sábado, 5 de abril de 2025

Estados Unidos, ¿amigo o enemigo?

 El día que Donald Trump ha bautizado como el “de la liberación”, 2 de abril de 2025, es el día “del desconcierto” para quienes han seguido a los Estados Unidos como perritos falderos. No saben cómo reaccionar, qué actitud asumir ahora que su faro y guía les ha dado la espalda y les clava la daga de los aranceles. 

Rafael Cuevas Molina / Presidente AUNA-Costa Rica 

En países como los centroamericanos, que históricamente sus clases dominantes han orientado más de la mitad de sus exportaciones hacia el norte, perfilando todo su aparato productivo y su modelo de desarrollo en función de las necesidades del Tío Sam, esto es lo último que podían esperar.

Se sienten traicionados; ellos, que han tratado de hacer las tareas como niños bien portados, de pronto reciben castigo de la mano que besuquearon sumisamente.

Trump y su imposible retorno al pasado

En su desesperación Trump procura vestirse de sheriff , apelar a la fuerza bruta y hacer del bullying su principal argumento diplomático (“la paz por la fuerza”, como dijera Marco Rubio) para revivir la “época de oro” del imperialismo...

Atilio Borón / Rebelion

Imposible en algunas cosas, no en todas, por supuesto. El radical retorno al proteccionismo es no sólo posible sino necesario para un imperio enfrentado a una inocultable declinación, denunciada no sólo por los analistas críticos del imperio sino certificada nada menos que por figuras estelares del
 establishment norteamericano como Zbigniew Brzezinski en un texto del 2012 y, posteriormente por varios documentos de la Corporación Rand[1]. Declinación o decadencia, como se prefiera, que vino de la mano entre otros factores domésticos por el lento crecimiento de su economía, la pérdida de competitividad en los mercados globales y el gigantesco endeudamiento del gobierno federal.

Trumpismo e incertidumbre

 El proyecto trumpista de redefinir las fronteras y las reglas de la economía y la política internacional hacen que nuestro futuro inmediato esté atravesado por el caos, inestabilidad, incertidumbre y confusión.

Luis Hernández Navarro / LA JORNADA

Cada día, el trumpismo avanza en diversos frentes. No se detiene. Lo hace demoliendo los viejos paradigmas del libre comercio y los derechos humanos. Lo mismo fija aranceles al acero y al aluminio que a la industria automotriz, abroga los programas de cooperación al desarrollo, deporta a indocumentados venezolanos a cárceles salvadoreñas, combate el wokismo y empuja un nuevo orden mundial basado, como nunca, en la primacía de los intereses estadunidenses y sus valores nacionales.

Se trata, según explica el filósofo ruso cercano al fascismo Alexander Dugin, en el libro La revolución de Trump, de un nuevo orden de grandes potencias que ha pisoteado, derrotado y remplazado al globalismo. Según él, nos encontramos ante un nuevo multilateralismo que nada tiene que ver con el de Rusia, China o el BRICS, sino con una versión más fría, cínica y dura de multilateralismo.

Francisco desde nuestra América, en el X Aniversario de Laudato Si’.

Hoy, nuestra propia transición civilizatoria abre paso a un nuevo desplazamiento de ese eje, desde la economía hacia la ecología. Desde allí, en rechazo a la mercantilización de la biosfera y las sociedades del descarte, Francisco plantea a la biosfera como un bien común cuyo cuidado es indispensable para garantizar la sustentabilidad del desarrollo humano hoy amenazado.

Guillermo Castro H./ Especial para Con Nuestra América
Desde Alto Boquete, Panamá


“… y el mérito es de la verdad, y no de quien la dice.”

