Mientras Europa da un retroceso al caer en los tentáculos de recetas ortodoxas del Fondo Monetario Internacional, América del Sur sigue avanzando en su independencia económica.
Romper las cadenas de la opresión financiera del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial sigue siendo una tarea difícil y larga para los países de América del Sur. La puesta en marcha del Banco del Sur es un acierto de países como Ecuador, Brasil, Argentina, Venezuela, Uruguay, Bolivia y Paraguay, para avanzar en esta tarea.
En el año 2007 se empezó a dar contenidos a la creación de una nueva institución financiera regional, que desde el pensamiento propio de los países del Sur ponga fin a la dictadura financiera y económica impuesta a lo largo de muchos años por los organismos financieros internacionales –FMI y Banco Mundial-. El Banco del Sur, en el marco de una propuesta amplia para crear una nueva arquitectura financiera regional, se orienta a fortalecer el papel del continente suramericano en una economía mundial caracterizada por su inestabilidad económica, fruto de la desmedida liberalización financiera y comercial.
Las aberraciones que hasta el momento se mantienen, como la de depositar o invertir los ahorros de los países del Sur en los países del Norte, ha servido para financiar el bienestar de las economías ricas y para que ese dinero regrese más tarde en forma de préstamos, con altas tasas de interés y condicionalidades que vulneran la soberanía económica de los países del Sur. El Banco del Sur, a más de convertirse en el motor de desarrollo económico, social y ambiental equilibrado para los países miembros, es un paso fundamental en el fortalecimiento de los lazos de integración de América del Sur. Este tipo de instituciones, con una visión estratégica para la región, es uno de los pilares fundamentales que van a permitir afrontar los retos que demanda la geo-economía mundial para los próximos años.
A pesar de que el proceso ha sido largo, el Ecuador va cumpliendo los deberes de forma efectiva para avanzar en la puesta en marcha del Banco del Sur, además de ser uno de los países que mayor impulso a nivel regional ha dado a esta iniciativa. Hace pocos días la Comisión de Soberanía, Integración, Relaciones Internacionales y Seguridad Integral, de la Asamblea Nacional, presentó los informes favorables sobre los convenios constitutivos del Banco del Sur y del Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos (SUCRE), ahora hay que esperar que en el pleno de la Asamblea sean aprobadas estas dos iniciativas.
Mientras Europa da un retroceso al caer en los tentáculos de recetas ortodoxas del Fondo Monetario Internacional y la imposición de condicionalidades económicas en el tratamiento de la reciente crisis económica en Grecia, que ya amenaza a varios países europeos, América del Sur sigue avanzando en su independencia económica. ¡Adelante, Banco del Sur!
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