sábado, 5 de diciembre de 2020

Con la mochila al hombro. Cartas desde la cárcel (VII)

Con Nuestra América se une al clamor nacional e internacional por un proceso debido al Comandante César Montes, por el respeto a sus derechos humanos y constitucionales y por su seguridad sanitaria; por eso, semanalmente compartiremos páginas de su diario “Con la mochila al hombro. Cartas desde la cárcel”.



23 de noviembre de 2020

 

Hoy terminé de leer “Inés del alma mía” de Isabel Allende. 

 

Ya había iniciado la lectura del libro de Eduardo Villagrán, “En el camino andamos”. Leído unas páginas de Amadeo Brañas, historiógrafo; estos son mis nuevos compañeros de celda, son mi liberación. La “Editorial de la Rial Academia” me recuerda al Gato Viejo, Maco Quiroa, hijo emérito de Chicacao, caricaturista, escritor, columnista, revolucionario, incorruptible, mi hermano, fundador de esa famosa Rial Academia y cotizado pintor. Eduardo pertenece a esa generación de nuevos escritores y esa es su editorial. El libro de Villagrán fue encuadernado con grapas metálicas como en la época post colonial en Antigua Guatemala.

 

Había dado mi libro a un compañero preso. Acabamos de darnos cuenta de que en la requisa se lo llevaron. Seguro sus mentes ancladas en la era de la Inquisición, lo confiscaron para quemarlo. Deben haberse sentido satisfechos por el éxito de destruir las ideas contenidas en el texto de La guerrilla fue mi camino de Editorial Piedra Santa.

 

No es realismo mágico ni ciencia ficción escribir que existen animales antediluvianos gobernando esta sufrida patria.

 

Sigo soñando con una gran campaña de alfabetización y una edición de miles de libros para quitar los quinientos años de atraso que padecemos; que todos asumamos que hay que ser cultos para ser libres. En el sitio arqueológico de El Mirador esculpieron las historias del Popol Vuh sobre los gemelos y en los monolitos de Quiriguá están los glifos de sus costumbres y creencias. La obra del Rabinal Achí es precolombina y los códices que sobrevivieron a la Inquisición dan fe de la cultura prehispánica.

 

Ahora hay gente que dice desenfadadamente: “a mí no me gusta leer, me duermo, se me cansa la vista”. En una tierra de cultura milenaria, los criollos la han convertido en tierra de analfabetas y de alfabetizados que odian leer.

Hoy fui “ruso” de nuevo, no vino visita.

 

El día transcurrió con algunos jugando ajedrez, otros apostando en las barajas y el grupito que elabora veladoras aromáticas con figuras navideñas. En un mes la navidad, la nochebuena en el año más malo: la pandemia, dos ciclones, tormenta tropical y el gobierno más hijueputa de la historia.

 

El gobernante cree que ya capeó la tormenta. 

 

Esto apenas empieza. 

 

Los poderosos cantones de Totonicapán, anuncian que esta semana salen a manifestarse. Lo más seguro es que la lucha siga y siga. El repudio al gobierno no se debe sólo al presupuesto corrupto aprobado en el Congreso. Es la suma de desaciertos e incapacidades y la continuación de la contradicción con la vicepresidencia que le pidió la renuncia al inepto presidente. Los de abajo ya no quieren que él siga gobernando. Los gobernantes ya no pueden seguir con ese alto grado de corrupción, con esa obscena ambición de enriquecimiento. 

 

El pueblo ha dicho Basta, ha comenzado a caminar y nada lo podrá detener.

 

No puedo creer que se llevaran el libro de mi autoría. Alguien me comprará otro ejemplar de “La guerrilla fue mi camino”.

 

Espero poder inaugurar una biblioteca popular aquí.

 

25 de noviembre de 2020.

 

Dentro de un mes la navidad significará regalos, bebidas y comidas abundantes, a media noche champan, disparos al aire y juegos artificiales; todo esto en las clases altas, pudientes, de los riquillos y sus imitadores. Para la mayoría del país, en los barrios populares y campesinos, quizá tamal, abrazos, llanto, acompañados a lo máximo de aguardiente.

 

Los altos índices de pobreza extrema y desnutrición infantil severa es lo que caracteriza a Guatemala, conocida como el país de la eterna primavera. Eterna ha sido la dictadura de la derecha que ha empobrecido a este rico y saqueado país. Con excepción de la primavera democrática, el resto de la historia de esta patria la escribieron gobiernos de derecha liberal o conservadora.

