Con esta frase, el candidato a presidente por Unión por la Patria, Sergio Massa, acorraló al candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei, en el último debate rumbo al balotaje del próximo domingo 19 de noviembre.
Roberto Utrero Guerra / Especial para Con Nuestra América
Desde Mendoza, Argentina
Más ausente que nunca, tal vez sedado para que no se le saliera la cadena, el candidato libertario salió al ruedo de capa caída, luego de que ocho de los diputados que jurarán sus bancas en diciembre, declararon su oposición al pacto realizado con Juntos por el Cambio, realizado con Patricia Bullrich, entre gallos y medianoche, pergeñado por el ex presidente Mauricio Macri. De ambiciones desmedidas y viendo el fracaso de su candidata, salió al cruce y como dispone de un canal de televisión, primero estuvo él y luego su pupilo, moderado y dócil, dispuesto a jugar su papel de segundón, dada su escasa o nula experiencia en el manejo de la cosa pública, como quedó demostrado en el debate.
Sin embargo, todo el aparato mediático se ha empeñado en modificar lo visto por millones de personas; donde la inmensa mayoría veía baches y frases arrojadas sin son ni ton, ellos pretenden rescatar a un economista que tiene claro lo que hay que hacer en la Argentina. Aunque pretenda romper relaciones con Brasil o China y sólo advierta como mundo libre a EEUU e Israel, justo en momento que ambos países cometen atrocidades en la Franja de Gaza, con crímenes de lesa humanidad. Brasil es nuestro principal socio en el Mercosur y las economías regionales argentinas dependen de colocar sus mercaderías en el vecino país, ayudándonos a enviarlas los brasileños, como ocurrió en la crisis del 2001. China es el gran mercado mundial al que va soja y carne de cerdo a granel, ambos países conforman el bloque de los BRICSA, cuyo ingreso del país está previsto para enero 2024.
Milei, si hubiera sido inteligente, podría haberlo destrozado con la inflación y su doble situación de ministro y candidato; podría haberlo asediado con la falta de combustibles que mantuvieron al país paralizado. Si hubiera sido inteligente podría haberlo llevado a un terreno cenagoso difícil de escapar porque es indudable que la situación económica de los últimos dieciocho meses, que es el período que Massa tomó la conducción, declinó por muchos factores como la sequía, cuestiones ajenas pero que, en un último debate, valía todo. Pero, inteligente Milei no es, al menos para ser candidato a presidente, donde la determinación y la seguridad, son importantes.
Massa por el contrario, se había preparado con cifras y muchos datos que lo acribillaban al libertario que respondía con sorna y gestos descontrolados, dirigidos a sus seguidores que, como claque responde al bufón mayor. Además, siempre interrumpiendo y descalificando como es el estilo de los dirigentes de La Libertad Avanza. Si bien Victoria Villarruel estaba en primera fila y cuando la entrevistaron lo hizo a favor de Milei, está visto que ella es el bloque duro de la fórmula, con un poder anticipado en defensa que, bien le ha valido salir esta semana separándose de su partido en algunas reuniones, como si ella fuera la futura presidenta. Otra de las tantas muestras de esta nueva fuerza política crecida a la vera de los horrores que dejó la pandemia y logró concentrar frustraciones y odios, pero que ha tenido la virtud – si es que se le puede llamar virtud – de volver a instalar la dictadura como si los horrores sufridos no hubieran sido suficientes. Por eso aparecen los mismos artífices civiles cómplices de los militares, como Macri o Cavallo que ya le dio su aprobación a Milei, o el dueño de Techint, Paolo Rossi, otro de los empresarios beneficiados con la dictadura. Por eso Macri, en su mensaje en su canal, La Nación +, reconoció su fracaso y exhortó a la población que siga a los jóvenes, que son los que quieren el cambio. Una mentira sideral que intenta poner en manos de las grandes transnacionales los destinos de los 46 millones de habitantes, como también los grandes recursos naturales con los que cuenta este maravilloso país, en manos de personajes como Joe Lewis, quien disfruta de las bellezas de Lago Escondido, escondido para todos los habitantes nacionales, territorio que, por su posición de frontera, jamás debería estar en manos extranjeras. Pero es el retorno, como pregona Javier Milei, volver al siglo XIX, con aquel modelo agroexportador que hizo ricos a unos pocos y sometió a esclavos a la inmensa mayoría de trabajadores que peleaban por sobrevivir con jornadas de 14 horas de lunes a lunes, época en que eran reprimidos y deportados los dirigentes sindicales por la Ley de Residencia o luego, la de Orden Social a comienzos del siglo pasado.
Ese es el cambio mentiroso que le ofrecen a la juventud, atormentada por sobrevivir, al igual que los obreros de antaño, pero ahora esclavizados y encandilados por las pantallas que no les permiten discernir.
