sábado, 16 de junio de 2018

Argentina: No dan pie con bola

La inflación que, en principio, se proyectaba en un 17% anual para este año, ahora según las presunciones del Fondo Monetario Internacional, con todos los ojos puestos vigilando las cuentas nacionales, supera el 32%.

Roberto Utrero Guerra / Especial para Con Nuestra América
Desde Mendoza, Argentina

No pegan una, y eso que aprovecharon el espacio futbolístico para acceder al poder. Ser presidente de Boca Junior, llevó a Mauricio Macri a ser Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, CABA y luego, presidente de la Nación. Era parte de un pensamiento que, si Boca era la mitad más uno – aludiendo a su inmensa hinchada –, pero también que la mayoría pensaba con los pies, justificaba la concreción de las elucubraciones de Durán Barba, salvando lo inescrupuloso y vergonzante del proyecto que puso en marcha.

No dar pie con bola en materia económica es otra cosa, muestra una inoperancia exagerada en el manejo de los instrumentos de la política económica, al punto de haber agotado varios popes cambiemitas, desde Prat Gay y Federico Stuttzenegger al frente del Banco Central. Sin nombrar a Carlos Melconian que, desde el riñón de Macri no cesa de lanzarle críticas.

Lo cierto es que el dólar, moneda mágica que lidera y acompaña la suba de precios, hasta los más simples y locales, pasó de $ 9 en diciembre de 2015, a más de $ 30, este viernes, luego del descabezamiento del Banco Central y la mención de Luis “Toto” Caputo al frente de la entidad. Se multiplicó tres veces más, cuando gritaban y aseguraban que la salida del cepo cambiario, no dispararía la cotización de la divisa norteamericana. Idéntico argumento empleaba Stuttzenegger, en fluido inglés, para asegurar que no emplearía reservas del BC para mantener el valor del dólar.

Nada se cumplió. Tampoco se cumplió la promesa macrista de que la inflación era un problema de fácil resolución en pocos meses y que no dominarla, era síntoma de inoperancia, se jactaba el presidente ante las cámaras televisivas en el recordado debate con Scioli.

La inflación que, en principio, se proyectaba en un 17% anual para este año, ahora según las presunciones del Fondo Monetario Internacional, con todos los ojos puestos vigilando las cuentas nacionales, supera el 32%.

Si retornamos al comienzo de la gestión, tomando en cuenta el 43% del 2016 y 27% para 2017, el ritmo actual, les ha explotado en las manos. Al punto que el gran paro de los camioneros llevado a cabo este jueves 14, amén de solicitar un cambio de rumbo económico, se centraba en el pedido de paritarias para tratar el tema salarial que ha quedado horrorosamente rezagado.

De todos modos, aunque se paró el país, los ojos estaban puestos en el Congreso Nacional donde se trataba la ley de despenalización del aborto – dictractivo que, sumado al divertimento del Mundial de Rusia – les permitiría profundizar la reforma laboral y seguir aniquilando las posibilidades de los sectores más débiles.

De allí también que pretendan arriesgar los fondos de los jubilados de la ANSES, así la destrucción es completa.

Pero no sólo mintieron con el ingreso al Fondo, sino que previo a ello, endeudaron de manera exorbitante al país, dejando la posta a las generaciones venideras. Sin sangre, sólo pensando en favorecer los intereses propios y de las multinacionales de las que son fieles guardianes.

Porque, convengamos, así como no le tembló el pulso al presidente para vetar la ley que retrotraía las tarifas y justificó estos aumentos y el de los combustibles, ahora, no se da por aludido del fracaso y vuelve a modificar ministerios, para seguir, como dice su vocero el ministro Nicolás Dujovne, que todo esto se hace para continuar con los objetivos trazados. Objetivos que, en ningún momento se vinculan con el bienestar de la comunidad nacional, sino con el beneplácito de los organismos financieros internacionales y los grupos económicos.

Para la próxima semana están programados más paros de los camioneros y de la CTA que, seguramente paralizarán al país. Desde luego que continuará la indiferencia y el ninguneo como viene sucediendo hasta ahora, como pasa en Río Turbio o, en la provincia de Chubut, en donde los maestros siguen de vigilia en frágiles carpas, soportando temperaturas varios grados bajo cero.

Nunca ha sido tan despreciado el colectivo obrero como con estos dirigentes bisoños que, descaradamente expresan su rechazo. No dar pie con bola, para ellos no significa nada, mientras no afecte sus sagrados intereses.

Inconscientes a todo y en franca picada; directos a estrellarse contra el paredón de la realidad, los únicos que soportarán la súper pesada herencia que dejarán, será el pueblo y nada más que el pueblo. Porque ellos, como la langosta, saldrán volando a depredar a otros lugares.

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