 

Hoy que muchas y extensas zonas del territorio nacional están inundadas por los ciclones, después de las medidas extremas que el gobierno incapaz dictó por la pandemia del COVID, lo que les espera a las clases trabajadoras de la ciudad y el campo, son noches amargas, aguantar el hambre, enfermedades limitaciones económicas y lucha para sobrevivir.

 

Los sueños de los presos son acerca de la libertad.

 

Así, las mayorías de este país sueñan con liberarse del hambre y las necesidades económicas y la corrupción. “Y al despertar, el dinosaurio seguía ahí”, diría Tito Monterroso. Ya despiertos a enfrentar la pesadilla que significan los actuales gobernantes.

Sin embargo, los poderosos cantones indígenas de Totonicapán marchan diciendo fuerte y claro: “no venimos al diálogo, venimos a pedirte la renuncia; no hay nada que dialogar, le has declarado la guerra a los pueblos indígenas y resistiremos… vamos a sobrevivir”, son 48 cantones que les dan 48 horas al presidente para renunciar. 

 

Fue en Totonicapán en donde un líder indígena declaró la independencia de la capitanía general del Virreinato de la Nueva España en México y de la corona española. Se coronó como rey de la nueva nación indígena y se sublevó con miles de seguidores, fue derrotado como muchos líderes indígenas que se rebelaron.

 

Pero aquellos de entonces, ya no somos los mismos, nuevas generaciones se levantarán y harán temblar a los opresores de siempre. A eso le temen hoy.

 

Queda en la memoria histórica que hace doscientos años, en 1820 se rebeló Atanasio Tzul contra los tributos reales que las cortes habían eliminado y Fernando VII impuso de nuevo. Inicialmente impuso siete reales como impuesto para pagar al cura y exigió que se cumpliera con iguales derechos tanto para los mestizos (ladinos) como los indígenas. Ante la oposición de los caciques locales se alió a Lucas Aguilar y se declaró Rey de todos los indígenas y desconoció al Rey español. Duró 29 días la rebelión de los pueblos.  Derrotado lo azotaron desde el amanecer hasta el anochecer durante nueve días y fue encarcelado en Quetzaltenango. Pero esa gesta es tan importante como las de otros países que se les reconoce. Aquí se niega y la esconden.  Falleció en 1830 pero su ejemplo perdura hasta hoy, cuando los 48 cantones le dan 48 horas al presidente represor, incapaz y corrupto para que renuncie. La rueda de la historia sigue moviéndose y sólo en una dirección.

 

Al momento de escribir estos relatos, un detenido responde a otro, “aunque la jaula sea de oro no deja de ser prisión”.

 

Sigo siendo un preso político que espera una resolución política y no penal a su caso.

 

25 de noviembre de 2020.

 

El viernes nueva audiencia sobre el caso Cubilhuitz. 

 

Esperamos que en el caso prefabricado de usurpación agravada podamos desvirtuarlo desde el inicio y no amerite estar ligado a proceso. Si la justicia es pronta y cumplida, si no cede a la presión mediática y a los intereses políticos, deberá desestimarse la acusación porque no usurpé propiedad alguna ni instigué a hacerlo.

 

Debemos ser contundentes en las evidentes contradicciones del expediente que presentó el Ministerio Público (MP), deseo que no intenten darle largas al proceso. Seguro pedirán más tiempo para investigar y presentarán más testigos inventados, objetivamente no tienen nada, pero la presión política es alta, y las pruebas de que no impera la justicia, sobran en este reclusorio de máxima seguridad.

 

Cubilhüitz fue desde antes de la Conquista española, el camino donde confluían quienes viajaban a o desde Petén, los que venían o viajaban al Ixcán. Hace muchos años todos ahí eran los dueños. Los queqchíes poblaron ese cruce y encuentro de caminos, se le conocía como la Casa o Cubil de los Huitz. Nunca supieron que existiera el Registro de la Propiedad Inmueble y que ahí debían registrar la propiedad de sus tierras, según decreto del presidente Justo Rufino Barrios. Con la inmigración alemana, ellos registraron a su nombre esas y otras muchas tierras. Con la declaración de la segunda guerra mundial les confiscaron las tierras de los alemanes residentes. Al finalizar la guerra volvieron algunos alemanes a reconquistar esas tierras junto con los criollos y continuó el despojo de más tierra.Ahora son tierras en conflicto, en disputa, a pesar de que están inundados los territorios vecinos y el propio Cubilhüitz. La demanda por la tierra hace previsibles más ocupaciones de tierras, no se producirán por instigación mía o de mi organización. Seguramente será generado un previsible proceso conflictivo por el hambre, la falta de oportunidades de trabajo, comercio y/o tierra para producir los alimentos para sus hijos. El hambre de los pueblos es mala consejera y atenta contra la paz social.

