sábado, 20 de octubre de 2018

Del TLCAN al USMCA. ¿Cuánto hay de nuevo?

¿Supondrá el USMCA una mejora del TLCAN para los intereses de los trabajadores estadounidenses, tal y como lo presenta Donald Trump? ¿Obligará a mejorar las condiciones de trabajo en México? ¿Beneficiará a las empresas de los tres países por igual?

Aníbal García y Arantxa Tirado / CELAG

Desde la creación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994, México, Estados Unidos (EE. UU.) y Canadá crearon una zona comercial que sentó las bases de los acuerdos que establecería posteriormente EE. UU. con varios países de América Latina y el Caribe (ALC). Con el paso de los años, el TLCAN fue mostrando sus contradicciones: grandes beneficios para ciertos sectores empresariales estadounidenses a costa de la deslocalización empresarial y el descenso de los salarios de los trabajadores del país. Del lado mexicano, el resultado fue un abandono del campo y la profundización de la dependencia por la vía de un modelo exportador-maquilador. Esto puso en agenda la posibilidad de la reforma del TLCAN. Tras la llegada de Trump a la Presidencia, la idea de que “era un mal acuerdo” fue la base de su renegociación.[1] Más de un año después, los tres países han llegado al acuerdo de sustituir el TLCAN por el tratado denominado United States-Mexico and Canada Agreement, USMCA, (Acuerdo de Estados Unidos, México y Canadá).

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