En tiempos de galerías de patriotas latinoamericanos, nos proponemos reflexionar sobre la pedagogía de Nuestra América, ¿existe la pedagogía latinoamericana? ¿hay una filosofía latinoamericana? Convidamos con este texto para que el lector, la lectora descubra este maravilloso mundo, de historias recuperadas, de relatos propios y apropiados. Ya que la colonización no es sólo económica sino también cultural, por lo tanto también lo debe ser la descolonización.
(Fotografía: Paulo Freire, educador popular brasileño)
1: El tiempo es el lugar de la acción (Simón Rodríguez 1771- 1854)
En una carta de Rodríguez a Bolívar, fechada el 30 de septiembre de 1827, el viejo maestro le escribe a su discípulo: “Que usted haya abrazado una profesión y yo otra, hace una diferencia de ejercicio, no de obra.”( Rumazo González, 1988: 72)
La obra en común es formar. En el caso de Bolívar la Patria Grande, la Confederación de Naciones: “Es una idea grandiosa pretender formar de todo el Nuevo Mundo una sola nación con un solo vinculo que ligue sus partes entre sí y con el todo. Ya que tiene un origen, una lengua, unas costumbres y una religión debería, por consiguiente, tener un solo gobierno que confederase los diferentes estados que hayan de formarse, mas no es posible, porque climas remotos, situaciones diversas, intereses opuestos, caracteres desemejantes dividen a la América. ¡Qué bello sería que el istmo de Panamá fuera para nosotros lo que el Corintio para los griegos!” (Bolívar, 1990: 81)
En el caso de Rodríguez formar tiene una connotación pedagógica, que la referencia con la Paideia entre los griegos y la Bildung entre los alemanes. Sin embargo no se trata de repetir modelos sino de crear una nueva formación en Nuestra América.
“El maestro de niños debe ser sabio, ilustrado, filósofo i comunicativo, porque su oficio es formar hombres para la sociedad (Rodríguez, Tomo II 1988:541).
El proyecto político- pedagógico de Rodríguez es la educación popular “no nos alucinemos sin Educación popular, no habrá verdadera Sociedad” (Rodríguez, Tomo I 1988: 333). Educación popular que no es otra que un “estado educador” (Roig, 1976: 179). Frente a las escuelas de la colonia, escuelas para la Patria, escuelas para las “Nuevas Repúblicas” (Rodríguez, Tomo I 1988: 333) Es responsabilidad que el gobierno “Establezca una Escuela en que se enseñe lógica, Idioma y Cálculo” (Rodríguez, Tomo I 1988: 401)
Los diferentes ensayos pedagógicos de Rodríguez, consistieron no en formar individuos, ciudadanos, “Emilios” sino en “educar pueblos que se erijan en naciones (…) la instrucción debe ser nacional” (Rodríguez, Tomo II 1988: 108). Rodríguez supera a Rousseau y a Pestalozzi: “Nada importa tanto como el tener Pueblo: formarlo debe ser la única ocupación de los que se apersonan por la causa social” (Rodríguez, Tomo I 1988: 283). Tener pueblo es formar a los niños, ya que “en los niños pobres (…) está la Patria” (Rodríguez, Tomo I 1988: 286). “Esto es los cholitos y las cholitas que ruedan en las calles” (Rodríguez, Tomo II 1988: 517), pero también a los adultos.
“Porque, en vida de Bolívar pude ser lo que hubiera querido, sin salir de la esfera de mis aptitudes. Lo único que le pedí fue que se me entregaran, de los Cholos los más pobres, los más despreciados, para irme con ellos a los desiertos del Alto Perú” (Rodríguez, Tomo I 1988: 255) LEER MÁS...
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