Páginas

viernes, 28 de agosto de 2015

Pueblos indígenas

En América Latina, en los últimos 20 años se ha pasado de la negación de los derechos territoriales indígenas a su reconocimiento, aunque a distintos ritmos y profundidades. Además, se verifica el avance en derechos al bienestar de las poblaciones indígenas, sobre todo en servicios de salud, educación, comunicación e información, y tratamiento a los infantes y a la mujer.

Juan J. Paz y Miño Cepeda / El Telégrafo (Ecuador)

El estudio de la Cepal ‘Los pueblos indígenas en América Latina’ (2014) considera que, de acuerdo con el Convenio 169 de la OIT, cabe reconocer a estos desde cuatro dimensiones: la identidad, el origen común, la territorialidad y el ámbito lingüístico y cultural.

En 16 de 19 países que levantaron censos desde la década de 2000 se incorporó el criterio de autoidentificación para determinar a la población indígena. Sobre esa base, de una población latinoamericana estimada a 2010 en unos 538 millones, la indígena es cercana a los 45 millones, es decir apenas el 8,3% del total. Hay contrastes: México con casi 17 millones de indígenas, Perú con 7 millones, Bolivia con 6,2 millones, Guatemala con 5,8 millones; y en el otro extremo: Uruguay con casi 80 mil indígenas y El Salvador con 14,4 mil.

En Ecuador la población autodefinida como indígena en 2010 era de 1’018.176, es decir el 7% del total nacional (en 2001 fue el 8%); aunque el 78,5% está en zonas rurales y el 21,5% es urbana. Sin embargo, al interior de la Conaie se ha sostenido que son indígenas el 45% y mínimo el 20% de la población nacional, una idea que contradice los datos censales locales.

El estudio de la Cepal sostiene que hay 826 pueblos indígenas, igualmente con contrastes: Brasil con 305 pueblos, Colombia, 102; Perú, 85; y México, 78; en tanto Costa Rica y Panamá solo tienen 9 pueblos indígenas cada uno, El Salvador, 3; y Uruguay, 2.

También hay una evolución notable del derecho nacional en los diferentes países y del derecho internacional sobre las poblaciones indígenas, como el Convenio N° 169 de la OIT (1989) y la Declaración de las NN.UU. sobre Derechos de los Pueblos Indígenas, aprobada en 2007 luego de 20 años de debates. Las Constituciones de Ecuador (2008) y Bolivia (2009), ambas aprobadas mediante referéndum, reconocen al Estado como plurinacional e intercultural.

Solo en los últimos 20 años se ha pasado de la negación de los derechos territoriales indígenas a su reconocimiento, aunque a distintos ritmos y profundidades. Además, se verifica el avance en derechos al bienestar de las poblaciones indígenas, sobre todo en servicios de salud, educación, comunicación e información, y tratamiento a los infantes y a la mujer. La Cepal observa que hay necesidad de profundizar en la futura atención a las poblaciones indígenas, pues subsisten carencias y limitaciones.

Sin embargo, sobre ese innegable progreso, de acuerdo con la Cepal, “en los últimos años, el aumento de los conflictos relacionados con el control y uso del territorio y los recursos naturales ha sido habitual en los países de América Latina”.

Sobre la base del estudio de la Cepal puede comprenderse que también las luchas y movilizaciones indígenas, como la reciente en Ecuador, se dan bajo condiciones distintas. Incluso en Bolivia y Ecuador existe una nueva institucionalidad, muy favorable a los pueblos indígenas, que han sido atendidos como no ocurrió en el pasado. Pero, en lugar de admitir los datos de la realidad, es más fácil y ‘revolucionario’ negar esa situación desde simples posiciones políticas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario