La semana que termina está teñida en Centroamérica de dimes y diretes, equívocos y aclaraciones, acusaciones y respuestas. Es la culminación de varias semanas de viajes, llamadas telefónicas y visitas de cónsules y procónsules norteamericanos, después que el flamante presidente de Guatemala propusiera legalizar el tráfico y consumo de drogas en la región.

El tema no es nuevo; ya el año pasado, en reunión en Costa Rica entre el entonces presidente de Guatemala, Álvaro Colom, y la presidenta costarricense, Laura Chinchilla, ambos había declarado su rechazo a la legalización de drogas suaves como la marihuana. El tema había sido servido por la Comisión Global de Políticas sobre Drogas en la que, con la participación protagónica de los expresidentes Ernesto Zedillo de México, César Gaviria de Colombia y Fernando Henrique Cardoso de Brasil, se había recomendado esta medida.

Es puesto nuevamente en el tapete cuando se aproxima la Cumbre de las Américas en Colombia en donde, como dijera el Secretario Ejecutivo de la OEA en Panamá, aunque el tema es económico, seguramente se planteará alguna alternativa de lucha contra el narcotráfico como la despenalización de las drogas” y, como se sabe, cuando el río suena piedras trae.

Cumbres panamericanas: dignidad o servilismo

El problema del panamericanismo que se expresa a través de las Cumbres de las Américas y demás instrumentos de la OEA, sigue siendo, hoy como ayer, aquello que Sandino comprendió tan bien al fragor de la guerra nacionalista y antiimperialista: la indiferencia y el servilismo de algunos gobiernos y élites políticas latinoamericanas, ante las maniobras políticas y los gestos de fuerza del gigante de siete leguas en las botas.

Andrés Mora Ramírez / AUNA-Costa Rica

Hace pocos días, consultado sobre su decisión de no asistir a la Cumbre de las Américas de Cartagena de Indias (14-15 de abril), el presidente de Ecuador, Rafael Correa, dijo sentir temor de que “nuestros pueblos se cansen de que sus presidentes estén en cumbres y ellos en tantos abismos”, y explicó: “[en estas reuniones] … no se tratan problemas fundamentales… de Nuestra América, los dos ejemplos más relevantes de esos problemas: el bloqueo a Cuba que lleva 50 años y rompe todos los principios del derecho interamericano y del derecho internacional; y la inadmisible, inaceptable colonización por parte de Inglaterra de las islas Malvinas… colonialismo en nuestra América, pero en pleno siglo XXI” (La Pupila Insonme, 16-03-2012).

Lleva razón en sus críticas el mandatario ecuatoriano: las cumbres de las Américas que se realizan desde 1994, como antes había ocurrido con las Conferencias y Congresos Panamericanos y más tarde, ya entrada la segunda mitad del siglo XX, con los conciliábulos de la OEA, han sido un instrumento fundamental de los Estados Unidos para avanzar en sus proyectos económicos, políticos, militares y, en definitiva, en su andamiaje de dominación en América Latina y el Caribe.

Cuba evangeliza a Benedicto XVI

El aporte de la Revolución Cubana para las Ciencias Teológicas es el haber encarnado en movimiento social verdades bíblicas que se transforman en buena nueva de liberación a toda aquella persona que cree que sobre el valor del Capital existe un valor superior llamado dignidad.

José Toledo Alcalde / Especial para Con Nuestra América

“El espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Él me envió a llevar la buena noticia a los pobres, a vendar los corazones heridos, a proclamar la liberación a los cautivos y la libertad a los prisioneros”. Isaías 61, 1

Nos es habitual reconocer a Jesús el galileo, los apóstoles y, en tiempos modernos, a los agentes pastorales y comunidades eclesiásticas como sujetos de evangelización. El protagonismo religioso individual siempre se superpuso al significado del colectivo como sujeto comunicador, como portador de las buenas nuevas de un mundo equitativo y justamente proporcional. Es así, como en esta oportunidad, y desde la experiencia de los pueblos que luchan por su liberación, reconocemos a Cuba como sujeto soberano evangelizador y portador de valores coherentes, no solo con los principios primigenios de las primeras comunidades cristianas, sino con toda aquella espiritualidad y sentir religioso que tenga la vida como valor supremo.

El lunes 26 de marzo llegó el Papa Benedicto XVI a la Grande de las Antillas, Cuba. El presidente Raúl Castro abrió su discurso con un profundo talante ético haciendo alusión a Cintio Vitier y José Martí: “De Martí aprendimos a rendir culto a la dignidad plena del hombre y heredamos la fraterna fórmula que seguimos hasta hoy: “con todos y para el bien de todos”; Vitier, “insigne intelectual y cristiano, escribió que ‘el verdadero rostro de la Patria… es el rostro de la justicia y de la libertad’ y que ‘la Nación no tiene otra alternativa: o es independiente o deja de ser en absoluto’.[1]

“Las drogas son un negocio como cualquier otro”: entrevista a P., narcotraficante mexicano

Entrevista de docu-ficción tomada del libro “El narcotráfico: un arma del imperio”, de Marcelo Colussi. La entrevista es ficticia, pero rescata y reconstruye diálogos mantenidos con narcotraficantes verídicos. Tiene, por tanto, un valor testimonial tan vívido como si las declaraciones fueran reales.

