sábado, 25 de noviembre de 2023

Argentina: El infierno tan temido

 El infierno tan temido llegó a la Argentina. El aplastante triunfo de Javier Milei por casi un 58%, una diferencia de 13% sobre el candidato oficialista, así lo ha puesto de manifiesto. Nadie lo esperaba ni los más optimistas ni los derrotistas; la única verdad es la realidad y la realidad ha hablado.

Roberto Utrero Guerra / Especial para Con Nuestra América

Desde Mendoza, Argentina


Pido disculpas anticipadamente a mis amigos y compañeros extranjeros que anunciaban lo que se venía. Nosotros también lo sabíamos y lo gritábamos a los cuatro vientos. No hay excusas, tampoco me hago cargo del cataclismo ocurrido. Somos argentinos y reconocidos en el mundo por el tango, aunque es rioplatense; por el asado y el mate, de consumo regional y personas destacadas. Cinco premios Nobel que se levantarían de sus tumbas ante estos resultados, razón de más para que, esta primera crónica desde la trinchera, tenga otros matices, una desazón descontrolada y una mezcla de angustiadas emociones propias del tremendo golpe sufrido.  

 

Estamos ingresando al corazón de las tinieblas, de eso sí estamos seguros. El dólar se fue para arriba y los precios que manejan las megaempresas concentradas – unas diez – ya subieron un 50% a partir del lunes. “Precios cuidados” ya es historia, los empresarios tienen la libertad asegurada conforme las expresiones del presidente electo. 

 

Una gélida Navidad nos espera, aunque el verano austral sea tórrido y devastador, hay que esperar lo inimaginable, porque lo inimaginable está patas para arriba. No. Insisto, es inimaginable. Tan inimaginable que el lunes nos asomábamos a la calle como luego de un terremoto o un bombardeo, donde el polvo, algo así como esquirlas y el humo, impedían ver las causas de lo ocurrido. 

 

Una conmoción era el relato periodístico que iba tomando forma en el abanico de medios nacionales, desde los pretendidos independientes a los reconocidos como más próximos a las grandes mayorías. Un clima enrarecido y de sospecha abarcaba a todos. El periodismo extranjero no tenía referencias de una cosa así e intentaba sacar a la luz los cuarenta años de democracia y, ensayaba volver a sus momentos más delicados y elaborar el listado de presidentes más extremos, aquellos que realizaron cambios estructurales y sus críticas consecuencias económicas y sociales; inconscientemente y sin acudir a sus autores, se volvía a aquel viejo supuesto de los cuatro tipos de países en el mundo: desarrollados, subdesarrollados, Japón y Argentina. Una fama que va de la picardía e inventiva a las habilidades futbolísticas, por todo el planeta reconocida. Un sabor que, de dulce empalaga y agobia. Un entusiasmo festivo que amenaza transformarse en llanto colectivo, porque todo lo público se va al tacho y el mercado, que parece abarcarlo todo, comienza a avanzar inexorablemente, porque ahora, la Libertad Avanza con mayúsculas, sin anestesia.

 

El infierno tan temido abre sus puertas y es probable que sus llamas consuman a los más entusiasmados y entusiastas. Los jóvenes podrán salir corriendo, pero los mayores y ancianos, serán devorados por las llamas. Al cabo de un tiempo, las cenizas serán el testimonio de ese momento. El “segundo tiempo”, según el monje mayor que respalda al presidente electo, debe ser mucho más rápido e ir al hueso. Hueso duro de roer, el ex mandatario, no cesa de darle consejos y sitiarlo con asesores y amigos que rodean al presidente electo como una asfixiante telaraña. 

 

Sin embargo, el presidente electo es díscolo, sólo responde a su hermana, “el Jefe”. Otros tiempos, se preguntará así mismo, el ingeniero. Seguramente éste me gana en eso de, volverse loquito y hacer daño, seguirá rumiando en sus soliloquios el hombre de la Ndrangheta.

 

La magnitud del daño nunca se sabe, comienza con algo minúsculo, como una manchita en la piel que luego se transforma en cáncer. No hay prevención ni diagnósticos previos. No hay vacuna contra el infortunio. 

