sábado, 22 de abril de 2023

Costa Rica: Movilización e indisciplina policial

 La policía nos dio una importante lección de movilización social, indisciplina incluida; puede que no tengan mayor conciencia de clase, pero este tipo de luchas permiten avanzar en esa dirección de manera progresiva…

Marcos Chinchilla Montes / Para Con Nuestra América

Este ha sido un gobierno de mucho efecto mediático pero poca inteligencia, desde el primer decreto malogrado que solo sirvió para hacer notar la incapacidad que tanto el presidente como su equipo en Casa Presidencial tenían. Sus errores se han venido acumulando de forma desenfrenada, aunque hay que reconocerle la capacidad que tiene para darles vuelta, capitalizarlos, y finalmente invisibilizarlos, con el aplauso sórdido de las mazas que aún lo siguen.
 
Rodrigo Chaves chabacano ha sido un fiasco; no escucha, no negocia, pero lo mejor de todo es que no le importa: su ego patriarcal y machista se lo impide. Siempre atento a destruir la institucionalidad costarricense que tanto costó construir, que tantos réditos nos ha dejado a lo largo de casi ocho décadas; sin la menor duda, sigue siendo un excelente funcionario del Banco Mundial y su dogma neoliberal.
 
Chaves, el que casi muere por asfixia con un chop-suey de agricultores, sindicatos y otros actores políticos por la marcha masiva del pasado 29 de marzo, debió haber pasado la noche con una indigestión severa con la manifestación policial que se dio este viernes 21 de abril en las afueras de su vivienda, en otros lugares del país, y que amenaza con extenderse por unos días más.
 
No se lo esperaba, como muchas otras personas tampoco lo esperábamos: que de pronto la disciplina policial se resquebrajara y exigiera su derecho a tener una vida digna: días de descanso, alimentación sana, equipo de trabajo, lugares decentes donde dormir, salarios dignos. Casi en el nivel de insubordinación, varios policías sugirieron que la Fuerza Pública debía de quedar fuera de la Regla Fiscal y de la Ley del Empleo Público; tremenda y osada solicitud. Nogui Acosta, el Ministro de Hacienda, debe de estar alarmado.
 
Conociendo a Chaves, en un primer momento asumió una pose de negación ante las manifestaciones policiales, posiblemente pensó que la policía llegó hasta su vivienda para agradecerle la nueva condición de precariedad en la que les sumió de la noche  a la mañana. No obstante, luego tuvo que haber asumido una pose furiosa, se preguntará cómo se atreven a contrariar sus decisiones. 
 
Cuando le toque resolver la compleja bronca que se le está armando, responsabilizará de la decisión al Ministro de Seguridad, y en un coqueteo con los cuerpos policiales, procederá a despedirlo; no sin antes buscar complacerse con la ciudadanía que aún le sigue.
 
La policía nos dio una importante lección de movilización social, indisciplina incluida; puede que no tengan mayor conciencia de clase, pero este tipo de luchas permiten avanzar en esa dirección de manera progresiva; ojalá sepamos emularla aunque le duela al exdiputado Carlos Ricardo Benavides.
 
* Docente, Escuela de Trabajo Social, Universidad de Costa Rica. Este texto no representa el pensamiento de la institución en la que labora.

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