Marcelo Colussi / Especial para Con Nuestra América

Desde Ciudad de Guatemala

P., 35 años, originario de México D.F., desde hace varios años está vinculado al cartel de Tijuana. De niño y de joven pasó grandes penurias económicas proviniendo de una familia de extracción humilde. A los 19 años cayó preso por primera vez, por robo a mano armada. Hace 7 años ingresó al mundo del narcotráfico y fue escalando posiciones. Ahora dirige el departamento de logística del cartel. Tiene tres arrestos y cuatro asesinatos en su historial policial. Se mueve siempre con dos guardaespaldas y una pistola Mágnum 357 en la cintura. Al sonreír se le ven dos dientes de oro.

Pregunta: ¿Qué piensa del negocio del narcotráfico?

Respuesta de P.: Que es un negocio como cualquier otro, así de simple. Lo que pasa es que está mal visto. Negocios son negocios, y en el mundo en que vivimos todo se maneja comercialmente. ¿O acaso alguien te regala algo? En todo caso, si alguien te regala, serán las monjitas cuando hacen obras de caridad. Pero ni siquiera es así, porque luego te hacen ir a misa. Algún precio hay que pagar por todo. Bueno, las drogas son una mercadería más que se vende y yo me ocupo de venderlas. ¿Qué más podría decir de eso? Lo que pasa es que son ilegales, y ahí viene el problema. ¿Qué me cuentan si el petróleo fuera ilegal? Sí, es medio loco pensarlo así, pero imaginémoslo por un momento: si la gente lo necesita, los gobiernos, las industrias lo necesitan, harían cualquier cosa por tenerlo, pagarían lo que sea, habría guerras, más de las que ya hay por el petróleo. Bueno, sería un caos, ¿verdad? Con las drogas pasa lo mismo, mi hermano. La gente las quiere; nosotros no obligamos a nadie a consumir. El que las quiere lo decide en su sano juicio, las paga con su dinero. Yo lo único que hago es limitarme a vender esa mercadería, igual que el tipo que vende leche, o ropa.

Guatemala: Ríos Montt, treinta años después

Hoy Ríos Montt languidece en su arresto domiciliario acusado de genocidio. Es un anciano decadente. Pero nadie podrá negar que sus actos y sus hechos marcaron la historia guatemalteca del último cuarto del siglo XX y primera década del XXI.

Carlos Figueroa Ibarra / Especial para Con Nuestra América

Desde Puebla, México

El viernes 23 de marzo de 2012, se cumplieron treinta años desde que un golpe de estado derrocó al general Romeo Lucas García y llevó a la jefatura de Estado, después presidencia de facto, al general Efraín Ríos Montt. He intentado hacer un examen minucioso de la gestión de Ríos Montt en los 16 meses que dirigió al gobierno en mi libro “El recurso del miedo. Estado y terror en Guatemala” (hoy en una segunda edición hecha por F&G editores). Considero que ese año y medio de gestión de Ríos Montt significaron la colocación de las bases de una nueva etapa del Estado en Guatemala. En su momento la izquierda revolucionaria minusvaluó el cambio que implicaba el derrocamiento de Lucas García y el advenimiento de Ríos Montt. Había continuidades por cierto. Sobre todo que el nuevo gobierno tenía un sentido contrainsurgente y estuvo dispuesto a continuar las violaciones a los derechos humanos y los crímenes de lesa humanidad que se habían venido incrementando desde los años anteriores.

Pero el golpe del 23 de marzo de 1982 al igual que el de 1963 instauraba un nuevo momento en el país. Para empezar fue colocado a la cabeza un militar enérgico que ya tenía una visión estatal y de país. Nada que ver con el general Lucas García de torpe hablar, y a diferencia de su hermano Benedicto, de escasa inteligencia. Carismático y de ojos oscuros sin pupila, es difícil creer que Ríos Montt no mandó en los 16 meses que estuvo gobernando. Su gobierno significó una subversión de las jerarquías dentro del ejército porque un grupo selecto de jóvenes oficiales, entre ellos Mauricio López Bonilla, llegó a tener más poder que los militares de alta graduación. El gobierno de Ríos Montt que comenzó siendo apoyado por la ultraderecha, rápidamente se distanció de ella y tuvo a su derecha como enemigo mortal al Movimiento de Liberación Nacional. De la misma manera que a su izquierda tuvo un enemigo similar en la URNG y demás expresiones del movimiento revolucionario.

Chile, país de dos caras

Detrás de bambalinas descubrimos el drama de la exclusión social que ha privatizado la educación hasta llevarla a niveles insostenibles para el presupuesto del chileno medio e insoportable para las familias humildes.

Sergio Rodríguez Gelfenstein / Especial para Con Nuestra América

Desde Santiago de Chile

Desde hace una semana estoy en Chile. Aquí he podido ver sus dos caras. De un lado las luces del modelo neoliberal que obnubila y es mostrado como ejemplo por los centros de poder mundial. Ha sido un sistema “ideal” administrado durante 20 años por una alianza de “socialistas”, los demócrata cristianos más derechistas del mundo, promotores del golpe de estado de Pinochet, así como otros grupos menores que les sirven de comparsa.

Bajo el influjo de una supuesta economía neoliberal exitosa y altos índices sociales, sus medios de comunicación audiovisuales y escritos nos muestran los laureles del consumo desenfrenado, la “estabilidad” de un sistema político binominal que margina a las minorías y las relega de la participación, y una capital pletórica de modernas avenidas y hermosos parques circundando gigantescos centros comerciales (malls, como los llaman aquí), símbolo de la prosperidad y de la inserción consumista que configuran la verdadera identidad del chileno, que existe porque es capaz de endeudarse según los patrones creados y asumidos por la sociedad de los que pueden.

