En Centroamérica, las inversiones de capitales de las distintas empresas mineras, fundamentalmente canadienses, norteamericanas y europeas, condicionan el escenario político mediante la corrupción y la violación de los derechos de las comunidades indígenas y rurales.
Marco Vinicio López Maldonado , Leonor Hurtado, Emilio Menéndez Pérez y Raúl Gutiérrez / ALAI
El incremento del valor de los minerales ha estado atrayendo grandes inversiones en Centroamérica durante los últimos años en búsqueda de enromes ganancias. Situación que se ha paralizado de golpe en lo referente a la minería de metales, salvo el oro, como consecuencia de la crisis fi nanciera mundial que afecta a la producción industrial por lo tanto a una disminución de la demanda. Según los datos del informe del Banco de Guatemala (central) la construcción y la explotación minera fueron los sectores de la economía guatemalteca más afectados durante 2008 por la crisis.
En estos países las inversiones de capitales de las distintas empresas mineras, fundamentalmente canadienses, norteamericanas y europeas, condicionan el escenario político mediante la corrupción y la violación de los derechos de las comunidades indígenas y rurales.
El desarrollo minero tiene también como consecuencia una degradación ambiental, social y laboral. La contaminación, la expropiación de tierras comunales y particulares son realidades permanentes en los últimos años en muchos países de la región.
Ante la ofensiva minera de estos años, los pueblos se vienen organizando y ofreciendo una gran resistencia que se fortalece día a día. En la mayoría de los países de Centroamérica se suceden las luchas antimineras y los movimientos sociales que se organizan y coordinan a nivel regional.
En el cuaderno que publicamos incluimos varios trabajos sobre la minería en Guatemala, que abarcan diversos puntos de vista, desde la repercusión sobre la producción de alimentos de las concesiones mineras hasta el movimiento de resistencia, se complementa el cuaderno con artículos sobre la minería del oro en El Salvador y una referencia al contexto de lucha antiminera en Honduras, donde los movimientos sociales luchan por un cambio en la Ley de Minas después de la lucha exitosa del valle de Siria.
En estos países las inversiones de capitales de las distintas empresas mineras, fundamentalmente canadienses, norteamericanas y europeas, condicionan el escenario político mediante la corrupción y la violación de los derechos de las comunidades indígenas y rurales.
El desarrollo minero tiene también como consecuencia una degradación ambiental, social y laboral. La contaminación, la expropiación de tierras comunales y particulares son realidades permanentes en los últimos años en muchos países de la región.
Ante la ofensiva minera de estos años, los pueblos se vienen organizando y ofreciendo una gran resistencia que se fortalece día a día. En la mayoría de los países de Centroamérica se suceden las luchas antimineras y los movimientos sociales que se organizan y coordinan a nivel regional.
En el cuaderno que publicamos incluimos varios trabajos sobre la minería en Guatemala, que abarcan diversos puntos de vista, desde la repercusión sobre la producción de alimentos de las concesiones mineras hasta el movimiento de resistencia, se complementa el cuaderno con artículos sobre la minería del oro en El Salvador y una referencia al contexto de lucha antiminera en Honduras, donde los movimientos sociales luchan por un cambio en la Ley de Minas después de la lucha exitosa del valle de Siria.
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