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sábado, 8 de junio de 2019

Venezuela, ¿quo vadis?

El ataque inmisericorde de los sectores más reaccionarios de la oposición venezolana, empresarios/as  e Imperio norteamericano, han hecho mella en la mayoría de los venezolanos. Circunstancias negativas, que cada día se vuelven peores, han afectado el ánimo de muchos y muchas compatriotas.     

José A. Amesty R. / Especial para Con Nuestra América
Desde Caracas, Venezuela

Lo más grave, como señalé en un artículo anterior, es que las sanciones de todo tipo son cada vez más incesantes, y no se vislumbra un ocaso, o una solución clara, a las crisis inducidas que nos atosigan.

Por un lado, el fascismo autoritario, niega su protagonismo en la crisis y persiguen con saña a todo aquel que pretenda mostrar públicamente todas las facetas de la crisis, reitero, inducida, que ellos promueven, llevan a cabo y son sus causantes, traducidas en muerte, poco acceso a los alimentos, ausencia de transporte público, crisis eléctrica, desabastecimiento de gasolina y diesel, especialmente en el interior del país.
  
En este sector de la oposición, se hace cada vez más evidente, buscar por diversos medios, mecanismos y acuerdos, para superar las crisis inducidas por ellos, la creencia que debe ocurrir el “cese de la usurpación” y luego la instalación de un gobierno de transición, que pueda crear las condiciones para elecciones libres en el país.  

No obstante, se escuchan y se leen críticas a la participación de los enviados de Guaidó a los encuentros en Oslo, Noruega, ya que algunos no entienden que éstas negociaciones no están reñidas con elecciones. En el fondo, esta actitud busca mostrar que es el “Régimen de Maduro” quien tiene falta de voluntad negociadora.    

La encrucijada entonces, para los escuálidos, tiene dos vías: una es seguir esperando una posible intervención militar gringa, que no llega, y la otra, seguir insistiendo en la negociación a como dé lugar.

Pero lo que sí es cierto, es que para los sectores de la Revolución Bolivariana el único camino es hacer irreversible la misma. Volver al pasado sería un desastre, sería volver a la invisibilización  del pueblo, que ahora con los logros del mismo, está en el centro de las políticas del Estado Bolivariano.

La Revolución Bolivariana es el único camino que puede garantizar la independencia definitiva, el desarrollo integral, la prosperidad social y la dignidad del pueblo.

A su vez, la Revolución Bolivariana, es el único camino para garantizar el derecho a la paz, la tranquilidad y la estabilidad económica y social del pueblo venezolano.                       

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