Argentina: A 30 años de la guerra de las Malvinas

Argentina quiere solventar por la vía diplomática y pacífica la diputa con el Reino Unido por la soberanía de las Islas Malvinas, sin embargo, éste último continua irrespetando las resoluciones emitidas por las Naciones Unidas sobre la cuestión de las Islas Malvinas, colocando así en tela de juicio una vez más el prestigio, respeto y gobernabilidad de este Organismo Internacional.

Carmen Victoria Montes / Barómetro Internacional

El día 2 de abril se cumplen 30 años del estallido de la Guerra de las Malvinas, cuando la Junta Militar Argentina que gobernaba la nación ordenó en el año 1982, una operación militar para recuperar el territorio usurpado por el gobierno inglés desde el año 1833. Esta disputa territorial es incorporada a los debates de las Naciones Unidas (ONU) en el año 1960, con la aprobación de la Resolución 15/14, sobre la Concesión de la Independencia a los Países y Pueblos Coloniales, el cual destaca, entre otros aspectos: “En los territorios en fideicomiso y no autónomos y en todos los demás territorios que no han logrado aún su independencia deberán tomarse inmediatamente medidas para traspasar todos los poderes a los pueblos de esos territorios, sin condiciones ni reservas (…)”1

Otros Organismos y Foros Internacionales, tales como: Cumbres Iberoamericanas; MERCOSUR; Asociación Latinoamericana de Integración-(ALADI); Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR); Sistema de Integración Centroamericana (SICA); Cumbres de Países de América Latina y el Caribe (CALC); Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC); Grupo del Río, Parlamento Latinoamericano; entre otros, han considerado el tema de la Cuestión de las Islas Malvinas, para tales efectos, hacen un llamado a los gobiernos de Argentina y del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte a reanudar las negociaciones sobre la disputa de soberanía sobre las Islas Malvinas, Sándwich del Sur, Georgia del Sur y los espacios marítimos circundantes, así como continuar las negociaciones a fin de encontrar una solución pacífica al problema.

Las colonias del siglo XXI

Entre paraísos fiscales y bases militares, los enclaves coloniales británicos en todo el mundo han sido centro de controversias internacionales. Malvinas podría ser la punta de lanza para la discusión se su situación. Dónde están y cómo funcionan las colonias modernas de la Corona.

Redacción Marcha (www.marcha.org.ar)

De los 16 enclaves coloniales que aún persisten en el mundo, 11 están bajo la órbita del Reino Unido, incluidas nuestras Islas Malvinas. Para los británicos se trata de 'territorios de ultramar'; según la ONU son 'territorios no autónomos' y están en el centro del debate del Comité de Descolonización, creado para resolver los casos de estos 'países sin gobierno propio', como los define el artículo 73 de la Carta de las Naciones Unidas en 1946. Además de Malvinas, el Reino Unido administra la economía y las relaciones internacionales de Anguila, a 240 km de Puerto Rico; Bermudas, en el Atlántico Norte; Gibraltar, en la península Ibérica; Islas Caimán, al noroeste de Jamaica; Islas Turcas y Caicos, al norte de Haití; Pitcairn, en la Polinesia; Islas Vírgenes Británicas, al este de Puerto Rico; Montserrat, al sudeste de Puerto Rico; Santa Elena, isla al oeste de la costa africana, y Tokelau, en el Océano Pacífico Sur.

En la mayoría de los casos se trata de pequeños archipiélagos o islas que juntas no llegan a sumar 350.000 habitantes pero que han dado de que hablar en la historia reciente de la potencia colonial. Sin representación parlamentaria, pero con un gobernador elegido por 'Su Majestad', estos enclaves coloniales británicos no aportan grandes recursos económicos -al contrario, en muchos casos se convierten en un gasto para la corona-, pero sí se han revelado como estratégicos para negociar con otras potencias -Estados Unidos obtuvo el arriendo de partes de territorios de Bermuda y de las Islas Turcas y Caicos para construir bases militares estratégicas en el Caribe-, y siete de ellos son considerados como paraísos fiscales según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). En la mayoría de los casos, el modelo político permite un cogobierno entre un primer ministro, elegido por el voto de los habitantes de la colonia, y un gobernador impuesto por el Reino Unido. Sin embargo, en varias ocasiones este sistema ha fracasado y la balanza se inclinó hacia el lado de los intereses británicos.

Argentina: La base “humanitaria” del Comando Sur en el Chaco

Los especialistas en seguridad aseguran que el Centro de Emergencias es en realidad una avanzada para una base militar de control y monitoreo de los Estados Unidos en territorio argentino encubierta como ‘centro de ayuda humanitaria’.

Walter Goobar / Tiempo Argentino

El gobernador del Chaco, Jorge Capitanich, salió este lunes a desmentir “categóricamente” la instalación de una base del Comando Sur del Ejército de los Estados Unidos en su provincia. “Quiero desmentir categóricamente una versión que está circulando en las redes sociales vinculadas a que nosotros somos sede en la provincia del Chaco del Comando Sur”, señaló Capitanich, en el marco de una conferencia de prensa donde se anunció la creación del Centro de Operaciones y Almacenamiento que funcionará en el predio del aeropuerto de Resistencia y que estará a cargo de la Dirección de Defensa Civil, dependiente del Ministerio de Gobierno de Chaco.

“Ya están transmitiendo como que vienen los marines, vienen tanques de guerra, helicópteros, asentamiento de una base naval en el mar chaqueño, que no existe”, ironizó Capitanich argumentando que el controvertido Centro para Emergencias había sido “donado” por la Embajada de los Estados Unidos. Esa afirmación del gobernador es falsa: el coronel Edwin Passmore, que es el representante del Comando Sur de los EE UU, desmintió a su anfitrión chaqueño cuando explicó que la construcción del Centro había sido acordada dos años atrás entre Capitanich y el ex embajador Earl Anthony Wayne y aseguró que el Centro estará financiado por el Comando Sur.

