sábado, 25 de abril de 2020

Centroamérica: migrantes en la pandemia

Rechazados por todos, incluso por aquellos a los que hubiese estado destinado el fruto de sus sacrificios, los migrantes centroamericanos se encuentra en un limbo que más se asemeja al infierno.

Rafael Cuevas Molina/ Presidente AUNA-Costa Rica

En nuestros tiempos, ser migrante es un estigma. En ellos se expresan las enormes falencias y contradicciones que nos agobian, las guerras devastadoras; las grandes hambrunas; las catástrofes producidas por el cambio climático; el desempleo; las epidemias; la violencia del crimen organizado. Se trata de grandes desplazamientos forzados y no, cómo el otrora vicepresidente de Guatemala Jafeth Cabrera dijera alguna vez, de gente que se va de su país “porque quiere”, como si de ir de vacaciones se tratara.

El odio a los apestados, la vieja heterofobia

Las epidemias sacan lo mejor y lo peor en los seres humanos. Lo peor hoy es que se ha agregado  al  repertorio del odio heterofóbico además del color, la ideología, la etnia, la orientación sexual, el estar infectado de un virus. ¿Qué nos pasa?

Carlos Figueroa Ibarra / Especial para Con Nuestra América
Desde Puebla, México

El odio a los extraños, a los que no son nosotros mismos, a las otredades, lo que en ciencias sociales llamamos heterofobia, acaso sea tan viejo como la humanidad misma. En el siglo XII, después de años de asociar a los gatos (principalmente a los de color negro) con Satanás, se desencadenó en Europa medieval una matanza de ellos. Algo que nos parece tan absurdo hoy día, se convirtió en sustrato ideológico de una infamia contra una especie animal. En este caso la otredad negativa lo encarnaba un gato. Realmente el odio era hacia la mayor de las otredades cristianas: el Diablo. Éste pasó de instigar al mal a las personas, a encarnarse en seres vivientes. Así, la mujer pasó de ser  tentación pecaminosa para el hombre, a una nueva encarnación de Lucifer. Entre el siglo XV y el XVII, cientos de miles acaso un millón de mujeres, fueron martirizadas y/o quemadas en la hoguera acusadas de   brujas, es decir agentes del demonio. Silvia Federici,  en su magnífico Calibán y la Bruja, nos ha enseñado que ese enorme genocidio se hizo para arrinconar a las mujeres en las tareas domésticas, algo indispensable para el despegue del capitalismo.

Guatemala: Carta abierta en torno a las tentativas de asesinar al comandante César Montes

Cesar Montes ha visto en serio peligro su vida. Durante los meses de septiembre y octubre se implementó un operativo de 600 efectivos que fueron a buscarlo a su domicilio no con el propósito de arrestarlo sino de asesinarlo pretextando una supuesta resistencia. También las fuerzas armadas desplegaron un amplio operativo de rastreo en la Sierra de las Minas con los mismos propósitos. 

18 de abril de 2020.

Dr. Alejandro Giammattei
Presidente de la República de Guatemala
Dra. Michelle Bachelet
Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU.

Los suscritos nos dirigimos ante ustedes para denuncia la campaña de odio que en Guatemala se viene realizando desde hace varios meses en contra del antiguo comandante guerrillero César Montes. Con preocupación hemos visto proliferar en distintos medios de comunicación y redes sociales ataques violentos en contra del principal dirigente de la Fundación Turcios Lima, ataques en los cuales incluso se incita a asesinarlo. Fue culpado de manera injusta del asesinato de varios soldados  en un enfrentamiento que además dejó varios campesinos heridos en el mes de septiembre de 2019 en la aldea Semuy II en el municipio de El Estor, departamento de Izabal en Guatemala. En un  comunicado fechado el 16 de abril del presente año,  una agrupación denominada Asociación de Finqueros de Cobán acusa a la Fundación Turcios Lima y al Comité Campesino del Altiplano de ser organizaciones encubiertas del crimen organizado y de ser las organizadoras de invasiones de fincas en el departamento de Alta Verapaz. También acusa a César Montes de ser autor intelectual de dichas invasiones.

