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sábado, 2 de noviembre de 2013

Argentina y su ley de medios: más democracia, más libertad de expresión

La Ley de Medios argentina pone un límite a esa ansia fagocitadora de los grupos mediáticos, y abre un espacio para que el Estado y las organizaciones de la sociedad civil también puedan acceder a los medios. 

Rafael Cuevas Molina
Presidente AUNA-Costa Rica

Aunque aún falta para que rija plenamente, la Ley de Medios argentina ha sido declarada a derecho por el máximo tribunal constitucional de ese país, despejándole el camino que se veía entorpecido por las maniobras que el Grupo Clarín y el diario La Nación venían haciendo para evitar su entrada en vigor.

Cada vez que en América Latina algún gobierno decide tomar algún tipo de medida para regular a los medios de comunicación, salta el sambenito de siempre: se está violando la libertad de expresión; se está a las puertas de una dictadura; se quiere acallar a la oposición.

¿Quiénes son los que ponen el grito en el cielo? Los grandes negociantes, los que no solo monopolizan periódicos, radios o canales de televisión sino que, además, tienen grandes oligopolios que incluyen tanto a periódicos, radio y televisión, como la telefonía celular, el suministro de papel y las redes de comunicación satelital.

En Argentina, por ejemplo, se ha tenido una concentración mediática que lleva a que el 80% de los medios audiovisuales se encuentren en solo cinco manos. La Agencia de Noticias CNA hace un breve repaso de los principales Holdings y grupos mediáticos que han actuado en ese país, quiénes han sido sus dueños y la cantidad de medios que cada uno de ellos ha detentado. A manera de ejemplo, ofrecemos la concentración en manos de uno solo de los grupos, el más grande por cierto, el del Grupo Clarín: 

Composición accionaria: 70,9% GC Dominio (Ernestina Herrera de Noble, Héctor Magneto, Lucio Pagliaro y José Aranda); 9,2 % Goldman Sachs SA.; y el 20% en oferta pública en las bolsas de Bs. As. y Londres (desde 2007). Gráfica: - Diario Clarín, Diario Olé, La Razón (75%), La Voz del Interior (Córdoba), Los Andes (Mendoza), Día a día (Córdoba), Arte Gráfico Editorial Argentino S.A. (AGEA), Revistas que se venden con sus diarios, como Genios; Jardín de Genios; Revista Ñ; Viva; Enseñar, Editora de Revistas S.A., a través de las cuales distribuye Elle Colecciones Internacionales; Elle Decoración; Elle Hombres , Artes Gráficas Rioplatenses; Papel Prensa S.A. (49%); Agencia de Noticias DYN (25,6%); Revista Rumbos; CIMECO (Compañía Inversora en Medios de Comunicación); Revista Pymes; Revista ARQ; Revista Miradas; Editorial Tinta Fresca. Televisión: Artear SA (99.2%); Canal 13; Multicanal; Cablevisión; TN; Volver; Metro; Magazine; Canal 12 de Córdoba; Canal 7 de Bahía Blanca; Bariloche TV Canal 6; TVC; Pinamar; MTV Miramar; TSN Necochea; Quiero música en mi idioma; Teledigital Holding; Televisión Satelital Codificada SA (50%); TeleDigital Neuquén; CVC Cablevisión del Comahue S.A. Gral. Roca; Multicanal Regional; TyCSports; TyC Max; Canal Rural Satelital (30%); Pol-Ka (30% y 55% del paquete accionario); Patagonik Film Group SA (40%); Ideas del Sur (30%); Supercanal Holding (20%); Multicanal PRIMA Internacional. Radio: Radio Mitre; FM 100; FM 102.9 MHz; Mitre 810 (Córdoba). Internet: Compañía de Medios Digitales (CMD); Fibertel (60%); Clarin.com; Ciudad Internet; Fullzero; Flash banda ancha; Vontel (Telefonía banda ancha); CMD; Internacional; CMD Do Brasil; Clarin.com (España); Másoportunidades.com; Guía Clarin.com; deAutos.com; Ubbi.com; DePagos.com; Confronte.com; Datamarkets.

La Ley de Medios argentina pone un límite a esta ansia fagocitadora, y abre un espacio para que el Estado y las organizaciones de la sociedad civil también puedan acceder a los medios. No se trata de expropiarlos y construir un monopolio estatal, sino de otorgar la posibilidad que otras voces puedan ser escuchadas, no solo la de los que detentan el poder económico y, por ende, el monopolio de los medios.

Para nadie es un secreto que esta apertura le duele sobremanera a quienes han transformado a los medios de comunicación en instrumentos de manipulación de la opinión pública y de la “fabricación de conceso”. Los grandes medios han venido en buena medida a llenar el vacío que dejaron los antiguos partidos políticos, transformándose en “orientadores” políticos. En países de gobiernos nacional-progresistas son la verdadera oposición, y para ello se valen de cualquier subterfugio, entre los que no faltan la tergiversación y la mentira.


A pesar de ello, tales medios de comunicación seguirán teniendo su espacio pues nadie los ha sacado del ruedo, pero ahora habrá más voces, más contrapesos. Habrá, entonces, más democracia, más libertad de expresión.

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