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sábado, 4 de octubre de 2014

México: En memoria de Raúl Álvarez Garín

Desde muy joven fue un incansable luchador y estuvo presente  desde su adolescencia en casi todas las luchas estudiantiles, magisteriales y obreras de aquel momento.  En el contexto de la represión que aplastó al movimiento del 68, Raúl fue encarcelado y estuvo en Lecumberri durante  dos años y siete meses.

Carlos Figueroa Ibarra / Especial para Con Nuestra América
Desde Puebla, México

Raúl Alvarez Garín, dirigente del movimiento estudiantil
de 1968 y exdiputado del Congreso mexicano.
El viernes 26 de septiembre de 2014 falleció el gran luchador social y político mexicano Raúl Álvarez Garín. Pude saber del infausto hecho porque César Montes la empezó a difundir. No era una casualidad, Raúl siempre fue solidario con las luchas revolucionarias de Guatemala y de allí la amistad de toda la vida con quien fuera comandante de la insurgencia guatemalteca. Fue uno de los principales dirigentes del movimiento estudiantil de 1968,  en tanto que integrante del Consejo Nacional de Huelga. Nacido en  1941, tenía 27 años cuando se vio envuelto en dicho movimiento. Ya había estudiado en la Facultad de Ciencias de la UNAM y se encontraba en la última parte de sus estudios de matemáticas en el Instituto Politécnico Nacional.
 
Desde muy joven fue un incansable luchador y estuvo presente  desde su adolescencia en casi todas las luchas estudiantiles, magisteriales y obreras de aquel momento.  En el contexto de la represión que aplastó al movimiento del 68, Raúl fue encarcelado y estuvo en Lecumberri durante  dos años y siete meses. Elena Poniatowska habría de reconocerle un gran mérito  en la elaboración de su clásico libro La Noche de Tlatelolco. Raúl Álvarez Garín no solamente ayudó a Elena Poniatowska a hacer su famoso libro, sino también él mismo plasmó sus recuerdos del movimiento y sus reflexiones en la cárcel en un libro que se llama La estela de Tlaltelolco: una reconstrucción histórica del movimiento estudiantil del 68, el cual ha sido calificado por el periodista Luis Hernández Navarro como “uno de los libros más brillantes de cuantos se han escrito sobre los acontecimientos de ese año”.

Poco tiempo después de salir de la cárcel, la voluntad indoblegable de Raúl lo llevó a fundar la revista Punto Crítico, la cual se convirtió en una referencia indispensable para  los sectores de izquierda en la década de los setentas. Siendo ya militante del Partido de la Revolución Democrática (PRD) fue uno de los impulsores fundamentales de Corre la Voz,  un periódico que era distribuido masivamente entre los movimientos populares del valle de México.

Entre las grandes batallas que emprendió Raúl estuvo la de la lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia. A finales de 1993 siendo diputado de la 55 legislatura presentó la iniciativa sobre el derecho ciudadano a los archivos y registros oficiales. La propuesta fue congelada por supuesto.  En el 2000, Raúl Álvarez Garín y otros ex dirigentes del movimiento estudiantil fundaron el Comité 68 Pro Libertades Democráticas, la cual buscó enjuiciar a los responsables de la represión de 1968, entre ellos Luis Echeverría, Secretario de Gobernación cuando ocurrió la matanza de Tlatelolco. Aquejado por el cáncer, Raúl Álvarez Garín todavía en enero de este año participó desde una silla de ruedas en una marcha convocada por el  PRD contra las reformas neoliberales y en particular la reforma energética. De Raúl puede decirse lo que dijo Bertold Brecht: “Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles”.

La política y ética, eso fue siempre Raúl Álvarez Garín.

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