La pandemia no es el fin del capitalismo

El capitalismo sólo desaparecerá cuando las relaciones sociales que la sustentan se disuelvan. Es decir, cuando las luchas de los trabajadores y sus salarios no les permitan a los capitalistas acumular.

Marco A. Gandásegui, h. (Q.E.P.D.) / Para Con Nuestra América
Desde Ciudad Panamá

La pandemia del coronavirus no es el fin del mundo. Tampoco es el fin de la historia. No podemos decir que la pandemia liquidará el capitalismo. Hay muchos pensadores que postulan estos desenlaces pensando en los terribles sufrimientos que el coronavirus le está causando a la humanidad. A pesar de ello, el mundo seguirá su camino, sacudido y golpeado por la pandemia. Las clases dominantes seguirán escribiendo su historia. El capitalismo aprovechará esta crisis para reforzar sus puntos débiles y continuará haciendo estragos de la naturaleza, así como de las mujeres y hombres que somete a su explotación.

Panamá en pasado mañana

En Panamá, una salida a la crisis que se limite a ampliar las contradicciones internas del modelo de desarrollo vigente terminaría poniendo en riesgo las funciones que hoy cumple el país en el sistema mundial.

Guillermo Castro H. / Para Con Nuestra América
Desde Ciudad Panamá

La premisa de que la enfermedad y la muerte son hechos naturales, mientras la salud – que no se reduce a la ausencia de enfermedad – es un producto del desarrollo social nos remite a las formas de organización del trabajo humano que produce ese desarrollo. Sin duda, se trata de un tema en el que inciden múltiples factores de orden ecológico, social, cultural y político. Aun así, en el análisis de las relaciones entre estos elementos el objeto a considerar “es en primer término la producción material. Individuos que producen en sociedad, o sea la producción de los individuos socialmente determinada: este es naturalmente el punto de partida.”[1]

¿Nueva fase histórica de los derechos laborales?

En la región se ha abierto una nueva fase histórica de desarrollo de las relaciones de trabajo, en la cual el impacto del desempleo, el subempleo y el recorte salarial de amplios sectores de trabajadores, demanda nuevas soluciones económicas, sociales y legales, de previsiones inéditas.

Juan J. Paz y Miño Cepeda / www.historiaypresente.com

El régimen económico de latifundios, haciendas y plantaciones predominó en América Latina al constituirse los Estados nacionales. En consecuencia, la esclavitud perduró, y solo fue abolida desde mediados del siglo XIX. Las variadas formas de sujeción servil sobre los campesinos y pequeños productores se impusieron largamente. La condición miserable de los indígenas se extendió hasta el siglo XX. Fueron las reformas liberales y las que impulsaron los radicales, las que conquistaron derechos civiles y políticos de carácter individual, que ampliaron las bases ciudadanas.

La comunidad y su potencial para enfrentar la pandemia

Se trae a colación la Primavera del Ixcán en este momento en que nos afecta la pandemia por covid-19, en torno a la cual el Estado presenta un sistema de salud raquítico producto de décadas de privatización y de saqueo neoliberal y de la crisis económica y social, que se agudizará en la medida en que dicho problema crezca y se extienda territorialmente.

Mario Sosa / Para Con Nuestra América
Desde Ciudad de Guatemala

A finales de la década de los 90 tuve la oportunidad de conocer con cierta profundidad el proceso de Primavera del Ixcán, síntesis de las comunidades de población en resistencia. Insertos en una microrregión de asentamiento q’eqchi’, los integrantes de esta comunidad, pertenecientes a por lo menos diez orígenes culturales, solían hacer una diferenciación sencilla pero sustancial entre su comunidad y las otras a las cuales llamaban aldeas: «Nosotros somos comunidad porque estamos organizados. Las aldeas no».

Argentina: El tiempo detenido

El tiempo se ha detenido en un mundo quieto. En un mundo enfermo cuya humanidad está internada o en sus casas o en hospitales. El tiempo se detuvo, se paró el reloj en casa y a nadie le preocupa, cada uno sigue dando vueltas alrededor de la mesa, la cama, la cocina o el patio. 

