El 2 de octubre de 2022 se realizan en la República Federativa del Brasil elecciones presidenciales. Están llamados a votar aproximadamente 156 millones de brasileños. Ellos principalmente elegirán al próximo jefe de Estado. La disputa principal es entre dos candidatos de los 11 registrados.
Desde Ciudad de México
Por un lado figura el ultraderechista, excapitán del ejército y con una cuenta de ser 28 años diputado, el actual presidente brasileño, Jair Bolsonaro. Recientemente registrado como miembro del Partido Liberal y probable perdedor presidencial. El otro candidato que tiene las mayores probabilidades de triunfar es Luis Inacio Lula Da Silva, fundador y principal dirigente del Partido de los Trabajadores (PT). Exmandatario por dos periodos del más grande país latinoamericano.
Bolsonaro según las encuestas de opinión del Instituto Datafofolha, alcanza únicamente un 33 por ciento de las intenciones del voto, frente al 47por ciento que suma Lula. De tal suerte que sin duda el ganador será al candidato presidencial del PT. Los otros 9 candidatos no tienen la menor posibilidad de figurar en un probable escenario de una segunda ronda. Para el Instituto de Pesquisas en Consultorías Estratégicas son muy semejantes: Bolsonaro 31 por ciento y Lula 48 por ciento. De tal forma que el resultado muestra la derrota del actual mandatario y el triunfo de Lula da Silva.
Así, la disputa principal será entre Lula y Bolsonaro. La cuestión de fondo es que en la medida que haya mayor participación electoral tiene más probabilidades de que el candidato de la izquierda brasileña alcance más del 50 por ciento de los votos. De darse ese escenario Lula sería el triunfador. De lo contrario, si el exdirigente obrero metalúrgico no llegara a obtener más del 50 por ciento de la votación tendría entonces que disputar una nueva ronda a Bolsonaro el 30 de octubre.
De conformidad con las condiciones y la correlación de fuerzas es que el candidato de las izquierdas brasileñas triunfe nuevamente en la primera o en la segunda ronda electoral. ¿Por que afirmamos esto? Se puede inferir que el mismo escenario económico y social, así como el paisaje político han generado las mejores condiciones que la victoria de Lula y como más claro representante de los sectores populares y medios brasileños.
Según los mismo indicadores muestran que la candidatura de Bolsonaro es rechazada por los segmentos más pobres de Brasil en un 59 por ciento. En tanto que el es dirigente sindical solamente no alcanza la simpatía del 26 por ciento de esos sectores. A su vez la escena económica del gigante sudamericano muestra una inflación cercana al 8% anual entre la población más vulnerable. A su vez el crecimiento de los sectores más pobres de Brasil ha tenido un alto crecimiento durante el gobierno de Bolsonaro rebasando al 28 por ciento de la población. Coyuntura que hace incrementar el descontento económico-social contra la administración del candidato del Partido Liberal.
Por el otro lado la candidatura de Lula, se encuentra respaldada tanto por su propia entidad partidaria el PT, así como por un frente amplio de diez partidos políticos que van desde posiciones de centro hasta diferentes variantes políticas de las izquierdas brasileñas. A la par de otras organizaciones sociales, obreras, indígenas y de mujeres que se han sumado con su apoyo a la candidatura de Lula.
En su discurso ideológico Bolsonaro se ha expresado en consignas y lemas propios de los estamentos más ultraconservadores de la derecha latinoamericana como. “Dios, patria y familia”. De ahí que el voto seguro del actual presidente se encuentra entre gran parte de los empresarios y los practicantes del rito evangélico. Sin embrago, tratando de ganar a otros segmentos, el mismo mandatario brasileño tratando de ganar algunos sectores populares ha implementado algunas medidas asistencialistas. Tales como subsidios específicos y la reducción de algunos precios de alimentos, bebidas y tarifas de transportes tanto en agosto (0,73%) y septiembre (0,3%). Con todo esas medida asistencialista Bolsonaro no logró reducir su desventaja frente a Lula.
Sin duda otros grandes retos de la actual situación brasileña será que el ganador (Lula da Silva), tendrá un gran dilema al tratar de mejorar las condiciones de los amplios sectores nacionales y de su diversidad y antagónica polarización social, económica y política. Retos como el desempleo, la crisis económica, la inseguridad, los efectos de la pandemia de la COVID-19 que generó 700 mil fallecidos, así como los efectos del conflicto entre Rusia y EU en torno a la Operación Militar Especial en Ucrania, son entre otros los problemas que en corto plazo deberá atender con extrema urgencia.
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