José Martí, 1893[1]


El próximo 26 de mayo, la encíclica
 Laudato Si`, dedicada por el papa Francisco a los peligros y los motivos de esperanza que alientan en la crisis socio-ambiental que padecemos, cumplirá diez años de publicada. Como sabemos, el papa adoptó el nombre de Francisco inspirado en el ejemplo del compromiso con los pobres y con el mundo natural que inspiró a San Francisco de Asís (1181/1182-1226). De él nos dice en los primeros parágrafos de su Encíclica que

Progresismo y economía del bienestar

 Fueron los gobiernos progresistas establecidos desde inicios del siglo XXI los que provocaron un cambio de rumbo en buena parte de los países latinoamericanos y recobraron, ahora con mayor claridad y firmeza que en el pasado, la vía de construcción de economías del bienestar, un desafío que sigue pendiente.

Juan J. Paz-y-Miño Cepeda / www.historiaypresente.com

El capitalismo es un sistema económico que nació con la primera revolución industrial a mediados del siglo XVIII. Durante largo tiempo la explotación a los trabajadores y la miseria de la mayoría de la población caracterizó a las sociedades europeas donde ese sistema se implantó. Por eso, durante el siglo XIX surgieron reformistas, utopistas y socialistas que buscaron cambiar las realidades capitalistas, acompañando al desarrollo de los movimientos obreros que con su lucha de clases lograron los primeros derechos laborales: salarios mínimos, jornadas máximas, sindicalización. Estos procesos también fueron determinantes para que el entonces imperio alemán bajo el canciller Otto von Bismarck, diera impulso a las leyes de seguro de enfermedad (1883), accidentes laborales (1884) y jubilación (1889), que son los más remotos antecedentes para la configuración de las
 economías de bienestar.

Cultura de violencia en Centroamérica

El desprecio por el otro distinto (indígenas, mujeres, diversidad sexual, marginalizados varios, entre otros) es una marca cultural que recorre la región. El racismo y el patriarcado marcan a profundidad las relaciones interpersonales y son una constante que asienta en ese desprecio.

 Marcelo Colussi / Mario S. de León

Desde Ciudad de Guatemala

Introducción

Al hablar de la violencia debe hacerse una precisión muy importante desde el inicio: no estamos ante un instinto de orden biológico, un comportamiento natural, genético, que nos marca un camino ineludible. La violencia, en cualquiera de sus formas, dado que adquiere muy diversas manifestaciones, hay que entenderla como resultado de un complejo proceso de humanización, de socialización, donde la cría humana deviene una más, adaptada a lo que se considera la normalidad dominante, siempre en una relación tensa y dinámica con otros dos grandes elementos: el conflicto y el poder.

Marco Rubio y el balotaje en Ecuador

 Por su importancia geoestratégica Ecuador se ha convertido en un enclave de la política militarista de Estados Unidos (EU) en América del Sur. Por eso, el balotaje del domingo 13 de abril entre el actual mandatario ecuatoriano, Daniel Noboa, y la opositora Luisa González, adquiere una dimensión particular para la administración Trump. 

Carlos Fazio / LA JORNADA

Tras el empate técnico en los comicios de febrero, Noboa, quien este fin de semana se entrevistó con Trump en Mar-a-Lago, podría perder su relección ante la representante socialdemócrata, quien recibió, ahora, el apoyo del sector indígena y campesino liderado por Leónidas Iza, que obtuvo 5 por ciento de los votos en la primera vuelta. Pero debido a factores geopolíticos y fácticos que forman parte de la estructura de poder detrás del gobierno de Noboa −incluidos el sionismo israelí y la embajada de EU−, la institucionalidad ecuatoriana podría torcerse y generar un fraude. 

Colombia: Escasez de medicamentos y pasarela en Washington

 La semana pasada se intensificó la permanente confrontación entre el gobierno y la oposición, en el consejo de ministros y en Washington DC.

Consuelo Ahumada / Para Con Nuestra América
Desde Colombia

Después de la enorme movilización social provocada por el archivo de la reforma laboral, se espera también el hundimiento de la reforma de salud. Hay razones para ello. Como en casi todas las decisiones del gobierno, el enfrentamiento con los grupos financieros y los partidos políticos que los representan es de fondo.
 