Roberto Utrero Guerra / Especial para Con Nuestra América
Desde Mendoza, Argentina

Todo ha variado en estos meses, la cuarentena obligatoria ha modificado todo, ha cambiado la realidad y su percepción y quizás… ha detenido el tiempo. Algo imposible, pero puesto en duda en momentos en que todo es puesto en duda. La única certeza dentro de la incerteza a que nos somete la pandemia, es que todo va a cambiar. Eso al menos pensamos la gente común, las de mayor riesgo.

Las sociedades y personas que las componemos no vamos a ser las mismas. Esta experiencia extrema de aislamiento y retraimiento nos ha hecho valorar los verdaderos valores, aunque suene redundante. Esto son afectos que contienen y escasos bienes y servicios.

La impunidad política de un genocida: a propósito de la muerte de Sergio Onofre Jarpa

El 19 de abril ha fallecido Sergio Onofre Jarpa a los 99 años. Tal vez, para las generaciones actuales no le diga mucho su nombre. Pero, para muchos adultos mayores este prohombre de la derecha política chilena del siglo XX es un mal recuerdo y un ser maligno. 

Juan Carlos Gómez Leyton / Especial para Con Nuestra América
Desde Santiago de Chile

Sergio Onofre Jarpa
Efectivamente, Sergio Onofre Jarpa, fue un político chileno activo por varias décadas en la vieja democracia nacional pre 1973, responsable directo de su destrucción al respaldar e incitar el derrocamiento del gobierno del presidente Salvador Allende y de la Unidad Popular en septiembre de 1973. Responsable directo de la persecución, encarcelamiento y muerte de numerosos opositores de la dictadura militar de Pinochet, especialmente, cuando asumió como ministro del interior de la dictadura (1983-1985) con el objetivo de frenar y controlar la protesta ciudadana en contra de Pinochet. Por eso, Jarpa, no fue un “cómplice pasivo” de las violaciones de los derechos humamos, sino un “cómplice activo”.

José Carlos Mariátegui: Amauta de nuestra América

Ahora que ha cumplido noventa años de su partida física, la vida y obra de José Carlos Mariátegui espera nuevas lecturas para este siglo XXI; la vigencia de sus postulados entorno del socialismo indoamericano y sus aportaciones útiles para las luchas actuales y venideras, están en la profundidad de su análisis que reconoce la particularidad de la realidad sin perder el hilo general del capitalismo global.

Cristóbal León Campos / Especial para Con Nuestra América
Desde Mérida, Yucatán. México.

I

A través de un “Boletín Extraordinario”, la revista Amauta anunció el 16 de abril de 1930, el fallecimiento del revolucionario peruano José Carlos Mariátegui, quien, desde principios de ese año forzado por el deterioro de su salud, se encontraba postrado bajo cuidados médicos y familiares. Amauta, órgano que Mariátegui había fundado en 1926, informó diariamente a los trabajadores, estudiantes e intelectuales que seguían con interés y preocupación la condición de su enfermedad, al darse a conocer la noticia de su partida física, pudo leerse entre otras líneas las siguientes: “El proletariado acaba de perder a uno de sus mejores guías, uno de sus más calificados portavoces […] Muere en su fe materialista. Muere encarecidamente perseguido como todo militante leal a la causa de la emancipación del proletariado […] Mariátegui, su memoria, su vida, su obra, pertenecen al proletariado. El reivindica para sí esta herencia. Sabrá defenderla de toda mitificación interesada, sabrá elevarla con el valor digno del hombre y del maestro […] Su vida es nuestro ejemplo, su obra, una inquebrantable afirmación, su cadáver, una protesta”.

La faz social de América Latina y del Brasil

La esperanza es que la pandemia, que no hace distinción de clase, enseñe que el Estado sí tiene un papel preponderante para asegurar a los más pobres y vulnerables una amplia y eficiente red de protección social. Menos ajuste fiscal y más justicia social.

Frei Betto / Para Con Nuestra América

Agradecemos la traducción y envío del texto a nuestra colaboradora Silvana Gomes.

