Samuel Silva Gotay / Semanario Claridad.
(Cápsula histórica, tomado del libro: Catolicismo y política en Puerto Rico)
(Cápsula histórica, tomado del libro: Catolicismo y política en Puerto Rico)
La dictadura militar de 1898 a 1900 fue el instrumento del Estado norteamericano para reproducirse en Puerto Rico con el objetivo de desmantelar el resto del Estado español, liquidar las bases de poder de la clase dominante puertorriqueña que recién estrenaba el régimen autonómico, y, simultáneamente, crear las condiciones para el establecimiento del nuevo régimen colonial que diera base a una cultura colonial de consentimiento, fundamentada en valores norteamericanos. Es importante bosquejar ligeramente este proceso para entender el contexto de la ocupación militar en el que la Iglesia hubo de comenzar su nueva vida, cómo le afectó el desmantelamiento de las estructuras políticas y culturales que apoyaban su existencia, y cómo le fueron adversas las nuevas estructuras que fueron estableciéndose.
El aparato militar norteamericano asumió las funciones políticas, jurídicas y militares del Estado. Éste transformó la estructura política expulsando a los autonomistas del poder, modificando las estructuras legales y las autoridades judiciales, estableciendo un nuevo régimen de política y milicias bajo comandantes norteamericanos, y gobernando por decreto. Sus decisiones invadieron el campo económico, minando rápidamente el poder económico de los propietarios de la Isla y facilitando la adquisición de las tierras por corporaciones azucareras norteamericanas. Ya para 1920, tres grandes corporaciones azucareras norteamericanas poseían el 50% de la tierra dedicada al cultivo del azúcar, y estas tres eran dueñas del 43% de la producción azucarera; otras corporaciones norteamericanas controlaban el 85% de la producción tabacalera y el 35% de la producción de frutos menores, además de tener el control de los bancos, los ferrocarriles, la electricidad, el teléfono y el telégrafo, y un sector comercial de importaciones. Leer más...
El aparato militar norteamericano asumió las funciones políticas, jurídicas y militares del Estado. Éste transformó la estructura política expulsando a los autonomistas del poder, modificando las estructuras legales y las autoridades judiciales, estableciendo un nuevo régimen de política y milicias bajo comandantes norteamericanos, y gobernando por decreto. Sus decisiones invadieron el campo económico, minando rápidamente el poder económico de los propietarios de la Isla y facilitando la adquisición de las tierras por corporaciones azucareras norteamericanas. Ya para 1920, tres grandes corporaciones azucareras norteamericanas poseían el 50% de la tierra dedicada al cultivo del azúcar, y estas tres eran dueñas del 43% de la producción azucarera; otras corporaciones norteamericanas controlaban el 85% de la producción tabacalera y el 35% de la producción de frutos menores, además de tener el control de los bancos, los ferrocarriles, la electricidad, el teléfono y el telégrafo, y un sector comercial de importaciones. Leer más...
No hay comentarios:
Publicar un comentario