sábado, 26 de septiembre de 2020

Colombia: Iván Duque, peor gobernante

 A propósito de la visita reciente de Mike Pompeo a América Latina, y específicamente a Colombia, se evidencia el comportamiento de su presidente Iván Duque, quien sin duda pasará a la historia como uno de los peores presidentes de Colombia. 

José A. Amesty R. / Para Con Nuestra América

Desde Caracas, Venezuela


Varios de los epítetos hacia Duque son: obtuso, bruto, imbécil, rey de los falsos positivos, puerco asqueroso, entre muchos otros. Pero el más significativo es el de Porky, el personaje de caricaturas de Warner, aludiendo a que es una persona tímida, que está manejada por otra persona (en este caso por Álvaro Uribe Vélez), se le llama, también así, por todas las cerdadas políticas que ha hecho en contra de Colombia y América Latina.  

Su última cerdada, fue seguir el ejemplo de su jefe Pompeo, como mentiroso y manipulador, al proferir mentiras y manipular la realidad a su favor, en contra del Presidente Nicolás Maduro.

  

1) Recordemos otros actuares de Duque: en el caso de Aida Merlano, quien le solicita a Juan Guaidó, diputado venezolano y autoproclamado presidente de Venezuela, extradite a la ex congresista colombiana Aida Merlano, y no lo requiere al legítimo, constitucional y electo, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela Nicolás Maduro Moros. 

 

Al Iván Duque, solicitar la extradición a Juan Guaidó, lo está desenmascarando, le está dando el tiro de gracia, lo está matando políticamente, está descubriendo la farsa que por mucho tiempo se ha mantenido: que es el Presidente de Venezuela, ya que no tiene ni la autoridad ni el poder, no tiene un respaldo jurídico-gubernamental, para ejercer tal acción. Más aún, cuando se encuentra fuera del país y próximo a ser detenido por las autoridades venezolanas, legítimamente estatuidas.

 

Agregando que a Duque se le viene encima un problema mayor, ya que Aida Merlano, tiene suficiente información incriminatoria y ya está hablando. Más aún, su cercanía con la familia Char, quienes son o están de cuerpo entero en los sectores financiero, turístico, inmobiliario, comercial, alimenticio, constructor, agrícola, mediático; en la vigilancia, el deporte (fútbol), otros, y en la política, cercanos igualmente a Merlano. Ésta última declaró recién: “me dieron dinero para que me callara”.

 

Y es que lo estúpido, lo imbécil se contagia, ya que son muy amigos, al punto que Duque le presta-facilita el avión presidencial a Guaidó, para sus “giras presidenciales”. O pudiera ser que los gringos le hayan dicho a Duque, que ya hay que deshacerse del bufón y le haya solicitado la extradición de Merlano, a sabiendas que es el error táctico-estratégico que Maduro estaba esperando de Guaidó, para finalmente desenmascararlo ante los que lo reconocen. Además de apresarlo. 

 

En resumen, es difícil que Juan Guaidó se recobre de este golpe atestado por Iván Duque, creemos que fue la estocada mortal, que lo llevará a su sepultura política, sino tras las rejas.

 

2) Para nadie es un secreto, que el gobernante colombiano y su gobierno, tiene múltiples acusaciones por encubrir asesinatos, asesinatos como falsos positivos, desplazamientos forzados por violencia, violaciones con pruebas de Derechos Humanos, así como, asesinatos casi a diario, de líderes sociales y ex combatientes. 

Hay una expresión costarricense que dice: “caraebarro”, refiriendo a las personas que no tienen vergüenza para nada. Tal es el caso del presidente de Colombia Iván Duque, que desde hace mucho tiempo viene ofreciendo declaraciones insolentes en torno a su país vecino Venezuela.

 

Una de su última arenga política, atrevida y sinsentido, así como injerencista, aprobando el Informe Bachelet: Venezuela, exhortó a la Corte Penal Internacional CPI, procesar al presidente Nicolás Maduro de Venezuela, por violación a los Derechos Humanos, reiteró que el documento sirve como insumo para que la Corte procese al gobernante venezolano.

 

La matanza de líderes sociales ascendió a 4 por semana y la de excombatientes llegó a ser 2 por semana en el pasado mes de junio, exterminio con que el régimen busca desaparecer disidentes, opositores y todo aquel que le proteste al modelo capitalista.