Hoy, de los 7,7 billones de habitantes del planeta, 569 millones viven en América Latina. Según la Oxfam, la pandemia debe aumentar el número de pobres en nuestro continente, pasando de 162 millones para 216 millones, o sea, otros 54 millones más de personas con una renta diaria inferior a USD 5.5.  Actualmente sobreviven en la extrema pobreza 67,5 millones. Número que podrá llegar a 90,8 millones.

¿Está el mundo en manos de un sicópata?

Su ego gigantesco, la suposición de que es merecedor de todos los elogios, además de sus apreciables manifestaciones de autoritarismo, prepotencia y arrogancia, su menosprecio por la gente, su necesidad de ser admirado y lisonjeado, su falta de empatía con personas incluso cercanas, su agresividad en el discurso y en su gesticulación van configurando en Donald Trump un perfil que calza perfectamente con el de un paciente con rasgos sicopáticos.

Sergio Rodríguez Gelfenstein / Especial para Con Nuestra América
Desde Caracas, Venezuela

En el 150 aniversario del natalicio de V.I. Lenin.

A Luis Sepúlveda, hermano, amigo y compañero,
 quien nos dejó antes de tiempo
 para seguirnos acompañando
 con la grandeza de su corazón gigante, 
con su generosidad sin límites
 y con su consecuencia irreductible.

Desde hace un tiempo vengo diciendo que ya a nadie le debe sorprender que haya presidentes con antecedentes delictivos, asesinos, genocidas, violadores de derechos humanos, narcotraficantes, paramilitares, homofóbicos, racistas, o xenófobos. No creo que cualquiera de esas condiciones -algunas o todas- sea fundamento de asombro. Al revés, ello es consustancial con el sistema capitalista que arrastra todas esas lacras, por lo que poner a uno de los suyos en el más alto lugar de la administración es lo natural.

Relaciones indecentes

Los juegos políticos en época de crisis ponen en riesgo la vida de millones de personas. 

Carolina Vásquez Araya / https://carolinavasquezaraya.com

Que nos vamos a contagiar, parece ser un hecho ineludible. Que algunos vamos a morir, también. De hecho, estamos presenciando en primera fila un suceso capaz de poner en jaque no solo nuestra capacidad de supervivencia, sino también –y muy importante- nuestra sensibilidad humana, nuestro sentido comunitario y nuestra forma de afrontar la incertidumbre con respecto al futuro, algo tan ajeno a nuestras expectativas. La pandemia que ha paralizado al mundo revela las falencias con relación a la capacidad de la ciencia y la medicina -cuyos avances no parecen suficientes ante el ataque de un virus desconocido-, sino también la falta de certeza sobre los mecanismos detrás de decisiones trascendentales de las cuales depende la vida humana.

El virus de la hipocresía

¿Qué sigue a la pandemia? Por como van las cosas, más capitalismo. ¿Por qué habría de cambiar eso? Y para peor: quizá un capitalismo fortalecido, más autoritario y controlador. La búsqueda del socialismo, por tanto, sigue vigente. 

Marcelo Colussi / Para Con Nuestra América
Desde Ciudad de Guatemala

La pandemia existe, los muertos ahí están, pero algo no termina de estar claro. En estas semanas se ha desatado una alarma monumental a escala planetaria, una psicosis colectiva que ha orillado a buena parte de la población mundial a un estado verdaderamente de pánico irracional, de terror. Primero fueron las compras enloquecidas (el papel higiénico, por ejemplo), luego las mascarillas, que en algunos casos hasta decuplicaron sus precios (y en algunas circunstancias, se vendieron recicladas). Tampoco faltaron agresiones contra portadores del virus en distintas partes del mundo, o contra sospechosos de serlo. Incluso se llegó a la aberración de atacar a personal de salud (médicos/enfermeros) por ser posibles agentes transmisores. A partir de la declaración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de “virus chino”, no faltaron tampoco agresiones y discriminaciones contra población con rasgos orientales en cualquier parte del orbe.

