El arqueólogo Fernando Moscoso dirige el proyecto "Historial para la paz", que se dedica al campo de los museos y la memoria histórica en comunidades mayas, con énfasis en la etapa del genocidio que tuvo lugar en Guatemala durante el reciente conflicto armado interno de 36 años de duración.
En entrevista con Argenpress.info, Moscoso retoma el tema de la memoria histórica en su país, porque "si no tenemos ese referente, cuando volteamos a ver solo tenemos un vacío que nos impide entender por qué nos estamos comportando como nos comportamos en tanto sociedad".
Ese vacío es el del genocidio cometido durante la guerra civil: "El genocidio no fue una acción aislada, una simple táctica de guerra. Fue algo mucho más integral. El Estado completo estuvo al servicio de estas tácticas genocidas donde el objetivo no era simplemente terminar con un problema militar que se había planteado entre gobierno de turno y la guerrilla. Hay que destacar que la gran mayoría de las víctimas no fueron, precisamente, los guerrilleros sino población civil no combatiente. Población que sufrió muertes espantosas, ejemplificantes dentro de la lógica de esa guerra, ejemplificantes para otras comunidades civiles. Víctimas cuyos cuerpos fueron a parar a fosas clandestinas, o en muchos casos ni siquiera fueron enterrados, para que otra población civil los viera y "aprendiera". Todo aquel que disentía podía correr esa suerte. Todo esto no fue reconocido por el Estado, y hoy no hay programas para atender seriamente esa enorme masa de víctimas. No existen, por ejemplo, programas de salud mental oficiales para atender a los sobrevivientes y devolverles un poco de tranquilidad espiritual luego de todo lo padecido", explica Moscoso.
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