 

He dedicado estos 23 años, desde la firma de los Acuerdos de Paz, a probar y demostrar que hay formas y sistemas alternativos a los planes del gobierno, más eficaces y que realmente pueden sacar de la pobreza a los campesinos indígenas y mestizos (ladinos) si trabajan organizadamente y con disciplina, basados en sus propios esfuerzos y pensando con su propia cabeza, sin corrupción ni paternalismo. Por eso me consideran un peligro para el sistema corrupto clientelar y neoliberal.

 

Recientemente, alguien ligado a las estructuras gubernamentales de inteligencia me envió una nota en la que me decía: “Lo van a despedazar y junto a usted desprestigiar y destruir a toda la izquierda”. No especulaba, citaba palabras textuales de organismos de contra inteligencia.Me enfrento a fuerzas muy poderosas, pero no me vencerán. Pueden condenarme a 50 años que, en mi caso, significa prisión por lo que me resta de vida, y eso me da la razón. Esa sentencia me hará una víctima política del sistema, y sólo saldría libre si cambia el sistema o por un acuerdo político.

 

26 de noviembre de 2020

 

Si se cumplieran las órdenes o presiones políticas, o lo que es peor las presiones económicas, puedo ser condenado a por lo menos 15 años por cada muerto, más los heridos considerados como intento de asesinato, serían más o menos 50 años. Eso representa condena a lo que me resta de vida. En el mejor de los casos saldría al cumplir 102 años, en supuesto de que los viviera.

 

Eso es lo que buscan, lo que pretenden. 

 

Algunos privados de la libertad me advirtieron que por experiencia propia saben que eso será el desenlace de mi caso.

 

En el mes de agosto al detenido Roberto Barreda del caso Siekavizza, no lo trasladaron al hospital a pesar de la orden, hasta que llegó sólo a morirse. Un ex ministro de Gobernación de apellido Camargo estuvo cuatro años en prisión preventiva, solicitó medida sustitutiva por estar con COVID19 no se la dieron y murió. Le fijaron fecha para revisión de su caso cuando ya estaba muerto.  Otro detenido por el caso “Bodegón” pidió veinte veces revisión de la medida, no se la dieron, cumplió cuatro años de prisión preventiva sin haberlo sentenciado, lo que significó el tiempo de condena que le hubiera correspondido. En el caso IGSS-Pizza el detenido murió de infarto a pesar de que ya había orden de libertad.  El 30 de septiembre de 2018, un detenido que debía salir el lunes 1° de octubre fue muerto en el motín de Pavoncito, un día antes del que indicaba su orden de libertad.

 

En mi caso, si enfermo de COVID19 (soy de alto riesgo), no me dejarán salir a ningún hospital por “ser de alta peligrosidad”, es decir, en otras palabras, no hay necesidad de condena, apuestan a que enferme y muera, como los ejemplos citados. Aún en el caso de salir al hospital, lo único que dan para el coronavirus es acetaminofén. O sea que, en mi caso, prolongar mi detención es condenarme a muerte sin lugar a duda.

 

Recibí la visita de “Bosque -cito”, un “sobrino” impostado por la lucha revolucionaria. No es la familia biológica menos importante que la familia política. Otros amigos vendrían de visita, son de organizaciones campesinas. Algunos sólo envían a decir que me tienen en sus oraciones, preferiría que me tuvieran en sus acciones.  Los detenidos me dijeron que cuando se está en la cárcel se prueban los nexos familiares y de amistades. 

 

Un detenido cumple 21 años y siete meses, y debía cumplir sólo 20 de condena, ya se pasó un año y siete meses sin salir. Está frente a mí, hablando de su ejemplo y para que sepa lo que me puede ocurrir con estos nefastos sistemas carcelario y de justicia.

 

Guatemala es un Estado fallido.

 

27 de noviembre de 2020.