Lo que ni Passmore ni Capitanich se ocuparon de aclarar es cómo un programa con apariencia civil es realizado por un comando militar de los EE UU, que no guarda relación de dependencia con la embajada de ese país, que es la que debería tener a su cargo o patrocinar programas civiles. Los especialistas en seguridad aseguran que el Centro de Emergencias es en realidad una avanzada para una base militar de control y monitoreo de los Estados Unidos en territorio argentino, encubierta como “centro de ayuda humanitaria.

Panamá: “El país está en guerra”

Todo indica que las debilidades de la clase política, de la incapacidad de los sectores medios y populares para poner orden y la voracidad conocida de EE.UU, nos están llevando por el mismo camino ya recorrido en la segunda mitad del siglo XX.

Marco A. Gandásegui, h. / ALAI

“El país está en guerra”, fue lo que le gritó el agente de la Fuerza del Orden a un ex policía jubilado que, por casualidad, también era ngobe y protestaba contra la desposesión de las tierras ancestrales de su pueblo en San Félix, a principios de febrero pasado. A mediados de marzo, otro miembro de la Policía amenazaba a dos mujeres en La Chorrera diciéndoles que no le habían “enseñado a escuchar, sino a matar”.

Estas dos experiencias - y otros incidentes similares - están dando claros indicios de una creciente militarización de la llamada Policía Nacional panameña. La insubordinación reciente de un grupo de oficiales de la Policía frente al ministro de Seguridad Pública es otra señal. Más aún, es más preocupante cuando el presidente de la República avala lo actuado por la Policía y el ministro se retracta de sus declaraciones originales.

Los oficiales de la Policía panameña, así como los agentes, están siendo entrenados para tratar a la población como enemigos potenciales del Estado. Muchos de los oficiales, incluso, no tienen entrenamiento como policías y salen directamente de academias militares. Los policías, a su vez, son reciclados en academias norteamericanas, israelíes y colombianas para aprender tácticas represivas y de control militar.

México: Descomposición del ogro filantrópico

¿Por qué el sólido Estado mexicano nacido de la revolución y del cardenismo se convirtió en un semiestado mientras países mucho más débiles y con menos recursos, como Bolivia, tratan en cambio de dejar de ser semiestados para reforzar la unidad nacional y el Estado en una nueva revolución de independencia?

Guillermo Almeyra / LA JORNADA

La gran ofensiva planetaria dirigida por el capital financiero intenta mantener alta la tasa de ganancia acrecentando la explotación de los trabajadores y el despojo de todas las empresas y bienes nacionales acumulados por las luchas de los pueblos, así como la depredación del ambiente.

Esa ofensiva implica la utilización de los estados de las grandes potencias para servir al capital financiero, salvar los bancos y las grandes empresas y potenciar las concentraciones de éstas mientras se somete a los pequeños estados al papel de vasallos, de protectorados, de semiestados que no pueden controlar ya sus finanzas, sus fuerzas armadas, su política exterior e interior, aunque conserven la apariencia de independencia formal, como lo ilustra el ejemplo de Grecia (pero también el de España, Portugal, Italia e Irlanda).

En el caso de México, que importa de Estados Unidos más de tres cuartas partes de sus alimentos y exporta al norte más de cuatro quintos de sus productos, y cuyo sistema bancario y financiero es casi completamente extranjero, hay una virtual anexión económica y un claro vasallaje. Este se expresa, además, en que nuestro país depende de un comando estratégico estadunidense, ha aceptado la presencia en su territorio de importantes contingentes de la FBI, la DEA, la CIA y de todos los servicios de inteligencia que Washington quiera imponer.

Ecuador: Marcha indígena

La lucha indígena es una herencia histórica vital para el país. Sus reivindicaciones sobre agua, tierras o minería son legítimas y válidas. No se puede minimizarlas o descalificarlas. Pero también hay algunas posturas inviables y otras maximalistas, bajo el supuesto de que son los indígenas los únicos capaces de dar luces ciertas y verdaderas para el medio ambiente y el buen vivir a toda la sociedad.

Juan J. Paz y Miño Cepeda / El Telégrafo

Como siempre, poco o nada orientan los “análisis” de los políticos y “opinadores” que ven a la reciente “marcha indígena” en Ecuador como simple pugna entre Gobierno y oposición.

Lo cierto es que la movilización impulsada por la Conaie no fue exclusivamente indígena. Desde el inicio se sumaron a ella otros actores políticos. Y en su avance por la Sierra no demostró las adhesiones que podían esperarse. En Quito, en cambio, antena política y simbólica del país, la “marcha” fue numerosa porque se nutrió del indudable apoyo de una serie de sectores sociales.

Tampoco puede negarse el enorme apoyo popular al Gobierno. Decir que en calles y plazas quiteñas se hallaban “funcionarios públicos”, gente “pagada” o “traída” desde otras provincias solo tiene sentido para el ataque político, pero no para un análisis razonado sobre la situación. Porque hubo, sin duda, ciudadanos de otras regiones, así como quiteños y, además, sectores indígenas, que genuinamente también apoyan al Gobierno.

Martí y la emancipación humana

Martí dedicó su vida a propiciar la transformación de la realidad mediante la participación de quienes debían modificarla y modificarse a sí mismos. Se trataba de fundar “un pueblo nuevo y de sincera democracia” mediante la práctica revolucionaria de las masas, y ésta debía tener al individuo como centro del proceso de los cambios.

