Un termómetro para medir el éxito de los gobiernos progresistas de las dos primeras décadas del siglo XXI en América Latina, es la reacción que han tenido sus sucesores de derecha con quienes los lideraron.
Rafael Cuevas Molina / Presidente AUNA-Costa Rica
El caso boliviano, con sus propias particularidades, se constituyó también, literalmente, en otro campo de batalla. Ahí hubo verdaderas guerras campales que amenazaron con dividir el país, escenas de racismo desbocado e imágenes medievales como las de líderes de la derecha hincados con la Biblia en la mano en la entrada al palacio de gobierno en La Paz.