La pandemia mundial

Cuando todo empezó a finales del año 2019 en Wuhan, capital de la provincia de Hubei, China, nadie pudo imaginar la inefable trascendencia que iba a tener, la mayoría de personas se confiaron y decían; “es una simple gripe, nadie morirá por eso”.

Henry Navarrete Chilán / Especial para Con Nuestra América
Desde Quito, Ecuador

Pero no, muchos erraron en sus pronósticos, la simple gripe se convirtió en una poderosa arma de destrucción masiva, un enemigo que no lo podemos ver ni tocar, una pandemia que ha contagiado a más de 2 millones de personas en todo el mundo y provocado la muerte de casi 130.000, además de estar presente en 185 países. Cifras que irán variando a los posteriores días que se reporten nuevos casos.

La COVID-19 no es una simple gripe, es una infección respiratoria que comienza con; fiebre, tos seca, malestar al cuerpo, dolor de garganta y secreción nasal, al cabo de una semana puede provocar falta de aire y posteriormente la muerte.

sábado, 18 de abril de 2020

Costa Rica: coronavirus, nacionalismo, xenofobia

Mucho se ha escrito en estos días del posible “mundo nuevo” que podría surgir de esta situación crítica por la que atraviesa el mundo. La xenofobia debería ser, por cierto, uno de los fenómenos que no deberían existir en ese futuro utópico.

Rafael Cuevas Molina/ Presidente AUNA-Costa Rica

El gobierno de Costa Rica redobló la vigilancia
policial de la frontera con Nicaragua.
En Centroamérica, Costa Rica es el país que ha logrado construir con más éxito su Estado nacional y, consiguientemente, es el que en la región posee el nacionalismo más sólidamente afincado en valores compartidos. No tiene los problemas que, por ejemplo y en las antípodas, tiene Guatemala, en donde el nacionalismo hegemónico no logra incorporar “naturalmente” a amplios contingentes de población indígena que no son totalmente incorporados al imaginario dominante de lo que es ser guatemalteco.

Más allá de la crisis sanitaria

En el fondo, lo que hoy vivimos es un cuestionamiento del rumbo que ha tomado la humanidad desde los inicios de la modernidad. Eso me induce a recordar  los aciagos tiempos de las pestes que asolaron Europa a finales de la Edad Media e inicios de la Modernidad.

Arnoldo Mora Rodríguez / Para Con Nuestra América

Desde hace varias semanas,  millones de seres humanos (sobre)vivimos en una cuarentena que, en la práctica, se  ha convertido en un especie de estado de excepción,  dadas las estrategias policíacas e, incluso, militares, a que los estados nacionales están recurriendo cada vez con más frecuencia y  mayor aceptación de la opinión pública,  para enfrentar con éxito desigual  los desafíos que nos lanza provocadoramente un virus no muy mortífero pero sí  extremadamente propenso a propagarse. Hoy la existencia misma de la, hasta ahora, notoriamente exitosa civilización moderna occidental se ve severamente cuestionada en sus valores fundantes. Esto me recuerda aquel pasaje bíblico, en el que se narra la visión del Profeta Daniel, quien vio una estatua imponente elaborada con todos los materiales más sólidos y preciosos  existentes, pero que tenía los pies de barro; por lo que bastó que se desprendiera un diminuto guijarro de una roca circundante  y golpeara un  talón de barro resquebrajado para  que la imponente estatua se redujera a polvo. Un virus ha hecho algo similar al hombre actual,  que se apresta a colonizar el sistema planetario pero  se muestra trágicamente incapaz de evitar una catástrofe que amenaza con   exterminar a miles  y miles de individuos pertenecientes a una especie que pomposamente se autocalifica de sapiens.

Agricultura: el camino a pasado mañana

La crisis de la gestión neoliberal de la globalización, que destruye en un mismo proceso las condiciones sociales, naturales y territoriales de producción en aras de la acumulación incesante de ganancias, nos permite ver con mayor claridad el importante papel que ha de desempeñar la agroecología (política) en el futuro de nuestra especie, donde la prosperidad será ante todo el principal soporte de la solidaridad.