Ibrahim Hidalgo / El Semanal (México, D.F.)

En el ideario de José Martí hallamos la más acabada expresión de la concepción emancipatoria dentro del pensamiento cubano. La guerra contra el colonialismo español era el único modo, impuesto por la necesidad histórica, de alcanzar las condiciones para fundar la República democrática mediante el desarrollo de una nación fuerte, unida, capaz de gobierno propio, sin intromisiones ajenas, al servicio de los intereses de las amplias mayorías, por encima de los que le sean ajenos para garantizar la independencia y la soberanía.

El elemento esencial de su proyecto es el ser humano, cuyo bienestar no debe esgrimirse como pretexto para actuar contra su naturaleza. No es con una concepción celeste del mundo como puede hallarse la solución al hambre, la incultura y el atraso económico. Hay “que apearse de la fantasía y echar pie a tierra con la patria revuelta”, pues no se actúa con ángeles sino con seres de carne y hueso, ni se pretende alcanzar una sociedad paradisíaca, sino una sociedad imperfecta, como toda obra humana, pero posible.

sábado, 24 de marzo de 2012

Y según el Papa, ¿qué será lo que funciona?

Desde hace tiempo, la Iglesia Católica le muestra al mundo que es una institución indigna de presentarse como la heredera y propaladora de los valores predicados por el humilde carpintero que fue Jesús de Nazaret. Y es el jefe de esta Iglesia el que, habiendo sido invitado a visitar un país asediado como lo es Cuba, se atreve a ver la paja en el ojo ajeno olvidando la viga en el propio.

Rafael Cuevas Molina / Presidente AUNA-Costa Rica

rafaelcuevasmolina@hotmail.com

Habiéndose instaurado la costumbre de la peregrinación constante por el Papa Juan Pablo II, Benedicto XVI visita México y Cuba en estos días. Conociéndose su pasado de juvenil simpatizante nazi, de jefe de la Sagrada Congregación de la Doctrina de la Fe (la antigua y temida Inquisición de tan triste memoria), de posible encubridor de las vejaciones sexuales a las que sus congéneres han sometido a miles de niños en todo el mundo, lo menos que podía esperarse de él eran declaraciones como las que hizo la víspera de su partida hacia México el jueves 23 de marzo: “el comunismo en Cuba –dijo- no funciona”.

A nadie extraña que este señor diga este tipo de cosas. Tal vez lo que molesta es que, teniendo tanta cola que majar, se dé el tupé de preconizar a los cuatro vientos sobre lo bueno y lo malo como si tuviera alguna autoridad moral. A estas alturas de la historia sería más conveniente, para él y la Iglesia que dirige, abocarse a pensar en cómo hacer para recomponer la deteriorada imagen que tienen ante propios y extraños.

Centroamérica hacia un callejón sin salida

Aunque la violencia y la criminalidad ponen en jaque a los Estados, no son los únicos ni más graves desafíos que enfrenta Centroamérica. La democracia y el bienestar real de los pueblos siguen esperando, como decía el poeta Roque Dalton, a que por fin llegue el día, el definitivo turno de los ofendidos por tantos años, por tantos siglos.

Andrés Mora Ramírez / AUNA-Costa Rica

(Fotografía: un soldado hondureño vigila un autobús en Tegucigalpa, como parte de la "Operación Relámpago". Tomada de Estrategia y Negocios)

Dos despachos noticiosos de la agencia AFP, divulgados en vísperas de la cumbre de presidentes centroamericanos en Antigua, Guatemala (24 de marzo), retratan algunas de las dimensiones más conflictivas y dolorosas de la Centroamérica del siglo XXI: las de la violencia, el crimen organizado y la creciente militarización de las estrategias de seguridad regional.

Uno de estos informes destaca que en Centroamérica, con “una tasa de homicidios de casi 40 por cada 100.000 habitantes”, se registran unos 20.000 muertos al año, más de los que le dejaban las cruentas guerras civiles de las últimas décadas del siglo pasado(El Heraldo, Honduras. 22-03-2012). El otro despacho, llama la atención sobre la decisión de los gobiernos del llamado Triángulo Norte –Guatemala, El Salvador y Honduras- de emplear las Fuerzas Armadas para combatir a delincuentes y cárteles de la droga, sin reparar en el rechazo de grupos civiles que no olvidan las ejecuciones extrajudiciales, desapariciones y caseríos arrasados por el Ejército, en las décadas de 1970 y 1980 (Estrategia y Negocios, 21-03-2012).

La riqueza material puede crear pobreza humana

Si la riqueza generada por la especie humana no sirve a toda la especie humana, ¿es riqueza? ¿Puede hablarse legítimamente de riqueza si ella se asienta en el hambre de su verdadero productor: el que trabaja?

Marcelo Colussi / Especial para Con Nuestra América

Desde Ciudad de Guatemala

“Robar un banco es delito, pero más delito es fundarlo”. Bertolt Brecht

Comencemos con una imagen visual de lo que queremos transmitir: hoy día pasó a ser frecuente en todas partes del mundo, borrando diferencias sociales, ver a la gente enfrascada en la pantalla de su teléfono móvil olvidándose de todo lo que sucede a su alrededor. Para alguien de una época anterior, alguien de la década del 70 del siglo pasado por ejemplo, la escena sería incomprensible: multitudes de personas que no se hablan entre sí pero que están fascinadas con la imagen con que se "comunican" con otros virtuales. Esto lo podríamos ampliar con los datos que arrojó una reciente investigación hecha en algún país centroamericano: consultados varios cientos de jóvenes en relación a qué conducta seguirían si suena su teléfono móvil cuando están haciendo el amor, alrededor de un tercio respondió que, ¡por supuesto contestarían! Para ese observador de algunas décadas atrás, la respuesta podría parecer incomprensible: ¿se prefiere responderle a una máquina a hacer el amor? ¿Qué queremos decir con todo esto? Que la cultura del consumo de "cosas", si bien por un lado puede abrir nuevas e increíbles posibilidades, también puede estar al servicio de transformarnos en unos soberanos estúpidos.

