El Perú del sur andino que más allá de filiaciones partidistas sintió que por fin uno de los suyos había llegado a la presidencia, sigue en revuelta contra ese orden reaccionario, racista, clasista y corrupto que los grandes medios llaman democracia.
Carlos Figueroa Ibarra / Para Con Nuestra América
Desde Puebla, México
Las noticias que leo sobre Perú son estremecedoras. Desde el momento en que el presidente Pedro Castillo fue derrocado por estos nuevos golpes de estado que se observan desde el derrocamiento de José Manuel Zelaya en Honduras (2009) y Fernando Lugo en Paraguay (2012), la “democracia” rescatada por los golpistas ha sido al Perú en un baño de sangre. En el momento de escribir estas líneas la impuesta presidenta Dina Boluarte lleva 41 días ejerciendo la primera magistratura del país y suman también 41 las personas que han sido asesinadas por las fuerzas represivas de su gobierno. En total, Perú suma 49 asesinados desde el 7 de diciembre cuando fue Castillo fue destituido y encarcelado.