Agobiados y con muertos de pánico, los argentinos nos encaminamos a unas elecciones totalmente distintas que ponen en duda el propio sistema democrático, porque no cumplió con las expectativas pregonadas por el “presidente de la democracia, Raúl Alfonsín”, ni los otros gobiernos progresistas que tomaron el poder en otras oportunidades, asediados por los desastres neoliberales de Menem, la Alianza o Macri. En todos estuvieron los mismos personajes siniestros con idénticas recetas: apertura económica, desregulación, endeudamiento y fuga de capitales y castigo al pueblo trabajador. Nada nuevo, ningún cambio. Una Argentina para pocos y una mayoría hambreada y reprimida si sale a manifestarse.
Por si quedaran dudas, esta mañana aparecieron pintadas paredes de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad de la Universidad Nacional de Cuyo, donde cursé mi carrera, carteles con leyendas: “No les importa el país, sólo quieren carguitos. Delincuentes”; “Se les termina la joda, roñosos”; “Milei 2023, zurdos de mierda”; “Chau parásitos, progres y feminazis”; “Votá al kirchnerismo y rogá no terminar con un tiro en la cabeza! Milei 2023”.
Por si quedaran dudas, en una facultad en donde padecimos persecuciones y desapariciones de alumnos y profesores, es una vuelta a la dictadura de la forma más cruel, donde el olvido triunfó sobre la Memoria. Verdad y Justicia.
Esta vez sí es por sí o por no. Por sí o por no, porque a Milei no le ha temblado el pulso de salir a decir que si pierde, es por fraude y ha presentado una denuncia contra la Gendarmería Nacional encargada de distribuir las boletas y resguardar los comicios en el territorio nacional ante la Junta Electoral Nacional, instando a las FFAA a realizar esta tarea marcada por la ley. Como proclama en su lucha contra la delincuencia: “el que las hace las paga”, consigna que habría que hacerle cumplir a él, un mentiroso serial que no se sabe si mintió antes o después, pero que su surgimiento y proclama responde a mentiras demenciales, en un personaje demente –creado por otros dementes ebrios de poder y avaricia– que pretende en sus delirios, gobernar este país.
Van por todo, por la razón o la fuerza, ellos que de razón no tienen nada. Este miércoles, la electa diputada nacional por La Libertad Avanza, Lilia Lemoine, amenazó a una periodista de la TV Pública que la intentaba reportear. Ante la insistencia de la periodista, la novel diputada le arrojó: “Los medios públicos se van a privatizar así que procurá ser una buena trabajadora”. Hecho ocurrido a la salida de la Estación de Ferrocarriles de Constitución, un lugar altamente concurrido por el público, sobre todo pasado el mediodía.
Se trata de la periodista, Laura Mayocchio, una profesional de larga trayectoria que sufrió la persecución de la dictadura y tuvo que exiliarse con su familia en el exterior.
Cabe acotar que la diputada Lemoine jurará su banca en diciembre y como el líder y su partido, expone lo que harán si llegan a gobernar a partir de diciembre.
Por sí o por no, es una opción que deberán asumir antes de entrar al cuarto oscuro los votantes indecisos, porque de esa decisión pequeña e inmensa dependerá, justamente, seguir eligiendo en democracia como lo hemos hecho estos cuarenta años que están a días de ser barridos por los mismos genocidas y sus descendientes que pugnan por venganza luego de cuatro décadas.
Por sí o por no, es un clamor que se extiende por todo el territorio nacional, recorre la región y se extiende por todo el orbe libre y democrático que clama por una mejor convivencia y paz ante tantas guerras fratricidas, tanta sangre y muerte en este sur global hambreado.
Por sí o por no, en palabras de cierre de campaña del candidato de Unión por la Patria, Sergio Tomás Massa, significa un gobierno de unidad nacional para gobernar con políticos de otros partidos políticos, sobre todo con la oposición, para poder establecer políticas públicas que puedan trascender un gobierno y poder sacar al país de la crisis en que se encuentra sumergido y estancado. Un gobierno que tenga en la Oficina de Anticorrupción a un político de la oposición para garantizar transparencia en la gestión.
Por sí o por no, es una opción fundamental para seguir viviendo en democracia, un régimen que como todo lo humano es imperfecto, pero el único que nos ha permitido desde la antigüedad occidental, sobrevivir a los caprichos de dictadores; insistimos, con todos los defectos que, sabemos, tiene. Pero que los mismos se mejoran con mayor ejercicio, con más práctica para que todos los integrantes de la sociedad se sientan representados. Claro y simple, pero como claro y simple, difícil de conseguir en épocas tan tenebrosas como la que nos ha tocado vivir.
Por último, con esperanza por lo que ocurra a partir de la próxima semana, quisiera terminar esta columna con palabras de una querida amiga escritora que ya no está entre nosotros, Liliana Bodoc; un poema que es una sentida plegaria: “Van a avanzar sobre nuestra ternura, sobre la belleza, sobre la gracia, sobre la música, porque todo eso empodera a los seres humanos empoderados.”
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