 

El triunfo libertario nos vuelve a la pandemia. Todo muy loco y extremo, del silencio de las calles y cielos vacíos, a los cacerolazos negacionistas. Todo se pone a prueba, se ignora la solidaridad de médicos, enfermeras, investigadores y servidores públicos, hasta las bondades de las vacunas. Hay que salir a la calle sin barbijo, evadiendo todas las restricciones; el negacionismo ignora el virus como la redondez de la tierra. La ciencia está contra la pared, amenazada por una horda de zombis, salida de una película de terror.

 

A pesar del negacionismo reinante, la pandemia está más presente que nunca en la deteriorada salud mental de toda la población. Por lo visto, la cordura está ausente sin previo aviso.

 

El escenario muestra la sonrisa de los actores, pero la sonrisa escénica es superada por la mueca simulando sonrisas, de los millones de espectadores. El mundo es un manicomio y como manicomio debe conducirlo un loco. Son los nuevos tiempos que nos toca vivir, hasta que la muerte nos separe. 

 

El loco está feliz. Es el más feliz de todos y el más incrédulo. Nunca pensó que dos años de televisión y una obra de teatro en la calle Corrientes, lo hicieran presidente de los argentinos. Está chocho y es comprensible. Comprensible también que, uno de los primeros en saludarlo, sea el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, otro actor que llegó a la presidencia y continúa en giras actorales garroneando apoyo y armas. ¡Qué loco todo! ¿No?

Apaleados, tirados en la cama por los efectos del aplastante triunfo libertario, hay que moverse con cautela. No prender luces por si hay un escape de gas; mirar el suelo si hay vidrios rotos. Buscar agua y linterna; alimento por si las moscas. En zonas sísmicas hay entrenamiento en todo esto. En otras menos azotadas por temblores, no. Allí las emergencias son distintas; la crecida de los ríos lleva a tener el agua al cuello. Morir ahogado es lo común. En todos lados se cuecen habas, dirán los resignados. Otros se querrán cortar las venas. Todo vale en la emergencia.

 

Muchos nos quedamos acostados, el lunes no salimos de la cama ni hablamos con nadie. Apagamos los celulares. Dormimos a pata tendida, pero tuvimos pesadillas. El infierno tan temido se hizo presente en los sueños y sus monstruos al acecho nos volvían a despertar transpirados y con taquicardia. Las dosis cardiológicas se duplicaron, previniendo cualquier crisis. No queríamos ver a nadie y un mal humor de perros nos hizo ladrar, en consonancia con la amenaza de la política canina anunciada. Habrá que irse acostumbrándose, pero… ¿todo en su medida y armoniosamente? Como decía el General, o eso ya es historia. Bueno… si la historia la escriben los que ganan, quiere decir que hay otra historia. Pero la canción de Lito Nevia ya es historia también, como la guitarra de Alberto Fernández, que deberá colgarla en el ropero y su perro Dylan, con el desalojo en puerta. 

 

En la Quinta de Olivos rondarán otros rropes: Conan, Murray, Milton, Robert y Lucas, los hijos clonados del primer Conan, que son como hijos y nietos del presidente electo. Por eso el conductor designado para el CONICET, será un especialista en clonaciones: el Dr. Daniel Salomone.

 

No es macaneo, anticipé que se viene otra época y como otra época, los signos son distintos y hay que buscar, seleccionar, elegir, escoger o imaginar nuevas palabras para describir nuevas situaciones y fenómenos. Habrá que ir a la raíz de las cosas, al origen de lo que se ve en la superficie.

 

El presidente electo se ha quejado en televisión que siendo un niño de cuatro años, sufrió bullyng – ¿se escribe así?, dudo. Su padre, un hombrón de un metro noventa lo castigaba ante la indiferencia de su madre. La única que lo defendía era su hermana Karina, de allí su amor incondicional al “jefe”, cuya oficina estará pegada a la suya. Los golpes sufridos por los golpeados se repiten a futuro. No hay que asustarse si ahora nos toca el turno de recibir golpes a nosotros. Entre sonrisa y ataques de nervios lo ha ido anticipando el muchacho de mirada extraviada. No es joda. 