Guillermo Castro H. / Especial para Con Nuestra América
Desde Ciudad Panamá

“los ecosistemas sostienen las economías (y la salud); pero las economías no sustentan los ecosistemas”
Miguel Altieri y Clara Nicholls[1]

La crisis detonada por el COVID19 pude, debe, ser encarada en dos planos. El más urgente consiste sin duda en proteger las vidas humanas. El más importante, sin embargo, consiste en mirar al futuro más allá de los males que encaramos hoy. Todos coinciden en que la pandemia cambiará el mundo. Que eso sea para bien o para mal, depende en una medida decisiva del grado de participación social bien informada en la formulación y la toma de decisiones en una amplia diversidad de campos de la vida humana.

¿Un segundo "New Deal" también para Latinoamérica?

Como en los años treinta, la pandemia mundial del presente renueva una lección histórica: ya no es posible acudir a los políticos tradicionales ni a los criterios de banqueros, inversionistas o empresarios interesados en el rendimiento exclusivo de sus negocios, y mucho menos a los economistas neoliberales.

Juan J. Paz y Miño Cepeda / www.historiaypresente.com

En su Historia del Siglo XX, el historiador marxista británico Eric J. Hobsbawm (1917-2012) sostiene que este “corto” siglo (no coincide con el cronológico) se inició con la Revolución Rusa de 1917, esencialmente porque se abrió la posibilidad de un nuevo sistema, distinto al capitalismo. Siguiendo su concepto, podría decirse que para América Latina el siglo XX-histórico se inició con la revolución mexicana de 1910 y particularmente con su Constitución del año 1917, porque esos procesos marcaron el lento camino de superación del régimen oligárquico, comenzó la cuestión social y despegó definitivamente el capitalismo, aunque a distintos ritmos entre los países.

¿Hacia dónde va Costa Rica?

El poder extralimitado de la oligarquía costarricense la ha segado al punto de pensar que  puede eximirse de contribuir solidariamente, quizá porque sigue pensando que sus riquezas son el fruto de su esfuerzo y capacidad, desconociendo el aporte de sus trabajadores –la mayoría mal pagados– y el soporte que le brinda la institucionalidad social pública  -esa que buscan desmantelar para privatizarla-, sin los cuales se moriría de hambre.

Álvaro Vega Sánchez / Para Con Nuestra América
“Vamos a celebrar
La misa del amor esta mañana.
Haremos una hostia, 
con masa de maíz, harina y esperanza.
En un filo de roca, 
Sobre el vientre de un cerro,
Consagraremos la hostia de la vida
Y el vino del derecho”.
Jorge Debravo.

La oligarquía  empresarial y financiera ha sacado sus sables para blandirlos con fuerza contra los trabajadores del sector público. Realmente, sus desmanes resultan repugnantes y desenfrenados. Se ha envalentonado por su poder extralimitado, conferido por los gobiernos de turno.  

Apelar a estas armas innobles, también, la delata en su debilidad ética para encarar situaciones adversas, que demandan, por parte de toda la ciudadanía costarricense, patriotismo, sensibilidad humana y solidaridad.

La peste en México, como anillo al dedo

El gobierno de López Obrador ha caminado a marchas forzadas desde 2019 para reparar el desastre neoliberal: 3 o 4 empresas acaparaban el 70% de las compras gubernamentales de medicinas,  hospitales se construían y se quedaban a medias, eran sobrefacturados y que decir del déficit de medicinas destinadas a la seguridad social. La epidemia viene como anillo al dedo porque es un acicate para cumplir de manera acelerada una de las metas del gobierno de la 4T.

Carlos Figueroa Ibarra / Especial para Con Nuestra América
Desde Puebla, México

Hace  dos semanas en la diaria conferencia de prensa, Andrés Manuel López Obrador dijo que la epidemia del Covid-19 le había venido a México “como anillo al dedo”. En las aguas procelosas en las que navega un gobierno progresista, la frase inmediatamente comenzó a ser utilizada como arma de ataque por todo el establishment neoliberal  dentro y fuera de México. Un cardumen de orcas y tiburones se abalanzó al presidente mexicano y la frase comenzó a ser utilizada como prueba de su incompetencia, acaso de su locura. ¿Como anillo al dedo? La peste siempre es una calamidad, sobre todo si sobrepasa la capacidad de respuesta que una sociedad puede tener ante ella. En Italia, España, Francia y  en Estados Unidos de América, ante el déficit de respiradores o de unidades de cuidado intensivo, el personal médico tuvo que tomar la dolorosa decisión de sacrificar a los ancianos y con mayor razón si eran hipertensos, insuficientes renales o diabéticos.

