La
ola de conservadurismo retrógrado y agresivo, que rápidamente se apodera de
América Latina, no es exclusiva de la clases dominantes que regresan
revanchistas después de años de confinamiento en la arena política.
Rafael Cuevas Molina / Presidente
AUNA-Costa Rica
Es
una marejada que abarca a todas las clases, que destraba los prejuicios y los
resentimientos sociales hasta ahora aguantados por los diques que ponía el
predominio de los proyectos progresistas y de izquierda.
Esa
ola de revanchismo derechista viene acompañada de una pátina nueva. Antes, la
derecha fue terrible, represiva, cruel, insensible y discriminatoria, pero no
tan exhibicionistamente vulgar como en esta marejada.
De
pronto, en la vida pública no se siente vergüenza de ser racista, xenófobo,
homófobo, misógino, ignorante, pedestre o agresivo. Sin duda el modelo
dominante de esta forma pública de ser es el presidente estadounidense Donald
Trump, quien por su ordinariez y limitaciones parecía que sería solo un
incidente sin mayores consecuencias en la vida política norteamericana.