 

Por lo pronto, se paraliza la obra pública en todo el país, dijo el presidente electo; no hay presupuesto y hay que bajar el déficit fiscal. Hay que privatizar YPF y los medios públicos. Algo ya vivido en los noventa de Carlos Menem, presidente que más admira el presidente electo por sus políticas de shock y sus relaciones carnales con EEUU, a las que ahora suma Israel. Pero… porque siempre hay peros rondando declaraciones tan tajantes; sus aliados gobernadores radicales liderados por Alfredo Cornejo, recién afeitado, reunidos en la Casa de Mendoza en Buenos Aires ya salieron a marcarle la cancha y a decirle que si paraliza la obra pública, se paralizan las provincias y no lo van a permitir. Poco, muy poco duró el romance entre cambiemitas y libertarios.

 

El actual presidente Alberto Fernández recibió en Olivos al presidente electo Javier Milei. Milei le pidió a Fernández, hacer una breve recorrida por la Quinta Presidencial, lugar que ya eligió como sede de su futuro gobierno; en la Casa Rosada estarán otros funcionarios no tan próximos. Una cuestión de marcar el territorio, como hacen los perros, además de olerse otras partes. Costumbre canina con la que está muy familiarizado el presidente electo.

 

El Papa Francisco se anticipó a felicitar al presidente electo y desearle suerte en la gestión, que es una manera de acompañar en la desgracia a sus compatriotas, también – ante la insistencia del personal del entorno del nuevo presidente, llámese futura canciller Diana Mondino – anticipó que podría viajar a la Argentina. 

 

Antes; no ahora desde luego, Dios era argentino. Pero eso era antes.

 

Entre amigos y conocidos circulan estos días, cadenas de oración. La Fe mueve montañas insisten los memoriosos. Los pragmáticos como los positivistas de principios del siglo pasado descreen de la fe y el pensamiento mágico que, en aquellos tiempos, tenía otro nombre. 

 

Los rosacruces tuvieron su momento de gloria en la absoluta oscuridad, ahora son otra cosa. Ellos como tantos otros, se recluían en la oscuridad para evaluar los signos de los tiempos. Hubo infinidad de oráculos, tanto en el viejo como en el nuevo mundo, el hombre tuvo necesidad de creer en algo. Las religiones reconocen ese origen remoto.

 

Sin embargo, por la experiencia histórica, la gente siempre se las ha rebuscado para salir del paso. En la clandestinidad la mayoría de las veces y a la luz del sol, cuando la dejaban. Nada es eterno y en las flores brillantes de lo nuevo, están las semillas que harán lo opuesto. Consecuencias del evolucionismo que Darwin puso a rodar en la segunda mitad del siglo XIX. 

 

Nuestra generación y mucho menos los jóvenes conocieron – como es lógico suponer en tiempos en que se somete a duda lo lógico – a Darwin, científico que de joven supo pasar por la provincia de Mendoza y contraer el mal de Chagas que lo llevó a la tumba. Sus ideas fueron el puntapié inicial de muchos estudios en el campo de las ciencias naturales. Lo sabemos, aunque – por las señales de los tiempos – ahora están en duda.

 

En todos los tiempos, desde que el hombre se irguió en dos pies, miró las estrellas y se creyó parte de ese universo infinito que se abría sobre su cabeza; miró extasiado a su alrededor y dejó testimonio en las rocas con polvo mineral de colores. Había nacido el arte. En todas partes hay vestigios de ese arte rupestre milenario. 

 

Los coliseos romanos albergaban las matanzas del circo y monumentales obras de teatro. La comedia y la tragedia, como las máscaras que las representan, son caras de una misma moneda. 

 

Visto de otro modo, la vida es un teatro permanente, donde alternan momentos de dolor y de felicidad. La felicidad es fugaz, el dolor deja huella. Hay quienes dicen que del dolor se aprende. Muchos, la gran mayoría está cansada de los prolongados efectos didácticos del dolor. Quieren respirar, aunque sea un poquito, sin tantas amenazas de castigos prometidos por el castigador de turno. Oremos, como dice el cura en la misa dominical.

 

La oración calma, mucho más si es colectiva y en silencio. La fuerza espiritual de una comunidad se pone a prueba ante las desgracias. Cuando algo grave sucede, los lugares santos se llenan de velas encendidas y hay un clima de recogimiento y devoción que apacigua los ánimos, como en Semana Santa. Todos nos retraemos sobre sí mismos en una comunión entre uno y el universo. Creyentes o no, siempre nos ha movido algo misterioso imposible de definir, pero altamente útil para vivir.  

