sábado, 13 de febrero de 2021

Con la mochila al hombro. Cartas desde la cárcel (XIV)

Con Nuestra América se une al clamor nacional e internacional por un proceso debido al Comandante César Montes, por el respeto a sus derechos humanos y constitucionales y por su seguridad sanitaria; por eso, semanalmente compartiremos páginas de su diario “Con la mochila al hombro. Cartas desde la cárcel”. 

En esta comunicación el Comandante César habla de la soledad que a veces acompaña a la reclusión y recuerda al ratoncito que se volvió amigo de Pepe Mujica en su cautiverio. Conmemora el 59 aniversario de la fundación de las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR)  y destaca la derrota jurídica de las empresas y el Ministerio Público que lo acusaron de usurpación agravada.


4 de febrero de 2021

En la regadera, por el desagüe un ratón, hizo a un lado la tapadera, asomó y al verme regresó por el mismo lugar. Recordé que el expresidente Pepe Mújica en aislamiento total hizo amistad con un ratoncito, único ser viviente que miró en años. Luego de la cárcel a la presidencia.

 

Vino a mi mente “La Negra” Mercedes Sosa, cantando La Cigarra:

 

Tantas veces me mataron

tantas veces me morí

sin embargo estoy aquí

resucitando …

como el sobreviviente

que vuelve de la guerra

cantando al sol

como la cigarra

después de un año

debajo de la tierra…

 

Seguiré firme y fuerte como Pepe Mújica, Nelson Mandela, Hugo Chávez, Fidel Castro después del Moncada. Como el sobreviviente de más de cien batallas en diferentes países y sin una herida, ni en el cuerpo ni en el alma. Eso es lo que esperan los pueblos originarios, descendientes de los mayas eternos: firmeza inclaudicable.  Así como los mayas esculpieron en escalinatas, retablos, monolitos, así usamos ahora la pluma para dejar testimonio de que, a través de mi persona, quieren aplastar la memoria histórica de los 36 años de lucha guerrillera de nuestros pueblos mayas y mestizos.

 

Hoy, en esta fecha, estoy aislado de algunos de mis compañeros de celda. Sin embargo, mi venganza será el perdón. 

 

Sepultado en este cuartel-presidio, un año o más, sobreviviré y cantaré al sol, a la primavera, como la cigarra. Si me aíslan hablaré con el ratoncito como Mújica, el uruguayo exguerrillero, ex presidiario y ex presidente.

 

7 de febrero de 2021.

 

El 7 de febrero hace 59 años, se dio a publicidad el Comunicado del Surgimiento de las FAR. Se había constituido en diciembre, en reunión del Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT, el partido comunista) el Movimiento Estudiantil 12 de abril y el movimiento de exmilitares “13 de Noviembre”.

 

Se acordó que Marco Antonio Yon Sosa, sería el Primer Comandante, el Teniente Luis Augusto Turcios Lima, segundo al mando, con grados de Comandante, y que se publicara el primer comunicado en febrero (para dar tiempo a establecer el Frente Alarick Benet en Izabal). Desde diciembre de 1962, hasta su muerte, estuve con el Comandante Turcios Lima como su más cercano camarada de armas y lo sustituí al frente de las FAR, a su muerte, cuando ya teníamos organización en todo el país, con reconocimiento internacional. 

 

Se inició feroz enfrentamiento armado interno que duró 36 años con el costo de 200 mil muertos, la mayoría de ellos civiles desarmados, no combatientes, la mitad de ellos mujeres violadas previo a su asesinato. A los guerrilleros muertos, las clases dominantes y los medios de prensa vendidos y paleros (televisión, radio y periódico impreso) les acusa ahora de terroristas; a los sobrevivientes se les persigue, cierran las puertas, los asesinan como al Comandante Peter o se les encarcela como lo hacen conmigo, fabricando acusaciones falsas. Quieren destruir la historia heroica del movimiento fundador y de quienes aún sobrevivimos. Pero la verdad es terca y se impondrá a las calumnias. 

 

¡Honor a las compañeras y compañeros caídos en la larga lucha contra el genocidio!

 

8 de febrero de 2021

 

La audiencia del caso Cubilhüitz se hizo por video conferencia. El Ministerio Público y las empresas fascistas pedían que se reformara la decisión del juez y volver a la acusación de usurpación agravada y asociación con gente armada. Se escuchó su argumentación –pobre en elementos, sin aportar nada nuevo– con la que pretendían doblarle el brazo al juez para que aceptara haberse equivocado y pedían que rectificara. En tanto, mi defensa encabezada por el Lic. Maynor Berganza, fundamentó, basado en leyes y reglamentos que a la solicitud del Ministerio Público y los querellantes empresarios no le asistía la razón. El juez denegó la petición y reafirmó que estaba en justicia lo resuelto.  La defensa del Lic. Berganza fue brillante, madura e irrefutable. Pidieron recurso de reposición, mi defensor les dio cátedra de por qué no procedía tal recurso.

 

Presentaron un video donde aparezco con casi mil campesinos, en la carretera, con playeras rojas con mi foto que convirtieron en su uniforme, dijeron que me recibían con flores, marimba, cohetes, desfile gritando consignas, con mucha comida y sin armas. Todo eso se opone a sus tesis que sostenían que eran reuniones clandestinas, a pesar de que se había entregado documentación que acredita la personería jurídica de la Fundación Turcios Lima. El juez basado en documentos del Ministerio Público refutó las patrañas en mi contra y leyó lo que yo les decía a los campesinos, que tenían derecho a la tierra tanto como los empresarios y que, con base en mi experiencia, llegué como mediador a resolver el conflicto con beneficio para las partes.

 

Las empresas en voz de su abogado intentaron victimizarse, se declararon en desventaja ante mi persona a pesar de sus millones, guardaespaldas, vehículos, armas y empresas de vigilancia armada frente a un revolucionario esposado, preso, octogenario, pero con la razón que le asiste, con la frente y la moral en alto, con la dignidad de quien ha luchado toda su vida por la justicia social, sin la cual no hay paz. Tanto el Ministerio Público –el mejor abogado de los empresarios y plegado a sus intereses– como los abogados de la empresa se veían empequeñecidos, tragando amargo, derrotados porque no tienen pruebas de sus calumnias. Pusieron de testigos a empleados suyos, lo que les hace perder idoneidad.


Fueron derrotados por falta de razón, de pruebas, de capacidad retórica y por lo pusilánime del fiscal del Ministerio Público.

 

El Lic. Berganza reposado, con un parlamento maduro, sereno, convincente, irrefutable, lució su capacidad con la humildad de quien se sabe conocedor y dueño de la verdad. Quedó demostrada mi inocencia y de no ser por el otro caso, el de los marinos, ya estaría en la calle terminando de aclarar los otros supuestos delitos menores, de los que con toda certeza saldremos victoriosos.

 

Recordé la anécdota de un rótulo que más o menos decía: “aquí murieron cien heroicos soldados a manos de un cobarde paraguayo”, reí con gusto ante la lastimera y quejumbrosa intervención del abogado empresarial. La mentira tiene piernas cortas y la verdad siempre la alcanza. Ahora estoy seguro de que, en medio de todos estos lodos, florecerá la justicia como florece la flor de loto entre el fango.

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