 

Y es que esta es una realidad, de nunca acabar, y que nunca ha cesado, como quieren hacer ver algunos opinadores políticos, para lavarle la cara al gobierno actual. Observemos estos datos al respecto…

 

Año, Asesinatos, Otras Agresiones

2018: 155, 650

2017106, 554

201680, 401

2015: 63, 619

2014: 55, 571

2013: 78, 288

2012: 69, 288. 

Fuente: Somos Defensores https://somosdefenores.org.

 

Y es que ante tal barbarie, algo que pocos saben, en Colombia actualmente opera con aportes anuales cercanos a los mil millones de dólares, el Consejo de Seguridad de la ONU, organismo político más poderoso del planeta, en el que tienen asiento las principales potencias del mundo, supuestamente encargadas del orden público, entre otras. Este órgano mundial, inspecciona y audita, a través de 23 agencias, tratando de encontrar la paz en este sufrido país bolivariano.

 

Y es que del gobierno de Duque, podemos decir es la expresión de los intereses más oscuros, favorables al saqueo y la destrucción de la vida.

 

En general, este Gobierno está llevando a la nación colombiana por los senderos más extremos de la perpetuación de la guerra. En síntesis han acrecentado los mayores problemas del país, la violencia política de los de arriba, la negación de soberanía y la inequidad social.

 

Duque tiene hoy, por lo menos, un 63% de desaprobación ciudadana y el desgaste crece. Un destacado político colombiano expresó: “Señor presidente. Con respeto, no digo que la carnicería de líderes sociales haya comenzado con usted; pero está claro qué hay un agravamiento indiscutible. Mire bien cuáles ingredientes de su política han contribuido”. La persecución crece aunque el Gobierno dice que decrece.

 

Entonces, con qué cara acusa al mandatario venezolano de violación de DDHH? , revise su gestión de gobierno y ponga sus barbas en remojo. Hay un texto bíblico que reza parafraseando: mira tú viga en el ojo, antes que la paja del ojo ajeno. 

 

3) Recordemos igualmente, que Duque ha avalado siempre la ruptura de relaciones con Venezuela. Muchas opiniones concuerdan que ya el Estado colombiano se equivocó cuando, tras un agravamiento de las diferencias mutuas se produjo la ruptura de las relaciones diplomáticas entre Colombia y Venezuela, a pesar de los numerosos temas de interés común entre dos naciones vecinas.  

 

Además, responde al interés de Colombia, como Estado, mantener el principio de "mirar al universo", como criterio estratégico de inserción internacional en el complejo, inestable e incierto mundo actual. Es decir, Colombia debe propiciar una política exterior diversificada, cooperativa y no confrontacional.  

 

Y es que tanto a Duque como EEUU, los diferendos con Venezuela, es obvio que sirven a los intereses de USA en la región, Colombia está siendo utilizada como herramienta desestabilizadora, tanto para Venezuela como para Cuba y otros países no afectos al capitalismo. 

 

4) En relación a la búsqueda de la Paz en Colombia, tanto a su “manejador” Álvaro Uribe, a Iván Duque, nunca les gustó la paz en Colombia. El uribismo siempre prefirió un Estado fuerte que proveyera seguridad a cambio de limitaciones a la libertad. Las consecuencias son evidentes: el proceso de paz está dinamitado.  

 

Y es que a Duque, le resulta muy impopular, especialmente hacia fuera de Colombia, atribuirse a sí mismo el (de)mérito de ser el presidente que implosionó el Acuerdo de Paz con las FARC, lo que ha hecho en su primer año de mandato ha sido una suerte de desprecio continuo y de baja intensidad al Acuerdo. Lo ha hecho de un modo muy sencillo: homologando el término “paz” al término FARC. Ha instrumentalizado el Poder Judicial, ha evitado partidas presupuestarias en el Plan Nacional de Desarrollo, ha obstaculizado el avance de la Jurisdicción Especial para la Paz y ha criminalizado, bajo la etiqueta de “guerrillera”, cualquier reivindicación o protesta social, por muy ajena que resulte a la cuestión del Acuerdo. 

 

De manera clara se observa que el gobierno de Duque y su partido de ultraderecha, Centro Democrático, se oponen al cumplimiento de lo pactado en los Acuerdos de Paz; además, no tienen la voluntad política para entablar conversaciones con otros actores insurgentes como el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y la autodenominada Segunda Marquetalia liderada por los antiguos dirigentes de la FARC como Jesús Santrich e Iván Márquez. En concomitancia con ello, el actual mandatario no brinda garantías de seguridad a los firmantes del pacto de pacificación, ni atiende socialmente a las regiones donde se desarrollaba el conflicto armado; tampoco desmantela las estructuras paramilitares como estaba contemplado en el escrito final firmado en La Habana. En otras palabras, todos estos elementos permiten comprender el recrudecimiento de la violencia a través de masacres y asesinatos de exguerrilleros, líderes sociales, indígenas, representantes de organismos de derechos humanos, y otros.  