 

Desde las 5 a.m. estaba listo para ir a la audiencia programada. Pregunté a los guardias penitenciarios y dijeron no haber recibido el oficio que es obligatorio para llevarme a la Torre de Tribunales. Mi abogado preguntó al juez y éste dijo que fue un error de la secretaria, y ocurrió la cuarta posposición. En política no hay coincidencia, hay coordinación, no confío en tanta audiencia cancelada, creo que son maniobras dilatorias. Entre más tiempo pase en prisión la posibilidad de enfermar de COVID19 aumenta. No hay atención suficiente y científica. Hay subregistro de muertes, se esconden las estadísticas reales.En esta cárcel del Cuartel de Matamoros a todos les dio el coronavirus, solamente uno fue casi muriendo al hospital con oxígeno y sobrevivió de milagro o por su fortaleza física. El resto negaron estar contagiados porque sabían que les darían solo acetaminofén y a esperar su muerte. Eso es lo que esperan que ocurra conmigo.

 

Me debo cuidar para no darles gusto, por mis hijos y por mi pueblo. Este sistema está dispuesto a matarme. Y yo estoy dispuesto a acabar con el sistema. Junto al pueblo que ya salió a las calles a pedirle la renuncia al presidente, como primer paso para impugnar a todo el sistema.

 

La audiencia se trasladó para el lunes y ahí estoy en posibilidad real de demostrar mi inocencia. El sistema de justicia deberá enseñar su rostro sin máscaras, así que o declaran falta de mérito y mi libertad o inventan alargar mi encarcelamiento y ligarme a proceso injustamente.

 

Hay una gran demanda popular para que renuncie del presidente Giammattei y a eso le llama golpe de Estado, que no lo es. Hoy en día hay militares de alta que están de acuerdo en que se pida la renuncia del gobernante, así lo hacen saber en las redes sociales. El pueblo y los diferentes sectores económicos, académicos, políticos, étnicos y incluso policías y militares coinciden en pedir que renuncie el presidente, y eso no es golpe de Estado.  Es el clamor popular más amplio y unitario, es un proceso ya en marcha que no se detendrá.  Van a triunfar, se convocará a Asamblea Constituyente, se eliminará el actual Congreso de la República y se depurarán las cortes y el ministerio público. Se combatirá frontalmente la corrupción y evasión de impuestos, se buscará la reconstrucción y reconciliación nacional para construir una nueva Guatemala, que sea ejemplo en Centroamérica y el Continente.

 

Es la utopía que por ahora mueve al país. Diré con Otto René Castillo, “vamos patria a caminar, yo te acompaño”.

 

Y las nuevas generaciones se preguntarán ¿cómo de una patria tan dulce y bella nacieron hijos tan viles?

 

Vino una delegación de la OEA pedida por Giammattei el corrupto. Ante su aislamiento nacional recurrió al organismo que “apoyó a dictadorzuelos”, como dijera una voz muy autorizada, seguro pensando en Añez, la actriz porno y ahora expresidenta, autoproclamada en Bolivia. Luego del apoyo de la OEA esperamos que le toque la misma suerte de Añez, enjuiciada por corrupta y derrotada.

 

30 de noviembre de  2020

 

Aún oscuro escucho una voz alta que dice: "Don Cesar Montes se alista porque ya viene la patrulla para llevarlo a Tribunales". A bañarse con agua muy fría, vestirse y ser registrado cuatro veces para entrar a la audiencia de primera declaración. El ministerio público y la parte acusadora pedirán que me vinculen a proceso. Mi defensa y yo pediremos falta de mérito. Además, mi abogado argumenta que por mi condición de ser de la tercera edad se me traslade a un asilo para ancianos. Antes de la audiencia propuse: Que la empresa retire la acusación para permitirnos trasladar a los campesinos que ocupan Agropalmito a alguna finca. Que estamos dispuestos a organizarlos para que la paguen.

 

Respondieron que les parecía buena propuesta, pero deben consultarla con los propietarios y dar respuesta posteriormente. La parte pidiente afirmó por escrito que en un año perdieron 20 millones de quetzales. Argumentamos que este proceso puede tardar otro año y perderán otros 20 millones, Que valía mejor un mal arreglo que un buen pleito. El juez vio factible esa propuesta, pero decidió terminar con esta fase de primera audiencia. Sin embargo, no me vinculó a proceso y citó para su continuación el 6 de diciembre. Es una señal alentadora que, pese a la exigencia del ministerio público y la empresa Agropalmito, no se me ligó aún a proceso. 

