La crisis de este capitalismo salvaje,
que arrasa con todo a su paso, puede llevarnos a escenarios políticos que nadie
se hubiera imaginado hace tan solo 20 años.
Rafael
Cuevas Molina /Presidente AUNA-Costa Rica
Las políticas de austeridad y ajuste neoliberal están en el centro de las protestas populares en Europa. |
Las nefastas implicaciones del
neoliberalismo, es decir, del capitalismo llamado “salvaje” por el Papa Juan
Pablo II, llevan a la desesperación del pueblo (perdón, quise decir sociedad
civil) que, en la búsqueda de salidas, encuentra puertas distintas y, a veces,
encontradas.
Si echamos un vistazo a las derivaciones
políticas que han traído los programas de ajuste en Europa y América Latina,
las diferencias saltan a la vista.
Como se sabe, en América Latina varios
son los países en los que se eligió gobiernos que, abierta y beligerantemente,
propusieron salidas que fueron a contramano de las políticas neoliberales que
sus antecesores aplicaron a rajatabla en decenios anteriores. El alejamiento de
este modelo ha sido difícil, engorroso, dadas las profundas ramificaciones que
tiene en todos los ámbitos de la vida contemporánea. En el conjunto de naciones
que han optado por este camino hay toda una gama, en la cual se pueden
encontrar los más variados matices. Quienes entienden de clasificaciones
identifican dos grupos: el de los moderados, por un lado, formado por Brasil,
Argentina y Uruguay, y el de los radicales, que comprende a Venezuela, Ecuador,
Bolivia y Cuba.