sábado, 1 de junio de 2013

Gabriel Gallegos Valdés: un grande de la izquierda genuina de El Salvador

El sábado 25 de mayo de 2013 enterraron, en Costa Rica, a Gabriel Gallegos Valdés, eminente abogado, Gaby o Gabris, como le decíamos en los sesenta. Tenía 85 años. Es digno de recordarlo como un grande de la izquierda salvadoreña, de esa que nutrió a los movimientos sociales para organizar la conciencia popular y darle batalla a la dictadura militar y a sus patrocinadores en El Salvador.

Victor Valle  / Para Con Nuestra América

Tuve el honor de tratar a Gabriel por más de cincuenta años. Cuando lo conocí en la Universidad de El Salvador y él era profesor en las Facultades de Jurisprudencia  y Ciencias Sociales y de Ciencias Económicas tenía una bien asentada reputación de serio, erudito, honrado, brillante y buena gente.

Tenía, también, tras de sí, el haber sido víctima de la represión del gobierno de Osorio, durante la famosa “represión del 52”, cuando el Teniente- Coronel Oscar Osorio, en el marco de la Ley de Defensa del Orden Democrático y Constitucional, -ley represiva-capturó, torturó y exilió a dirigentes políticos, estudiantiles  y sindicales.

Osorio era un eslabón interesante de la dictadura militar. Algunos analistas a posteriori de su gobierno de “reformas con represión”,  hasta tienen la opinión  de decir que era “social-demócrata”. La verdad es que era un militar golpista que se hizo del poder en 1948 y gobernó de facto,  2 años y por medio de un aparente de jure, seis años.  El mundo recién salía de la segunda guerra mundial; y había aires de apertura en los gobiernos oscurantistas y represivos de Centroamérica.

Los precios del café habían subido y había con qué hacer algunas reformas: se promulgó la Constitución de 1950, con algunos ribetes progresistas, se creó el Instituto Salvadoreño del Seguro Social, con alcance bien limitado para trabajadores urbanos, pero algo era algo; se fundó el Instituto de la Viviendo Urbana que construyó unidades de vivienda para sectores populares; se construyó la Represa Hidroeléctrica “Chorrera del Guayabo”, oficializada como 5 de Noviembre; se construyó la carretera del litoral y el Boulevard del Ejército. Osorio, también, favoreció el cultivo del algodón que enriqueció a algunos y dañó irreversiblemente la salud de muchos trabajadores  y deterioró el ambiente natural con plaguicidas regados sin control.

Pero al mismo tiempo había represión contra los sectores populares. Eso ya era inherente a la dictadura militar inaugurada en 1931.  Osorio y su gobierno dividieron el movimiento sindical incipiente y a los sectores progresistas los reprimió.

El libro “Secuestro y Capucha”, de Salvador Cayetano Carpio es un relato vívido de los niveles y modalidades de represión que utilizaba el gobierno de Osorio. Cayetano habla de Gabriel como un ser que se preocupaba de los otros, aún en medio de la sordidez de las celdas donde hacinaban a los perseguidos políticos.

Ese gobierno de Osorio  exilió, en 1952,  a Gabriel Gallegos Valdés, quien  recaló en Costa Rica donde adquirió fuertes lazos afectivos.

Otras víctimas de la represión de 1952 fueron el mencionado Salvador Cayetano Carpio, su esposa Tulita Alvarenga; el Profesor Celestino Castro y el dirigente estudiantil Gabriel Gallegos Valdés quien llegó a Costa Rica y por los mismos motivos con jóvenes –hace 60 años – como David Luna, Mario Salazar Valiente y Roberto Carías Delgado, entre otros.

Vi muchas veces a Gabriel en reuniones políticas. Él tenía un claro pensamiento de izquierda. Leído, entendido de lo que leía; buen  armador de argumentos políticos y jurídicos; conocedor a fondo de las familias oligárquicas. Era cercano al Partido Comunista y a los frentes universitarios revolucionarios.

Si se trataba de elegir un Rector o Decanos progresistas, para la Universidad de El Salvador, pues Gaby estaba en la primera línea de la acción. Ese fue el caso de la campaña para Rector que llevó a Fabio Castillo Figueroa a la Rectoría de la Universidad de El Salvador, en 1963.  Si la izquierda luchaba por inscribir un partido político, como el PRAM (Partido Revolucionario Abril y Mayo), pues ahí estaba Gaby en las reuniones preparatorias. Si la izquierda se proponía lanzar un candidato a la Presidencia, pues ahí estaba Gaby, como uno de los primeros, para planificar tal lucha política, como fue el caso de la campaña de Fabio Castillo Figueroa en las elecciones de 1966/67.

En 1979 Las Junta Revolucionaria de Gobierno –ese parcialmente bien intencionado proyecto político que quiso prevenir la guerra civil en El Salvador - nombró a Gabriel como Ministro de Trabajo y Previsión Social. Su Viceministra era la admirada  compatriota  Victoria Velázquez de Avilés. Este proyecto se derrumbó y lo demás es historia.

Gaby tuvo que salir de El Salvador  en los 1980s y desde entonces se radicó casi permanentemente en Costa Rica donde se había casado, desde los 1950s,  y había procreado hijos ahora en su adultez.

Ha muerto Gabriel Gallegos Valdés. Debe haber luto en la izquierda y la congoja de su familia por su ausencia, debe ser compensada  con el  recuerdo de sus acciones dignas, honradas, progresistas  e inteligentes.

Sea este mi tributo, en palabras, para que quede registro de una vida honrada y lúcida al servicio de la causa de la revolución social en El Salvador: Gabriel Gallegos Valdés. 

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