 

Nuestra argumentación, del abogado y la mía, se basó en que: 1) No cometí usurpación, ni hay flagrancia porque no estuve ahí cuando ocuparon la finca (rancho); 2) No instigué a la ocupación (usurpación) porque no estuve ahí cuando ocurrieron los hechos; 3) Llegué para resolver el conflicto a petición de DANSA (Desarrollo Agropecuario del Norte, SA), los otros propietarios que por cierto están ausentes en este proceso. Advertí que la empresa acusadora y el acusado debíamos trabajar juntos para solucionar dos cosas: A) El derecho de los campesinos queqchíes a tener tierra para producir sus alimentos; y B) Respetar la propiedad privada bien habida. 

 

Advertí que no podíamos esperar nada de este gobierno corrupto que ni siquiera ha pagado a los Guardias Penitenciarios, ni a las Fuerzas especiales de Policía (FEP) que me custodian, ni a los médicos que combaten y mueren por la pandemia. Eso a pesar de los préstamos millonarios y obtenidos por el gobernante. Por cierto, el Presidente de la República, estuvo el día anterior en el polígono de tiro del Cuartel Matamoros, a sólo 50 metros del Módulo donde me encuentro detenido, acompañado de Miguelito, su pareja sentimental. Estuvieron entrenando en el uso de diferentes armas para su defensa personal, seguramente porque se resistirán al arresto previsible después de la renuncia que exige la mayoría de los sectores de la sociedad, incluyendo a estudiantes y campesinos.  Se preparan para dejar el gobierno ante el reclamo de la mayoría del pueblo en las calles y carreteras del país. Parecen dispuestos a morir abrazados uno sobre el otro, antes que estar presos como el ex Presidente Otto Pérez Molina. En este y los próximos días buscaremos el arreglo con los acusadores para dejar sin efecto la demanda o en otro caso demostrar mi inocencia. Urge solucionar este caso antes del seguro cambio gobierno, advertí. 

 

Volví a la cárcel de máxima seguridad. Me enteré que los policías (PNC) que detuvieron al periodista que investigó a Miguelito, fueron despedidos de la PNC a pesar de que sólo cumplieron las órdenes de golpear y detener al periodista. Así paga el diablo a quien bien le sirve. No quisiera pensar que pueda más el odio visceral de mis enemigos que el amor que le tenemos a nuestra pequeña patria que uno grande la sueña. 

 

Sigo con la moral en alto. Como debe ser en un revolucionario.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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𝙉𝙤 𝙡𝙚 𝙙𝙚𝙨𝙚𝙤 𝙢𝙖𝙡 𝙖 𝙣𝙖𝙙𝙞𝙚, 𝙨𝙤𝙮 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙤𝙥𝙞𝙣𝙞ó𝙣 𝙦𝙪𝙚, 𝙚𝙣 𝙚𝙨𝙩𝙖 𝙫𝙞𝙙𝙖, 𝙘𝙖𝙙𝙖 𝙦𝙪𝙞𝙚𝙣 𝙚𝙨 𝙖𝙧𝙩𝙚𝙨𝙖𝙣𝙤 𝙙𝙚 𝙨𝙪 𝙥𝙧𝙤𝙥𝙞𝙤 𝙙𝙚𝙨𝙩𝙞𝙣𝙤, 𝙮𝙤 𝙚𝙨𝙩𝙖𝙗𝙖 𝙚𝙣 𝙚𝙡 𝙢𝙤𝙢𝙚𝙣𝙩𝙤 𝙮 𝙡𝙪𝙜𝙖𝙧 𝙚𝙦𝙪𝙞𝙫𝙤𝙘𝙖𝙙𝙤 𝙖𝙡 𝙢𝙤𝙢𝙚𝙣𝙩𝙤 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙚𝙭𝙥𝙡𝙤𝙨𝙞ó𝙣.

