Entrevista al investigador chileno Marcos Roitman, autor de Las razones de la democracia en América Latina, un libro que hace aportes a la construcción teórica de la lucha emancipatoria: “Ahora hay una despolitización que vuelve a las personas más sumisas al poder, es el proceso del totalitarismo invertido”.
Yinett Polanco / LA VENTANA
El estudio de la democracia, su génesis y diferentes estadios, es un tema apasionante para el investigador chileno Marcos Roitman. Sociólogo, Profesor Titular de Estructura Social de América Latina en la Universidad Complutense de Madrid, columnista del periódico La Jornada de México y colaborador del sitio digital Rebelión, ha publicado los libros Democracia sin demócratas, La democracia en América Latina. Actualidad y perspectivas junto a Pablo González Casanova, y El pensamiento sistémico: los orígenes del social-conformismo.
Las razones de la democracia en América Latina, fue el título con el cual llegó Roitman a la XVIII Feria Internacional del Libro, Cuba 2009. Al decir de Gilberto Valdés Gutiérrez, presentador de este texto: “No es este, (…) un libro estrictamente académico, resultado de investigaciones librescas. Es un libro que hace aportes a la construcción teórica de la lucha emancipatoria y ese es, a nuestro juicio, su valor fundamental.”
En esta Feria del Libro usted presentó Las razones de la democracia en América Latina, texto conectado con otros títulos suyos, ¿por qué ha elegido esta línea de investigación?
—Tal vez ahí juega mucho la experiencia personal: el hecho de proceder de Chile y haber sido detenido en el Estadio Nacional, a uno le hace pensar qué es la democracia y cómo se construye el hecho republicano. Recuerdo que nosotros no entendíamos —al menos quienes éramos más ingenuos y yo me sitúo dentro de ellos, aunque podía haber tenido militancia— por qué debía negarle a quien me estaba preguntando, que era militante de un partido hasta ese momento constitucional, republicano y democrático como el Partido Socialista.
“A cambio de mi respuesta recibí golpes, sin entender por qué toda una tradición de lucha democrática, en cinco minutos me había convertido directamente en un enemigo del país que quería matar a los otros. Ahí comprendí la manipulación, y eso me hizo pasar de estudiar física o ingeniería a hacerme las preguntas desde la sociología y la ciencia política, o sea, cómo se construía el control de la dominación desde la perspectiva del capitalismo y por qué nosotros sentíamos de alguna manera esa necesidad de recuperar la condición humana en el momento en que la tortura, el oscurantismo y los elementos de la dictadura, nos negaron la propia condición humana.
“A uno le queda entonces estudiar el proyecto democrático y este se articula también en un estado, en las clases sociales, en los movimientos sociales, en la necesidad de estudiar la historia de la América Latina y romper la manipulación, no solo de los medios de comunicación, sino también de cómo nos habían formado. La formación es muy importante, y entendí que podía aportar a la lucha del conocimiento de la teoría democrática desde esa perspectiva y desde mi militancia política en la práctica, para dar a conocer la responsabilidad social del hecho democrático.” Leer más...
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