sábado, 22 de febrero de 2020

Argentina: Elogio del cinismo

Todos los pasos dados a partir del 10 de diciembre pasado han sido consensuados con el Congreso de la nación. Congreso que no participó ni en la gestión con el organismo financiero ni el monto y cantidad de las remesas de dólares recibidos. Compromiso que ató de pies y manos al gobierno recién asumido y del que ahora, corean los distintos voceros de la alianza opositora, ruegan que no se profundicen las críticas, que no busquen responsables en pos de la convivencia y armonía.

Roberto Utrero Guerra / Especial para Con Nuestra América
Desde Buenos Aires, Argentina

El caradurismo puede llegar a extremos que, para poder describirlo, hay que hacer un elogio al cinismo. Tirar la piedra y esconder la mano. Que otro se haga cargo de los platos rotos. Hacer daño y negarlo. En definitiva negar, negar todo lo realizado. La negación quita responsabilidad, la traslada y la traslada justamente a quien intenta reparar el daño. Estrategia torpe, pero estrategia al fin. Picardía si se quiere, según sus consecuencias. Tal vez tolerable en un niño, jamás en un adulto, cuya responsabilidad está encuadrada en el marco jurídico, en las leyes que le recuerdan que es sujeto de derechos y deberes. Traducido a la mentalidad imperante, estas dos facultades se licúan en un solo término: privilegio y, quien solo tiene privilegios, es impune. Alguien que mantiene privilegios y es impune, indudablemente es poderoso, pertenece al selecto club de los ricos. Ejemplos cunden en un mundo al revés, desde el rubicundo y convencido amo del mundo hasta sus súbditos y lacayos del patio trasero.

En su desenfrenada carrera de voracidad financiera arrasaron con el país, crisis que acarreó una deuda impagable. Situación que ha generado una interminable negociación con el FMI, lugar donde también se han partido las aguas complicando a la institución por trasgredir su estatuto, como también separando directivos que se complicaron con la Alianza Cambiemos.

Todos los pasos dados a partir del 10 de diciembre pasado han sido consensuados con el Congreso de la nación. Congreso que no participó ni en la gestión con el organismo financiero ni el monto y cantidad de las remesas de dólares recibidos. Compromiso que ató de pies y manos al gobierno recién asumido y del que ahora, corean los distintos voceros de la alianza opositora, ruegan que no se profundicen las críticas, que no busquen responsables en pos de la convivencia y armonía.

Difícil de no hacerlo porque cada oficina o sector de la compleja administración pública da muestras del saqueo que, hasta emblemático resulta el joven macrista, Rodrigo Sbarra, que dejó olvidado en un cajón un sobre con u$s 10.000 en el ministerio de la producción. Claro, al solicitársele explicaciones, negó cualquier vínculo con ese sobre incriminatorio, aunque para ingresar a esa oficina había que sortear medidas de seguridad inusuales y su patrimonio personal subió de manera inexplicable como el de muchos otros funcionarios. Todos cortados por la misma tijera. Ex directivos del Banco Central y ministros de economía que se beneficiaron con sus acciones, incrementaron sus fortunas y las tienen resguardadas en el exterior y, por el momento, disfrutan de merecidas vacaciones luego de los estragos causados. Mientras se destraban causas judiciales frenadas por jueces amigos, como el dilatado caso del Correo Argentino o los peajes de autopistas que involucran al presidente Macri en particular, al ex presidente del Banco de la Nación, Javier González Fraga por haber dado un préstamo multimillonario a la empresa Vicentín que luego se presentó en convocatoria de acreedores, siendo que es una de las mayores exportadoras.

Un dislate inentendible, como inentendible es que con todo el daño colectivo causado, se muestren como ganadores, respaldados por ese 40% de votantes, lo que les da el derecho de criticar las medidas adoptadas por Fernández – Fernández.

Ejemplo de ello es el aumento de las jubilaciones y pensiones por decreto, dejando de lado la fórmula macrista. Ellos no entienden que congelar tarifas de servicios, combustibles, pisar el dólar en $63, no emitir moneda para no agrandar la base monetaria, pero sobre todo no generar inflación, además de rechazar préstamo pendiente del FMI, es una negociación compleja y ardua que, como resultado inmediato ha sido la baja del índice inflacionario de enero.

Cuando acusan el golpe si lo acusan, hablan de cuestiones climáticas, a tormentas o turbulencias como si estuvieran en pleno vuelo y un fuerte viento marcara el rumbo. Lo dijo el ex presidente. Lo dijo González Fraga. La culpa es de otro y, si es algo tal imprevisible como un factor climático, mejor.

Sin embargo la corporación judicial, una parte de la cual jugó a favor de los intereses macristas,  se niega a aceptar la solidaridad previsional que indica un aumento por decreto para todos los jubilados y pensionados del país. Solidaridad basada en beneficiar a la inmensa mayoría que cobra la mínima y luego los sueldos que exceden esa categoría, entre los que se incluye el cuerpo diplomático y el poder judicial. Indican que es inconstitucional, por lo tanto no quieren perder privilegios ya que, como siempre, no pagan impuesto a las ganancias. Sigue siendo el único poder incólume encargado de hacer cumplir las leyes. Es lamentable, aunque dada la dignidad que ostenta el Consejo de la Magistratura, reclama no tocar sus ingresos bajo ningún concepto, injerencia que sostienen, vulneraría su necesaria independencia y podría generar una ola de reclamos particulares. Desde luego, quienes más conocen y defienden el cumplimiento de las leyes, denuncian la inconstitucionalidad de la medida, la fragrante violación de la Carta Magna. Grave acusación dado el aberrante endeudamiento que obliga a medidas de emergencia drásticas, medidas adoptadas en forma conjunta entre el Ejecutivo y el Legislativo, a través del Congreso de la Nación. Es de destacar que el endeudamiento con el FMI en un 90% del PBI fue contraído entre el presidente Macri y Christine Lagarde responsable del organismo en 2018, hecho no cuestionado por el Poder Judicial.

Elogio al cinismo. Cinismo exacerbado del grupo de poder convencido de convencer al soberano para que coma de su mano las míseras migajas que arrojan al descuido. Propaladores del derrame mil veces comprobado que nunca se dio como la mano invisible del mercado que articula oferta y demanda. Ahora las tetas flacas de un estado raquítico deben amantar deudores y, si alcanza, las bocas resecas de una población que se arrastra para sobrevivir. Sobrevivir a tanta mentira y cinismo es la batalla cotidiana entre la esperanza de un instante de encuentro y la alegría de reconocer un nosotros que siempre estuvo, pero que la bandada de buitres tapó el sol y, cada tanto, filtra algún rayo prodigioso.

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