𝙀𝙣 𝙘𝙪𝙖𝙣𝙩𝙤 𝙖 𝙙𝙤𝙣 𝘾𝙚𝙨𝙖𝙧 𝙈𝙤𝙣𝙩𝙚𝙨 𝙮 𝙨𝙪𝙨 𝙚𝙨𝙘𝙧𝙞𝙩𝙤𝙨 𝙙𝙚𝙡 𝙙𝙞𝙖𝙧𝙞𝙤 𝙫𝙞𝙫𝙞𝙧 𝙚𝙣 𝙡𝙖 𝙘á𝙧𝙘𝙚𝙡, 𝙡𝙖 𝙫𝙚𝙧𝙙𝙖𝙙, 𝙚𝙡 𝙥𝙧𝙤𝙙𝙪𝙘𝙩𝙤 𝙩𝙚𝙧𝙢𝙞𝙣𝙖𝙙𝙤 𝙙𝙚 𝙨𝙪𝙨 𝙖𝙥𝙪𝙣𝙩𝙚𝙨, 𝙣𝙤 𝙧𝙞𝙣𝙙𝙚𝙣 𝙣𝙞𝙣𝙜ú𝙣 𝙖𝙧𝙜𝙪𝙢𝙚𝙣𝙩𝙤 𝙤 𝙟𝙪𝙞𝙘𝙞𝙤 𝙙𝙚 𝙫𝙖𝙡𝙤𝙧 𝙦𝙪𝙚 𝙨𝙚𝙖 𝙙𝙚 𝙞𝙣𝙩𝙚𝙧é𝙨 𝙜𝙚𝙣𝙚𝙧𝙖𝙡, 𝙢á𝙨 𝙗𝙞𝙚𝙣, 𝙨𝙚 𝙤𝙗𝙨𝙚𝙧𝙫𝙖 𝙦𝙪𝙚, 𝙘𝙤𝙣 𝙛𝙧𝙚𝙣é𝙩𝙞𝙘𝙖 agonía, 𝙚𝙭𝙘𝙧𝙚𝙩𝙖 𝙥𝙤𝙧 𝙡𝙤𝙨 𝙥𝙤𝙧𝙤𝙨, 𝙞𝙢𝙥𝙖𝙘𝙞𝙚𝙣𝙘𝙞𝙖 𝙮 𝙙𝙚𝙨𝙚𝙨𝙥𝙚𝙧𝙖𝙘𝙞ó𝙣, 𝙩𝙧𝙖𝙨𝙦𝙪𝙞𝙡𝙖𝙣𝙙𝙤 𝙞𝙣𝙘𝙤𝙣𝙩𝙚𝙣𝙞𝙗𝙡𝙚𝙨 𝙥𝙧𝙤𝙗𝙡𝙚𝙢𝙖𝙨 𝙢𝙚𝙣𝙩𝙖𝙡𝙚𝙨, 𝙥𝙧𝙤𝙙𝙪𝙘𝙩𝙤 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙙𝙚𝙥𝙧𝙚𝙨𝙞ó𝙣 𝙦𝙪𝙚 𝙜𝙚𝙣𝙚𝙧𝙖 𝙡𝙖 𝙞𝙢𝙥𝙤𝙩𝙚𝙣𝙘𝙞𝙖 𝙘𝙤𝙢𝙤 𝙖𝙘𝙘𝙞ó𝙣 𝙚𝙣 𝙚𝙭𝙩𝙧𝙚𝙢𝙤 𝙖𝙜𝙤𝙩𝙖𝙙𝙤𝙧𝙖 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙫𝙞𝙙𝙖 𝙙𝙚 𝙖𝙡𝙜𝙪𝙞𝙚𝙣 𝙦𝙪𝙚 𝙥𝙤𝙧 𝙨𝙪𝙨 ACCIONES GUERRILLERAS 𝙨𝙚 𝙘𝙤𝙣𝙨𝙞𝙙𝙚𝙧ó 𝙨𝙪𝙥𝙚𝙧𝙞𝙤𝙧, 𝙞𝙣𝙩𝙤𝙘𝙖𝙗𝙡𝙚, invencible 𝙚 𝙞𝙣𝙙𝙤𝙢𝙖𝙗𝙡𝙚.

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𝙎𝙞 𝙡𝙖 𝙙𝙚𝙗𝙚 𝙦𝙪𝙚 𝙡𝙖 𝙥𝙖𝙜𝙪𝙚, 𝙨𝙞 𝙚𝙨 𝙞𝙣𝙤𝙘𝙚𝙣𝙩𝙚, 𝙦𝙪𝙚 𝙨𝙖𝙡𝙜𝙖 𝙡𝙞𝙗𝙧𝙚.

𝘿𝙚𝙨𝙙𝙚 𝘾𝙖𝙡𝙞𝙛𝙤𝙧𝙣𝙞𝙖, 𝙧𝙚𝙨𝙥𝙚𝙩𝙖𝙗𝙡𝙚 𝙨𝙖𝙡𝙪𝙙𝙤.