sábado, 12 de octubre de 2024

Argentina: La erosión como proyecto

 Ese bombardeo constante al que somos sometidos todos y cada uno de los habitantes destruye las bases de la personalidad en la lucha diaria por la supervivencia. Y como es sabido, el hambre esclaviza, doblega, paraliza...

Roberto Utrero Guerra / Especial para Con Nuestra América
Desde Mendoza, Argentina

Destruir una sociedad tiene, en los tiempos que corren, dos maneras efectivas. Una muy rápida y letal, con bombas y proyectiles lanzados desde la otra punta del planeta, como estamos observando en determinadas regiones del mundo. La otra, es destruir su población erosionando las instituciones públicas día a día, semana a semana a través de políticas que arrasen con el Estado y liberen todas las barreras para que el mercado haga de las suyas. Una herramienta que el neoliberalismo de las últimas décadas ha empleado para arrasar con las poblaciones de los países camino al desarrollo; eufemismo cuasi vacío de contenido en este nuevo siglo. Esa práctica reduce a los países en simples colonias proveedoras de insumos y sus habitantes son tribalizados, librados al pillaje.
 
Para ello ha sido necesario desmantelar el pensamiento individual, vaciar las mentes; dejarlas a expensas de quienes manejan las usinas mediáticas y las redes virtuales que manejan la voluntad de millones de jóvenes, en un intento avanzado de despojarlos de pensamiento crítico. 
 
Un proyecto de erosión que comienza lentamente en la intimidad, en la subjetividad individual durante largas horas de insomnio, cuando la angustia pospandémica acumulada salta de pensamiento en pensamiento como si fuera una mariposa rondando las flores; cuando la única compañía es la pantalla del celular; hecho que comienza a envolver el entorno como un pulpo, haciendo que eso que llamamos realidad o, percibimos como realidad, pierda justamente ese atributo real y concreto. Somos víctimas de una proyección en pantalla que se mezcla o superpone con la percepción primaria de nuestros sentidos.
 
El salto colectivo es erosionar la cultura para que se modifique inevitablemente. Y, para que ello ocurra debe distorsionarse la verdad de los acontecimientos, cambiar los hechos, sus registros o, directamente falsificarlos. Algo impuesto y dictado desde el norte para continuar sometiendo a los pueblos al sur del río Bravo, cuyo resultado fue la elección del furioso empresario presidente republicano que instigó el odio de sus conciudadanos y exarcerbó los ánimos al extremo entre la población. Práctica que luego se trasladó a otros países de la región y cuya ponzoña prospera peligrosamente.
 
Ese bombardeo constante al que somos sometidos todos y cada uno de los habitantes destruye las bases de la personalidad en la lucha diaria por la supervivencia. Y como es sabido, el hambre esclaviza, doblega, paraliza...
 
Experimento antiguo y remozado de los poderosos de todas las épocas que reactualiza la técnicas de dominación llegando a extremos jamás alcanzados hasta el momento y que, cada uno de nuestros países advierte la gravedad de las prácticas actuales con administraciones cómplices que destruyen progresivamente las instituciones de la democracia en favor de sus intereses.
 
Los personajes encargados de llevar a cabo la tarea erosiva del Estado, son los mismos de siempre y su mensaje es el mismo: desmontar la corrupción del gasto social desde los grandes organismos distributivos hasta los beneficiarios. Además, por el abultado endeudamiento financiero con organismos internacionales, se supeditó la gestión política por la conducción económica y ésta priorizó su aspecto netamente económico y rentable, las apetencias del gran empresariado local, aliado al mercado internacional. 
 
Esto explica ese macroengendro inoperante denominado ministerio de Capital Humano, cuya misión y servicios a la ciudadanía según el sitio oficial es: “Desde el Ministerio de Capital Humano nos planteamos como objetivo centralizar, alinear e impulsar políticas públicas correspondientes a las áreas de educación, trabajo, cultura, niñez, adolescencia y familia, desarrollando políticas de protección y fortalecimiento con el fin de asegurar la adecuada integralidad, coordinación e impacto en el diseño y la ejecución de programas sociales”.
 
Toda una definición que escapa a toda tradición de administración pública y corrobora la ineficiencia orgánica, dado que es imposible realizar políticas públicas que eran elaborados por diversos ministerios nacionales, cada uno de ellos, creados conforme la importancia que fue dándole la misma sociedad beneficiaria. Ministerios de Educación y de Salud tienen una larga trayectoria, como los de Trabajo, Seguridad Social y Empleo, a los que se fueron agregando Desarrollo Social, conforme la demanda de los sectores vulnerables en tiempos de grandes crisis, como lo fue en 2001. Entonces hubo que crear el programa Jefes y jefas de hogar para subsidiar a una población bajo la línea de pobreza, que entonces superaba el 60% de la población.
 