El pasado consejo de ministros fue una excelente oportunidad para que el presidente y su equipo explicaran las causas reales de la crisis de la salud en Colombia.

Argentina: Malvinas, la soberanía en tiempos cipayos libertarios

Malvinas conforma nuestra Patria; nos une y nos reúne en cada conmemoración y nos obliga a repensar el pasado, a reflexionar sobre nuestra historia, nuestro presente y nuestro futuro; lejos de aquellos espejismos hegemónicos de potencia regional.

Roberto Utrero Guerra / Especial para Con Nuestra América

Desde Mendoza, Argentina


Este 2 de abril se cumplieron 43 años de la gesta de Malvinas y 192 de la usurpación de las islas por parte del Reino Unido, recordándonos nuevamente volver a la memoria; memoria que tiene por objeto rendir homenaje a nuestros queridos soldados muertos en combate, al medio millar de suicidados por la indiferencia oficial demostrada por los gobiernos civiles que precedieron a la rendición y la humillante entrega del archipiélago y las islas del Atlántico Sur que han hecho los gobiernos cipayos, para quienes la soberanía no tiene ningún valor, mucho más en tiempos de confusión libertaria, cuyo mandatario se arrastra ante el presidente republicano, Donald Trump y sus apetencias imperiales decadentes.

La deuda hambrea

 La deuda del Sur Global en permanente incremento, condena a millones de seres humanos a no estudiar, comer poco o nada y carecer de asistencia sanitaria.

Sergio Ferrari / Para Con Nuestra América
Desde Berna, Suiza

En los últimos seis años, casi el 70% de los países que las instituciones internacionales definen como “en desarrollo”, enfrentaron problemas de sostenibilidad para cumplir con sus obligaciones internacionales. Solo en 2023, esas naciones se vieron obligados a destinar una media del 16% de los ingresos por exportaciones para pagar el servicio de la deuda (
https://news.un.org/es/story/2025/03/1537296).

Ahora que sabemos

 Ahora que sabemos –porque cayeron todos los velos y ya no aspiran siquiera a encubrir el horror– que las clases dominantes están dispuestas a masacrar pueblos enteros para seguir en el poder, sin encontrar mayores resistencias en las mal llamadas democracias, del Norte o del Sur, de modo que pueden hacerlo con total impunidad. 

Raúl Zibechi / LA JORNADA

Ahora que sabemos que los hornos crematorios funcionan en plena democracia electoral, habiéndose convertido en el nuevo paradigma de la civilización occidental, capitalista, colonial y patriarcal; una realidad que ha superado el aserto del filósofo Giorgio Agamben, para quien el paradigma de la modernidad es el campo de concentración y de exterminio, y no la ciudad con sus luminarias hijas del progreso. 

Ahora que sabemos que el genocidio y el campo de encierro a cielo abierto son la estructura central de la dominación, sustituyendo al panóptico que durante largo tiempo modeló los cuerpos para el control social y la explotación; ahora, podemos reconocer el triunfo del nazismo como modo de imponer autoridad. Por eso, decirle “fascista” a cualquier autoritarismo puede incluso invisibilizar lo central: la violencia desnuda del arriba para contener a los abajos. 

Un golpe al corazón de la OTAN

Tal parece que si la OTAN entra en una crisis estructural no será por enfrentarse con Rusia ni por combatir a China.

Daniel Kersffeld / Página12

La Alianza Atlántica parece resquebrajarse por las disidencias internas, primero, ante el giro de Washington ante Moscú y por la estrategia que seguiría Europa en la defensa de Ucrania. Sin embargo, ahora las tensiones se han extremado con el interés de Estados Unidos por apropiarse de Groenlandia, territorio autónomo perteneciente a un aliado incuestionable: el reino de Dinamarca. 

sábado, 29 de marzo de 2025

Europa: ¿estudiar la historia ayuda a no repetir errores?

