Edelberto Torres-Rivas.
La sociedad guatemalteca se parece a un oscuro edificio, de una extraña forma triangular, de aspecto contradictorio de lejos y desagradable de cerca, que produce la impresión de haber sido construido por múltiples arquitectos, unos de muy mala calidad profesional, y que, disímil, pareciera estar a punto de implosión.
Hasta aquí, sin duda, es una edificación a la que parece que nunca se le dio el mantenimiento necesario. Más arriba, en los sucesivos pisos el edificio va ganando en limpieza y proporcionalidad, dando una sensación de bienestar cuando culmina finalmente en lo alto con un moderno estilo señorial, ligero y elegante. El contraste de su sección superior es visible por la limpieza, el orden y la dignidad de sus espacios llenos de luz, con flores y mucho sol. Y porque se encuentra, socialmente lejano y culturalmente ajeno de la gente que se encuentra en la base de este enorme triángulo de base muy ancha.
¿Tiene cinco o tres pisos? Parece un edificio de tres niveles hacia arriba y dos ocultos, hacia abajo. En el interior de esta desfigurada construcción, contradictoria, conviven con disgusto casi general más de 11 millones 361 mil 330 guatemaltecos y guatemaltecas...
¿Tiene cinco o tres pisos? Parece un edificio de tres niveles hacia arriba y dos ocultos, hacia abajo. En el interior de esta desfigurada construcción, contradictoria, conviven con disgusto casi general más de 11 millones 361 mil 330 guatemaltecos y guatemaltecas...
Este ensayo es parte de la antología Centroamérica: entre revoluciones y democracia, organizada y presentada por Jorge Rovira Mas, Colección del Pensamiento Crítico Latinoamericano editada por CLACSO Coediciones con Siglo del Hombre editores (Colombia, 2008) y PROMETEO editores (Buenos Aires, 2008).
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