¿La humanidad es más "rica" ahora que hace 200, o 1.000, o 5.000 años? La pregunta puede dar para varios tomos de respuesta, o interminables miles de horas de discusiones (o muchísimos terabytes de almacenamiento de información, debería agregarse para estar acorde a los tiempos).

¿Estamos más ricos porque disponemos cada vez más de bienes materiales? Esa podría ser una primera línea, y podríamos estar tentados de creer que sí. Pero la riqueza no tiene que ver tanto con la cantidad de "cosas" que hay para repartir, sino la forma en que se reparten.

Perú: Ollanta tiene la última palabra

Ninguna actividad ilegal debería ser permitida, sea grande o pequeña, pero utilizar como argumento la necesidad de protección del ambiente para achacar a los trabajadores informales ser los principales causantes de dicho daño, no resiste la mínima revisión, si se compara con los que produce la gran minería en su actividad perversamente expoliadora.

Sergio Rodríguez Gelfenstein / Especial para Con Nuestra América

Desde Caracas, Venezuela

Un coro de voces diversas se han unido en Perú para criminalizar la explotación minera por parte de trabajadores que, desde hace años, han encontrado en esta actividad la oportunidad de subsistencia en un país donde la exclusión es brutal y en el que las elites pretenden poner en el mismo nivel ilícito a la minería ilegal y al derecho legítimo de cualquier ciudadano por acceder al trabajo. Son dos cosas distintas.

El 15 de marzo, ante el ya tradicional silencio del Presidente Ollanta Humala cuando hay conflictos, fue la Primera Dama Nadine Heredia quien, a través de su cuenta de twitter, anunció que: El Perú se une contra la minería ilegal". Antes, todos los canales de televisión en sus noticieros y programas de entrevistas atiborraban a los televidentes de frases grandilocuentes que llamaban a salvar el país, evitar la violencia y más de uno incluso, estableció supuestos vínculos terroristas de los dirigentes sindicales.

Lo cierto es que nada se dice de la gran minería expoliadora de una riqueza que debería ser de todos los peruanos.

Ríos Montt y el genocidio en Guatemala

Confieso que no puedo dejar de sentir pena por el general Efraín Ríos Montt. Pudo haber terminado su vida asociado a generales de la estirpe del uruguayo Liber Seregni y hoy se le vincula con Hitler.

Carlos Figueroa Ibarra / Especial para Con Nuestra América

Desde Puebla, México

Como es sabido, el jueves 26 de enero de 2012, la jueza Primero de Mayor Riesgo, Carol Patricia Flores, después de escuchar las acusaciones de la fiscalía contra el general Efraín Ríos Montt, decidió dictarle una fianza de 500 mil quetzales y arresto domiciliario para poder enfrentar el proceso que se le sigue por los delitos de genocidio y crímenes contra la humanidad. Nuevamente, como sucedió con Al Capone y como alguna vez lo recordé en relación al proceso contra el coronel Jacobo Esdras Salán (La Hora, 9/9/2010), al general se le está acusando por una parte mínima de los crímenes de lesa humanidad cometidos durante su mandato entre marzo de 1982 y agosto de 1983: 11 masacres cometidas en la región ixil del departamento de Quiché durante las cuales murieron 1,771 personas, 1,485 mujeres fueron violadas y 29 mil personas fueron desplazadas de sus pueblos.

En términos jurídicos y de acuerdo con la Convención Para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio de la ONU, esto es genocidio porque es una acción de liquidación de uno de los cuatro grupos que tipifica el Artículo II de dicha convención: un grupo étnico. También es delito de genocidio porque según la fiscalía cuando familias enteras huyeron hacia las montañas, el ejército impidió que se le distribuyeran alimentos además de que destruyó los cultivos de los cuales vivían los ixiles. El literal c del artículo II de la convención señala que parte del delito de genocidio es el “Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial”. En suma genocidio de acuerdo a la convención no es solamente matar parcial o totalmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, sino crear las condiciones de existencia que provoquen su destrucción física parcial o total.

El costo social de la producción de agrocombustibles en Guatemala

Asistimos a un nuevo proceso de acumulación de tierras en manos de un reducido grupo de empresas agroindustriales de capital nacional y transnacional. Lamentablemente, el avance incontenible de esas plantaciones se da en detrimento de extensiones importantes de tierras anteriormente dedicadas a la producción campesina y de alimentos para el consumo local y nacional.

Jorge Murga Armas* / Especial para Con Nuestra América

Desde Ciudad de Guatemala

(Fotografía: plantación de palma africana en Guatemala)

La existencia en los años 1970 de plantaciones de palma africana en regiones de la FTN[1] y los departamentos de Izabal y El Petén, era prácticamente desconocida. Salvo por el surgimiento de unas pocas en el contexto de la crisis energética de 1973, las zonas que hoy sufren las consecuencias de la expansión incontrolada de plantaciones de caña de azúcar y palma africana para la producción de “biocombustibles”,[2] conservaban hasta hace poco tiempo la fisonomía del paisaje agrario regional: extensas áreas de bosques y humedales ricos en recursos naturales renovables contribuían a satisfacer las necesidades básicas de las economías campesinas y familiares que, además de producir para su sustento, ayudaban en niveles diversos a las producción de granos básicos para el consumo nacional.