México: Mientras la pandemia nos alcanza, el nuevo escenario criminal del país empeora

El pronóstico es de pesadilla. Mientras la pandemia nos alcanza, el nuevo escenario criminal del país empeora. Estamos ante un terreno desconocido. Mientras más dure la contingencia, será mayor el riesgo de que la mixtura entre la crisis sanitaria y el narcotorne a un estallido de ingobernabilidad. 

Abraham Trillo  / Para Con Nuestra América
Desde Morelia, Michoacán. México.

En tiempos donde en varios países el COVID19 genera respiro en la guerra contra la delincuencia organizada y la violencia aparejada, para México no existe tregua. De acuerdo al Informe de Seguridad del gobierno federal (Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, 2020), marzo fue el mes más violento del 2020. Las cifras reveladas por el gabinete de seguridad, exhiben que ese mes aportó 2 mil 500 homicidios al cierre trimestral estimado en 7 mil 300 homicidios dolosos.

Diez curiosidades en tiempos de coronavirus

El enfrentamiento a la pandemia de coronavirus ha generando actuaciones curiosas de ciertos personajes. Vale la pena rescatar algunas de ellas porque permite entender mejor la posición de cada actor en la lucha contra el virus.

Sergio Rodríguez Gelfenstein / Especial para Con Nuestra América
Desde Caracas, Venezuela

1) China ha enviado ayuda humanitaria a América Latina. Algunos de los países adonde ha llegado la cooperación china ha sido Venezuela que recibió una comisión de ocho especialistas chinos para sumar esfuerzos ante la crisis del coronavirus. El equipo estaba compuesto por médicos y científicos con experiencia en el tratamiento del virus durante su pico más alto en el país asiático. Junto a ellos, llegaron 22 toneladas de equipos médicos, entre ellas 500.000 pruebas rápidas, ventiladores, trajes de protección, lentes, mascarillas y guantes. Antes de esta última ayuda, ya habían llegado 55 toneladas de material médico y se esperan más.

Una carta histórica al pueblo estadounidense

En el actual panorama mundial, en pleno azote de la pandemia del COVID-19, el imperialismo estadounidense acompañado de gobiernos lacayos de la región sudamericana, se empeña en agredir la soberanía y la autodeterminación de la República Bolivariana de Venezuela, importándole únicamente sus anhelos de saqueo y destrucción.

Cristóbal León Campos / Especial para Con Nuestra América
Desde Mérida, Yucatán, México.

En la historia se registran diversos intercambios epistolares que hoy sobresalen por la profundidad de las ideas plasmadas, la participación de personajes (mujeres y hombres) relevantes en el acontecer mundial y por el contexto temporal en que se suscitaron. El devenir político, cultural, económico y social, se ha enriquecido de esas correspondencias, pero pocas veces, ha registrado un intercambio entre el mandatario de una nación y un pueblo ajeno, por parecer condenados al enfrentamiento, pues más allá de las voluntades de unos y de otros, los deseos egoístas de posiciones imperialistas y neocolonizadoras, privan la posibilidad de diálogo a las partes en cuestión. En su momento, grandes líderes sociales y revolucionarios emitieron discursos gloriosos y/o recados a naciones encontradas, Fidel Castro dio muestra de ello, al enviar en más de una ocasión, mensajes de paz y concordia al pueblo de los Estado Unidos, queriendo despertar la conciencia humana aparentemente dormida entre los habitantes del imperio, para así evitar guerras interminables cuyo único final es la perdida de vidas humanas y daños irreparables a los pueblos enfrentados por mezquinos deseos de poder.