¿Puede construirse una masculinidad sin necesidad de apelar a ese estereotipo violento? Eso lleva a pensar cómo construir un nuevo modelo de sociedad basado en la horizontalidad, en el compartir poderes y no en la imposición violenta y jerárquica del que “está arriba”.
Marcelo Colussi / Para Con Nuestra América
Desde Ciudad de Guatemala
Ser varón, ser un macho, es sinónimo de “hombría”. Esta condición, a su vez, se define por características consideradas inherentes a la masculinidad: energía, fortaleza, coraje. ¿Puede una mujer participar de las propiedades de la hombría? ¿Y un homosexual? Seguramente no. En todo caso, para ser una mujer “que se hace valer” (la Dama de Hierro Margaret Tatcher o Condoleeza Rice, la Mujer Maravilla o cualquier ejemplo de lideresa “exitosa”) hay que presentar una dosis de dureza. Los símbolos de la femineidad no se corresponden con una imagen violenta.