 

5) En general, la política estatal de Colombia, bajo la presidencia de Duque, han sido la violencia y el autoritarismo. 

 

Estás se ven reflejadas en

 

a) En cuanto a la política exterior, Duque ha mantenido una diplomacia alineada a Washington tanto en materia militar como en su ofensiva hacia el gobierno de Nicolás Maduro. Tanto la presencia de una unidad militar de élite de Estados Unidos en territorio colombiano (la Asistencia de Fuerza de Seguridad, SFAB, por sus siglas en inglés) como la probable colaboración en la incursión marítima en aguas venezolanas, ambos hechos ocurridos en el presente año demuestran ciertas líneas de continuidad, en su política agresiva. 

 

b) En segunda instancia, el actual presidente colombiano, no ha dudado en cuestionar seriamente la actuación del Poder Judicial, en particular a la Corte Suprema, en ocasión de la detención domiciliaria preventiva del expresidente Uribe ordenada en el pasado mes agosto. Si bien el Uribe fue acusado por los delitos de soborno a testigos en actuación penal y por fraude procesal, su imputación posibilita el camino para que también se lo juzgue por sus responsabilidades en crímenes con vínculos con el paramilitarismo (sobre todo, las Autodefensas Unidas de Colombia), al narcotráfico y masacres cuando ejerció como gobernador de Antioquia (1995 a 1997) y como primer mandatario entre 2002 y 2010. Cabe recordar que, durante 1998 y 2014, la Fiscalía General de la Nación notificó 2248 ejecuciones extrajudiciales; correspondiendo 97% del total registradas durante las presidencias del mencionado incriminado. 

 

c) Duque ha sostenido (y sostiene) un estrecho vínculo con el ejército y el modelo de defensa diseñado desde hace varias décadas. Ahora bien, los uniformados no solo se han beneficiado por su alta participación en el erario fiscal sino también han tenido una amplia intervención en tareas de inteligencia militar; en particular, a través de un programa de seguimiento informático sobre periodistas, políticos, dirigentes laborales, activistas sociales, entre otros, durante gran parte del 2019.  

 

d) El andar autoritario de Duque se ha nutrido centralmente por el aumento de los crímenes contra ambientalistas, líderes sindicales y campesinos cometidos bajo el amparo de su gobierno tanto empleando fuerzas legales como ilegales. La ola de violencia que castiga a amplios sectores de la población en los últimos años ha puesto en debate escenarios y debates similares a lo vivido bajo las presidencias de Uribe. Los asesinatos sistemáticos de líderes sociales y las crecientes masacres sobre pueblos indígenas que vienen ocurriendo son la expresión de una nueva y cruenta violencia del gobierno de Porky. 

 

En síntesis, la conducta de Iván Duque, ha sido siempre la de un utilizable, por el gobierno norteamericano, así como con antecedentes oscuros para ser figura pública.    

 

El actual presidente de Colombia Iván Duque, es muy bien documentada su relación con el capo Álvaro Uribe Vélez, así como el segundón de éste último. Es allegado a grupos paramilitares, narcotraficantes y sicarios. Es indudable su venta a los gringos y su apoyo a las bases militares en Colombia. Su apodo de “puerco” es sinónimo de tal condición. 

 

Es una ficha de las políticas neoliberales de Trump. Incompetente, vendido y arrastrado a los mandatos de los gringos, y su ética personal y política, deja mucho que desear. 

 

Lo triste es que Iván Duque, se presta al juego, y cree en verdad, estar dando un aporte a la humanidad con esta postura de ser culebrero y ruin. Lamentablemente, este personajillo ha sabido llegar, por medio de argucias; y siguen llegando otros, a puestos de poder, donde hacen mal a la gestión pública y gubernamental en nuestro continente. Debemos desterrar y obviar a estos peligrosos delincuentes. 

 

Estos seres, como dijo el Grande, la historia no los absolverá, más bien serán desterrados al basurero de la historia como los innombrables y no recordados. Personajes siniestros y nefastos, que se vendieron por dinero, con ansias de poder e ineptas figuras públicas. 

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