sábado, 22 de octubre de 2022

Argentina: ¿Quiénes se esconden en Lago Escondido?

Los que se esconden en Lago Escondido o no desean ser vistos, son los magistrados y jueces que viajan en aviones privados, los que no se privan de nada y arman defensas y obstáculos jurídicos de sus patrones, como también se complotan para perseguir al oficialismo.

Roberto Utrero Guerra / Especial para Con Nuestra América
Desde Mendoza, Argentina

Lago Escondido es uno de los tantos paraísos a la vera del espinazo de América, la cordillera de Los Andes, aledaño a la localidad de El Bolsón en la provincia de Río Negro. Una maravilla de la naturaleza como lo es Bariloche, uno de los puntos turísticos más visitado por nacionales y extranjeros, jurisdicción de la que depende el paraíso en cuestión.

 

Río Azul- Lago Escondido es un área natural protegida de unas 60 mil hectáreas de bosques andino-patagónicos creada en 1994 para amparar la alta cuenca de algunos cauces, una zona de un enorme valor paisajístico, como una de las prioridades para la conservación y dar cobijo a poblaciones de huemul que yacen en su espacio. 

 

En 1999, otra ley amplía su superficie, mientras la Legislatura de Río Negro en 2003, crea el Parque Provincial Azul, cuya superficie se superpone con la parte norte de la reserva tratada. 

Cuatro años más tarde, en 2007, el Comité MAP de la UNESCO, aceptó la propuesta presentada por Argentina de crear una Reserva de la Biosfera Andino Norpatagónica, la que incluye en sus más de 2 millones de hectáreas a la Reserva Río Azul-Lago Escondido y muchas otras.[1]

 

Intentando responder el interrogante del título, los que no se esconden son los pobladores originarios, los mapuches que son reprimidos con armas estatales, por usurpadores foráneos, corriéndolos como lo hicieron las sucesivas “campañas al desierto”, verdaderos genocidios vergonzantes con respuestas y deudas jurídicas pendientes. Total, la Patagonia es grande, inmensa. 

 

Desde siempre fue escondite de proscriptos y ladrones, célebres y no tanto. Célebres como Butch Cassidy y Sundance Kid, prófugos de la Justicia norteamericana, por nombrar a dos de estos personajes que llenaron páginas de periódicos, libros y films; como también otros de poca monta, que se recluyeron en su dilatada extensión, sabiendo que jamás serían buscados en esas inmensidades sureñas. 

 

Fin del mundo, aterrador y helado que hasta tuvo un presidio con ese nombre extremo durante medio siglo, en los albores del siglo pasado en Ushuaia, donde alojaron al peligroso e indeseable Petiso Orejudo o al anarquista Simón Radowidzky y, pasado 1930, a políticos radicales y comunistas. Porque de ahí no se escapaba nadie.

 

El presidio se transformó en museo, una atracción turística; una más entre tantos atractivos que conserva esa biodiversidad subyugante y seductora. Tampoco sobreviven esos personajes aventureros con pistolas y cananas y si los hay, son ermitaños. 

 

Ahora los predadores indeseables tienen guante blanco, visten ropas de marca, juegan al golf y están prestos para las fotos de la revista Hola.

 

Menos se esconden los extranjeros que la han invadido como los Braun Menéndez, los Benetton, Ted Turner o Joe Lewis, el amigo del ingeniero ex presidente, quien elige ese paisaje soñado para pasar sus vacaciones o para los “retiros espirituales” de sus colaboradores más estrechos y fieles, esos que lo resguardan y lo amparan de cualquier cosa que lo pueda perjudicar, sobre todo lo cuidan del cumplimiento de la ley y la justicia, esa muchacha pétrea de perfil griego que tiene una balanza en la mano y un parche en el ojo.

 

En ese lugar soñado de 14 mil hectáreas, controlado por la sociedad británica Lago Corp., con una central hidroeléctrica propia, una residencia de 2.500 metros cuadrados a la que agregó un centro de convenciones de 4.200 metros cuadrados llamado All About Kids, hipódromo, kartódromo, cancha de fútbol donde se disputa la Copa Lago Escondido, canchas de básquet y de tenis, gimnasio, establo para cien caballos, un centro recreativo y sala de cina, casa de muñecas y 12 turbinas generadoras de energía eléctrica en los saltos del Río Escondido.

 

Este año. Lewis cumplió sus jóvenes 85 años pero no estuvo en tierras argentas, los celebró en las Bahamas donde vive, otro paraíso pero fiscal. Lugar ideal para todos estos muchachos acostumbrados a fugar capitales. Muchachos algunos que pasaron por el gobierno y que mejor que usar el archisabido recurso del célebre súper ministro de economía Martínez de Hoz, endeudar y fugar. Joe Lewis no concurre a esas reuniones, no pierde su precioso tiempo, lo deja para su amigo que tanto lo benefició. Y… amigos son los amigos.

 

Los que se esconden en Lago Escondido o no desean ser vistos, son los magistrados y jueces que viajan en aviones privados, los que no se privan de nada y arman defensas y obstáculos jurídicos de sus patrones, como también se complotan para perseguir al oficialismo.

 

Allí estuvieron el juez Julián Ercolini, quien lideró la ofensiva judicial contra Cristina Fernández de Kirchner y el grupo Indalo, Carlos Mahiques, juez de casación alineado con el macrismo y ex ministro de María Eugenia Vidal, la ex gobernadora de la provincia de Buenos Aires, su hijo Juan Bautista Mahiques, jefe de fiscales de la CABA y operador judicial del macrismo, Marcelo D’Alessandro, ministro de Justicia y Seguridad de Horacio Rodríguez Larreta, actual jefe de la CABA, Pablo Cayssials, juez en lo contencioso administrativo, pieza clave en el bombardeo contra la ex procuradora Alejandra Gils Carbó, Pablo Yadarola, juez en lo penal económico, candidato del radicalismo a la Cámara Federal, el empresario especialista en campañas digitales, Tomás Reinke y el ex jefe de Legales de la SIDE, en tiempos de Antonio Jaime Stiusso, Leo Bergroht.[2]

 

Imposible esconderse, menos esconder sus intenciones frente a la campaña rumbo al recambio de autoridades de 2023 y las expresas y drásticas políticas manifestadas por el líder cambiemita, el ex presidente que aún no ha decidido su postulación para candidato a presidente, porque como recuerda en todo momento que tiene una cámara o un micrófono, le interesa el cambio de valores y de cultura para la Argentina del futuro con la que se ilusiona para los próximos veinte años.

 

Un futuro distópico, donde sólo viven bien los magnates a costa del hambre de millones de personas. Amos y esclavos. De allí su desdén por las leyes y las instituciones democráticas, cuando se puede volver a ese feudalismo soterrado, mientras la manada de medios hegemónicos ensaya las mentiras con que cubren sus verdaderas ambiciones y apetencias.

Mentira y blindaje, cambio de los cambiemitas para que todo siga igual, mientras la horda partidaria que los sigue se ilusiona con el derrame que sabemos que nunca jamás derramará.



[1] http://www.patrimonionatural.comLago Escondido – Área Natural 

 

[2] Página 12, 17 de octubre de 2022.

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