Consecuente con ello, le “Compete al Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado asistir al Presidente de la Nación y al Jefe de Gabinete de Ministros, en orden a sus competencias, en todo lo concerniente a los cursos de acción para la implementación de la desregulación, reforma y modernización del Estado en miras a redimensionar y reducir el gasto público y aumentar la eficiencia y la eficacia de los organismos que conforman la Administración Pública Nacional, la transformación de gestión, la simplificación del Estado, el diseño y ejecución de políticas relativas al empleo pública, y en particular”... etc., etc., etc. 
Ministerio a cargo de un economista de sobrada trayectoria destruyendo al Estado como es Federico Sturzenegger. Y, si en economía le sumamos a Luis “Toto”Caputo, fugador serial de capitales, bajo las órdenes de un presidente que se destaca por hacer el mayor ajuste en la historia de la humanidad, tenemos en el cono sur, un verdadero ataque del huracán Milton... Milton Friedmann, que es peor al que azotó las costas de Florida días atrás. Un verdadero atropello a la razón, como dice el tango Cambalache.
 
Este miércoles la Cámara de Diputados aprobó el veto de la ley de financiamiento universitario. El oficialismo consiguió el tercio necesario para el desfinanciamiento de las universidades públicas, Ganaron y perdieron. Ganaron en el Congreso pero perdieron en las calles donde miles de estudiantes de las universidades del país ocuparon sus edificios en señal de defensa de la educación pública argentina. 
 
No es que no haya dinero, recomponer sueldos de profesores e investigadores, mejorar las becas de estudiantes y mejorar edificios y hacer mantenimientos, significa 0,14% del PBI, nada en comparación del beneficio que significa mejorar la educación de dos millones de estudiantes universitarios que aportan conocimiento, ciencia y cultura al país y al mundo.
 
Sin embargo, en el mismo momento que en Diputados se discutía la ley, el presidente hablaba ante empresarios en la XXXV Asamblea del Consejo Empresarial de América Latina, con su habitual arrogancia de imponer un cambio de paradigma como primer presidente liberal libertario del mundo y, aprovechando “su buen humor” según sus propias palabras, dio cifras sobre los inmensos beneficios logrados en los nueve meses de gobierno y sobre el aumento del PBI per cápita conseguido, situación que la calle desmiente a gritos, pero que él como sus admirados ministros niegan a rajatabla. 
 
Su constante autoelogio lo lleva a declarar que varios países en el mundo lo están solicitando para que vaya a arreglar sus economías. Lo aplauden sí, los mismos empresarios que al salir de la reunión critican sus insultos y la falsedad de sus datos.
 
Autoelogio y humillación es parte de la erosión como proyecto que practica minuto a minuto, hora a hora, día a día, el presidente libertario; el odio y la división de la sociedad lo enardece aún en una semana que ha logrado la baja de la inflación y la aprobación del veto a la ley de financiamiento universitario y, sin embargo... todo es poco. Siempre va por más, lleva despedidos más de 35 mil empleados públicos, entre ellos de organismos descentralizados como el Instituto Nacional de Vitivinicultura INV, con sede en Mendoza, que tiene a cargo la fiscalización de la industria vitivinícola del país, en donde se controlan los viñedos de diversas regiones, se controlan las plagas, enfermedades y asesora a productores para mejorar la explotación vinífera en diversas provincias productoras. Allí se generan estudios, estadísticas y elaboran políticas públicas del sector que involucran a técnicos, profesionales, investigadores y empleados para esa tarea específica por más de seis décadas desde su creación, en 1958.
 
Nadie en tan corto tiempo ha logrado la movilización de la población en gran escala, 25 universidades han parado este jueves y sus estudiantes han tomado pacíficamente las casas de estudio, previa marcha, acompañadas por familias, profesores y docentes de todos los niveles. Dos millones de estudiantes universitarios tienen más claro que el primer magistrado el beneficio que significa el cursado de sus carreras y el aporte en beneficio de la educación, la ciencia en todas las áreas del conocimiento y la cultura en todas sus manifestaciones. Hecho que destaca a Argentina en el mundo.
 
Dentro de la erosión constante que practica el mandatario, está la realización de un acto este sábado en el Centro Cultural Néstor Kirchner, el CCK, el ex edificio central del Correo Argentino, donde actuará para celebrar el cambio de nombre Centro Cultural Palacio Libertad Domingo Faustino Sarmiento, provocación que intenta desterrar el nombre del ex presidente y todo lo que representa en la historia y el imaginario de parte de la población.
 
Dividet et impera, estrategia milenaria retomada por la acción mileica, cuyo ingrediente de agresión alimenta sus discursos y políticas a los efectos que los habitantes se debiliten y dispersen, sin la mayor posibilidad de reacción. Provocación a la que responden con mayores concentraciones y protestas, de espaldas a los dirigentes que, en muchos casos han sido sobornados por el oficialismo.
 
El próximo 17 de octubre, Día de la Lealtad en que se cumplen 79 años del nacimiento del movimiento obrero peronista, va a realizarse un acto multitudinario en el que se concentrarán estudiantes, obreros, empleados y movimientos sociales en oposición a las políticas de ajuste y destrucción del Estado que lleva a cabo el gobierno.
 
Además, todos los obreros y empleados del transporte de la República Argentina: terrestres, aéreos, marítimos y fluviales harán un paro el 30 de octubre, cuyas consecuencias pueden ser traumáticas.
 
La erosión como proyecto puede ser novedosa, instalar a alguien que disfruta en que se lo identifique como loco o genio y, por tanto condenado al éxito, como alguna vez destacó el ex presidente Eduardo Duhalde, no deja de ser un proyecto peligroso para el mismo piloso mandatario. Porque, como indica el principio de acción y reacción, todo lo que va, vuelve.

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