 Los políticos europeos parecen olvidar en estos días el ambiente que precedió a la Primera Guerra Mundial, cuando eufóricamente los jóvenes eran enviados al matadero que significó la guerra de posiciones en donde encontraron la muerte en las trincheras hasta 30 millones de personas…

Rafael Cuevas Molina / Presidente AUNA-Costa Rica 

Con frecuencia se dice que el pasado hay que conocerlo para no volver sobre las huellas que, eventualmente, nos llevaron por caminos que desembocaron en desgracias. Eso han tratado de hacer los alemanes, por ejemplo, y llevan 80 años dándose con una piedra en el pecho por los crímenes que cometieron los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Los mismos alemanes nos muestran también cómo esa memoria es siempre una lectura selectiva en función de intereses del presente, y eso queda en evidencia cuando escatiman los méritos en la victoria sobre el fascismo que tuvo la Unión Soviética y se los trasladan a Estados Unidos. Quién sabe si no ahora, que su otrora idílico aliado les ha dado la espalda, construyen otra narrativa, esta vez acorde con los nuevos balances geoestratégicos en construcción del orden mundial.

Mundo nuevo

 Si el sentido común de nuestro tiempo nos mueve quizás al pesimismo y la incertidumbre, hay también un buen sentido histórico que nos dice que nada está escrito aún sobre nuestro futuro, por complejos que sean los desafíos de nuestro presente.

Guillermo Castro H./ Especial para Con Nuestra América
Desde Alto Boquete, Panamá

“Se vino abajo el mundo viejo, y es natural que se acumulen ahora, piedra a piedra, los materiales del que ha de reemplazarlo. Los hombres se dan en esto una prisa gloriosa; pero cegados con el polvo de la fábrica, encorvados bajo el peso de los materiales que allegan con sus manos y acarrean en sus hombros, no bien seguros todavía de lo que darán de sí cuando se empalmen y en acomodación juiciosa enseñen la nueva fábrica del mundo, sucede que no alcanzan los hombres aún más que a presentar y bosquejar confusamente, en consecuencia de lo que tienen conocido,  el resplandeciente mundo nuevo.”

José Martí, “Fragmentos” [1885 – 1895]. [1]

 

Trascender el resplandor del que habla Martí va siendo ya indispensable para comprender la formación del mundo nuevo, que va tomando forma en los tiempos en que vivimos. Para Martí, como el liberal demócrata que era a fines del siglo XIX, cuando el liberalismo clásico constituía la visión hegemónica del mundo, había evidencias a su alcance que no están disponibles de modo igual en nuestro tiempo.

Migraciones inversas

 No solo es inédito, sino inaudito. Los migrantes van de regreso, pero a la fuerza: incluso a otro país que no es el de su origen y, en una condición mucho peor: salieron en busca de una vida mejor para ellos y sus familias y los deportan en calidad de delincuentes. 

Jaime Delgado Rojas / AUNA-Costa Rica

En Nuestra América se les retiene en México, la frontera tapón, atendiendo a la buena voluntad del gobierno, de crearles alguna condición que no violente sus ya diezmados derechos. Pero están los que van a Guantánamo, la base de ocupación norteamericana en la isla de Cuba, donde se les pone al lado de los prisioneros asiáticos, del mundo musulmán, acusados de terroristas: estos nunca han tenido un proceso mínimo judicial durante décadas. Igual condición sufren los migrantes expulsados por Trump, algunos venezolanos cuyo único delito es ser nacionales de la patria de Bolívar. Guantánamo, esa base militar norteamericana, ha sido convertida en la cárcel más indigna del hemisferio occidental. Otros, con igual mala suerte son enviados a El Salvador. El presidente Bukele ofreció a Trump las cárceles de sus maras y ahí, desde su momento de llegada han sido recibidos como vulgares terroristas y narcotraficantes. En fin, también le han mandado a Bukele presuntos traficantes de los carteles y, en sus megacárceles no se hace ninguna diferencia de trato a los que ahí son recluidos.