Con la expansión del cultivo de caña de azúcar y palma africana en estas regiones, un fenómeno sin precedentes está teniendo lugar: la pérdida de tierras agrícolas para la producción de alimentos se acompaña del cambio de uso del suelo de extensas zonas que, hasta hace menos de una década, se conservaban como bosques y humedales.[3]

Este fenómeno, que en apariencia se circunscribe al ámbito regional, tiene en realidad alcance nacional. En la última década, Guatemala se convierte en país dependiente de la importación de maíz amarillo, arroz, trigo y soya de los Estados Unidos, lo cual la sujeta cada vez más a las condiciones de los precios internacionales de los alimentos y la vuelve dependiente de su disponibilidad en el mercado mundial.[4] ¡Triste realidad para un país que hasta hace algunos años era autosuficiente en la producción de alimentos!

La indignación de los estudiantes cristianos (parte II)

Nuestra motivación no es realizar observaciones al modelo educativo desarrollado, ni al significado histórico que la Universidad Bíblica Latinoamericana pueda seguir teniendo para América Latina. Estamos hablando de un asunto -cuasi estrictamente- de orden administrativo-legal. Y, sobre esta premisa basamos nuestras observaciones

José Toledo Alcalde / Especial para Con Nuestra América

Desde Lima, Perú

(Fotografía: estudiantes de la Universidad Bíblica Latinoamericana, en San José, Costa Rica)

“¡Ya se te ha declarado lo que es bueno! Ya se te ha dicho lo que de ti espera el Señor: Practicar la justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios”. Miqueas 6,8

El autor de este y el anterior artículo lo hace también desde la frustración de haber concluido sus estudios de Bachiller y Licenciatura en Ciencias Teológicas en Diciembre de 2010 y, hasta la fecha, no haber conseguido el reconocimiento de los grados adquiridos. A quienes no solo nos desenvolvemos en una denominación religiosa, tal situación evidentemente trae consigo perjuicios y daños que se reflejan en la imposibilidad de continuar con nuestros estudios y de encontrar trabajo por la falta de acreditación académica. Desde el 2010 que el Consejo Directivo de la UBL (Universidad Bíblica Latinoamericana) resolvió entablar una demanda al CONESUP (Consejo Nacional de Enseñanza Superior Universitaria Privada), hasta la fecha, hemos esperado que los resultados sean a favor de la UBL; lamentablemente no fue así.

Los aportes brindados a la enseñanza por el SEBILA (ex Seminario Bíblico Latinoamericano) y la Universidad Bíblica Latinoamericana (UBL), sin lugar a dudas son innegables, más aún, loa sea a nuestros maestros, personal administrativo, personal de servicios generales, agencias cooperantes, instituciones religiosas y seculares, y demás personas que han colaborado por todos estos años y de seguro lo seguirán haciendo. La educación como uno de los pilares fundamentales de nuestras sociedades fue, es y seguirá siendo uno de los derechos irrenunciables del ser humano.

El Salvador: Los valores de Monseñor Romero

No sé cómo verán a Mons. Romero quienes creen que lo que se tiene que buscar en cualquier cargo público es la acumulación de riquezas, pero desde un punto de vista ético su lección es mayúscula: envidiar a los ricos y querer ser como ellos no es bueno ni recto, pues eso es una bofetada a quienes viven en la miseria y en la exclusión.

Luis Armando González* / Revista ContraPunto (El Salvador)

Desde el asesinato de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, el 24 de marzo de 1980, este mes se ha convertido, año con año, en un espacio para la reflexión, el recuerdo y la actualización del legado del Arzobispo mártir.

Se trata de un legado, el suyo, rico en implicaciones de todo tipo: socio-políticas, históricas, educativas y morales. Es esta última dimensión del legado de Mons. Romero que quiero detenerme en esta mañana.

Creo necesario y urgente reflexionar sobre los valores que Mons. Romero abanderó y que marcaron su desempeño como Arzobispo de San Salvador en los convulsivos años setenta hasta su muerte, en marzo de 1980.

Ecuador y el golpismo de siete cabezas

¿Quién es quién entre los grupos minoritarios que, con iguales objetivos políticos y distintos enfoques ideológicos, se hallan interesados en derrocar al gobierno de Correa (magnicidio incluido)? Grosso modo, el variopinto arco opositor se desdobla en siete variables.

José Steinsleger / LA JORNADA

(Fotografía: opositores al gobierno de Rafael Correa se manifestaron en Quito en días pasados)

Tras el fallido golpe del 30 de septiembre de 2010, aumentaron el prestigio y la credibilidad del presidente Rafael Correa. En mayo de 2011 (con motivo del referendo planteado para restructurar el sistema de justicia y los medios de comunicación) obtuvo 60 por ciento de aprobación, y se convirtió en la sexta victoria electoral desde noviembre 2006, cuando ganó la presidencia.

Cambiando el sujeto (y parafraseando unos versos del escritor quiteño Iván Egüez), la sociedad ecuatoriana “ya no es lo-que-era”. Y si durante muchos años fue “loquera”, la revolución ciudadana que encabeza el líder de Alianza País consiguió, por primera vez en su historia republicana, el respeto y la admiración de los pueblos y gobiernos soberanos del mundo.

