La organización de base, ese pequeño pasito de hormiga, es el camino. La organización por reivindicaciones parciales, mínimas si se quiere (que nunca son tan mínimas): el pozo de agua pública, o la cooperativa de consumidores, o el grupo de mujeres maltratadas, etc., son puntos de convergencia desde donde empezar.
Marcelo Colussi / Para Con Nuestra América
Desde Ciudad de Guatemala
"El momento decisivo en cualquier revolución llega cuando las masas rompen las barreras que las excluyen del escenario político, dejan de lado a sus representantes tradicionales y crean sus propios órganos de relación en un nuevo régimen”.
León Trotsky
La lucha contra la injusticia, contra la opresión, contra toda forma de inequidad, es tan vieja como la Humanidad misma. La historia de las relaciones entre los seres humanos se escribe no en nombre del amor y la armonía sino a sangre y fuego, todas sin excepción: la de géneros, entre sociedades, entre clases sociales. "La violencia es la partera de la historia", decía Marx. Sin dudas estas últimas, las diferencias económicas, tienen un peso preponderante, y como acertadamente dijo este pensador decimonónico, supuestamente superado por vetusto, sus luchas constituyen "el motor de la historia". Si fuera cierto que las mismas terminaron, ¿por qué cada vez hay más controles de los capitales sobre la gran masa trabajadora?