Pocos meses después del referendo, la reconocida encuestadora Perfiles de Opinión observó que 75 por ciento de los ecuatorianos (tres de cada cuatro) aprobaban la gestión del gobierno andino. En Guayaquil (bastión del separatismo y de la oligarquía más agresiva del país) la credibilidad de Correa subió de 52 (2009) a 74 por ciento, y en Quito trepó a 76 puntos.

Chile: El cambio político

La protesta social en nuestro país, no merece escapar de las llamas de la derecha liberal de Piñera para caer en las brasas de la derecha concertacionista. Es tiempo de fortalecer la independencia del movimiento social para permitirle que genere su propia alternativa política.

Manuel Cabieses Donoso / Revista Punto Final

(Fotografía: Manifestaciones en Aysén, en la Patagonia Chilena)

Desde la “revolución pingüina -mayo de 2006-, Chile vive un despertar democrático y rebelde. Sin expresarlo todavía resueltamente -debido a la erosión sufrida por la cultura política y la atomización de la organización social-, las movilizaciones del pueblo revelan una voluntad de cambio político e institucional. Lo que se cuestiona es la institucionalidad heredada de la dictadura junto con su modelo económico neoliberal. Cada vez es más claro que esas compuertas impiden toda solución a las demandas populares más significativas. Estamos en un punto en que si no se cambian la Constitución y el modelo económico, se producirá el inevitable desborde de la protesta social acumulada.

El pueblo está buscando a ciegas y en forma desordenada el camino de su liberación, rechazando toda tutoría política. Lo importante es que ha iniciado esa búsqueda -a contrapelo de los partidos que intentan limitar la protesta a aspectos sectoriales que no incluyan la Constitución ni el modelo de dominación-. Lo concreto es que se ha puesto fin a una larga etapa de sopor y resignación. La protesta social -cuyo epicentro está en Aysén pero que tiene réplicas en todo el país-, carece aún de la conducción política que le daría coherencia y rumbo definidos. No obstante, estamos viviendo una hora histórica. Vastos sectores del pueblo entienden necesario cambiar -por injusta e inhumana- la sociedad en que vivimos. Va creciendo un movimiento social y político que sin duda permitirá surgir liderazgos éticos y políticos que levantarán la alternativa pluralista y democrática de justicia social.

Brasil declara la guerra monetaria a Europa y EE.UU

América del Sur camina a marchas forzadas hacia una creciente convergencia política, económica y financiera. La guerra monetaria en curso es apenas el anticipo de la división del mundo en bloques comerciales, en un ambiente de crispado proteccionismo que comenzaría a plasmarse hacia finales de este año.

Raúl Zibechi / LA JORNADA

La entrevista entre Dilma Rousseff y Angela Merkel el pasado 5 de marzo en Alemania fue tensa y poco cordial. La presidenta de Brasil se viene quejando del “tsunami monetario”, como bautizó la política monetaria expansionista de Europa y Estados Unidos, que perjudica la industria de los países emergentes. Se despachó contra la política económica “especulativa” que impulsa la canciller alemana y advirtió que Brasil es “una economía soberana” y, por lo tanto, tomará “todas las medidas para protegernos” (O Globo, 5 de marzo).

El objetivo de Rousseff fue demostrar que los países centrales están tomando medidas proteccionistas, a las que consideró “una forma artificial de protección del mercado”. Hasta se permitió darle lecciones a la alemana: “Es importante que los países desarrollados no hagan políticas monetarias expansionistas, sino políticas de expansión de las inversiones, porque eso mejora la demanda interna”.

En su comparecencia ante la Comisión de Asuntos Económicos del Senado, el ministro de Haciendo Guido Mantega dijo que si Brasil no hubiera tomado medidas para evitar una revaluación del real la cotización del dólar habría caído hasta 1.40 (hoy es de 1.80) y “toda la industria brasileña ya estaría quebrada, no tendría condiciones de competitividad y no conseguiría exportar nada” (Agencia Brasil, 14 de marzo de 2012). El ministro recordó que los países del norte inyectaron 9 billones de dólares en la economía, y que ante la devaluación de sus monedas, que considera una “guerra monetaria”, “Brasil no puede hacer el papel de tonto”.

¿Por qué resiste Cuba?

Reconocer y enfrentar a las necesarias contradicciones de toda lucha de los pueblos por la independencia y la justicia social forma parte también del legado martiano y explica por qué resiste y avanza Cuba.

Pablo González Casanova / Rebelión

A Armando Hart Dávalos

Un día, conversando con un amigo en La Habana, nos preguntamos: ¿por qué resiste Cuba… cuando el capitalismo ya se restauró en Rusia, China, Vietnam? Mi amigo dio una respuesta contundente: “Cuba es la mejor prueba de la existencia de Dios".

Como yo soy lego en argumentaciones teológicas preferí plantear la pregunta con el rigor de un problema científico. En ese sentido quiero recordar algo que dijo Martí: “Hasta aquello de lo que está cierto hasta allí llega la ciencia del hombre”. Yo tengo algunas respuestas en las que estoy cierto; pero necesito expresarlas para que otros me ayuden a resolver un problema que quiero plantear en términos científicos, y en el que busco excluir cualquier intención laudatoria.

En el intento mismo de plantear el problema científico, descubro que mi análisis va a ser necesariamente incompleto. Pienso que otros tendrán que completarlo. También advierto circunstancias concretas por las que el Movimiento 26 de Julio triunfó en Cuba, y por las que Cuba resiste hasta hoy, y que no son generalizables. De hecho corresponden a un tiempo y a una Isla.