 

Seguramente, el arte salvó a los primeros homínidos, como nos ha salvado desde que tenemos consciencia. El arte en todas sus manifestaciones ha sido la semilla de la esperanza; la esperanza ha sido la palabra utilizada por millones de poetas para expresar como el inolvidable uruguayo, Mario Benedetti, “todavía cantamos”. Bertolt Brecht vendrá a nuestro auxilio, como tantas veces que lo invocamos…

 

Ahora… el cambio no va a ser fácil, el presidente electo no cuenta con ningún gobernador de su partido y tiene muy pocos diputados que puedan defender su proyecto en el Congreso.

Aunque el infierno tan temido prometa todos los males posibles y arrasar con la hiperinflación y dolarizar la economía, requiere de grandes acuerdos que ahora no tiene.

 

El entramado legal e institucional respaldado por la Constitución liberal alberdiana que tanta menta y respeta, es un freno inmenso a sus aspiraciones de cambio y un dique de contención de medidas que atenten contra los ciudadanos. 

 

El primer artículo dice: “La Nación Argentina adopta para su gobierno la forma representativa republicana federal según lo establece la presente Constitución.” Esto lo obliga a bajar los humos. No es tan fácil, por más nostalgia que tenga del siglo XIX.

 

En ningún momento la Carta Magna entroniza al mercado, pero sí garantiza los derechos de los trabajadores a un salario digno, conforme el texto del Artículo 14 Bis. Los dientes de la motosierra pueden saltar en pedazos si amenaza las paritarias o pretende que los salarios – como en otras épocas neoliberales – sean la variable de ajuste. ¿Ajuste? ¡las pestañas! dirán los obreros movilizados en las calles.

 

No será tan fácil, para él ni para nosotros. La Constitución Nacional, está por encima de cualquier loquito suelto que pretenda vulnerar lo allí consagrado. Deberá – al menos – tener respaldo del Congreso. En las pistas, se ven los pingos. En la pista, los pingos corren el riesgo de despistarse.

 

Este miércoles 22 de noviembre – Día Internacional de la música, en honor a Santa Cecilia – se reunieron en el Congreso la actual vicepresidenta, Cristina Fernández y la vicepresidenta electa, Victoria Villarruel, quien íntimamente celebrará su victoria. Ambas inspiradas en distintas musas, tal vez, de signo contrario. Una sabiendo lo que se viene y la otra, precisamente por lo que se viene. Victoria, cantaba victoria porque iba a concentrar en sus duras manos la seguridad y abriría las puertas a los represores enjaulados. Deberá esperar. Dócil y moderada, con la cabeza gacha, prometió cumplir tareas en el mismo sillón de la vicepresidenta en funciones. Los impulsos y los mohines no tienen cabida en democracia.  

 

En estos días aciagos y fétidos, acompaño amigos, como es de reconocer que esto le sucede a miles de personas, que padecen esa enfermedad innombrable, con nombre de crustáceo y signo del zodíaco que, la inolvidable Susan Sontag desmenuzó en La enfermedad como metáfora. Cada día es una pequeña victoria en la lucha contra la enfermedad. Puertas afuera se libran otras batallas, aunque dentro de los amagues libertarios está abandonar la provisión de los medicamentos oncológicos. Todo tiene que ver con todo. Pero… ¿debe ser tan horripilantemente extremo?

 

Mirando los noticieros donde circulan posibles funcionarios, unos más personajes que otro, como la artista Fátima Flores que cobró fama imitando a Cristina Fernández y pretende ser la futura primera dama, bajo la atenta mirada de “El Jefe”, unos se frotan las manos a la vista de todos, otros disimulan el gesto, pero es al ñudo no reconocer las futuras fortunas que van a amasar. Siempre hay quien se prueba el traje del finado que van a enterrar, en la idea que: muerto el perro se acabó la rabia. Pero… la rabia contenida de los que quedaron fuera, puede contagiar a multitudes. 

 

Entonces y, no es la sangre en el ojo, ¿qué harán estos entusiastas personajes que ahora roban cámara? ¿Podrán esconderse de la furia popular, luego de dictar la sentencia de muerte de muchas políticas sociales? Difícil de prever. Imposible imaginar a las puertas del infierno tan temido.

 

Siempre ocurrió, la suerte y la fortuna como en la taba, cambia de mano: porque el dinero desde que vino al mundo, fue infiel.  El dinero prostituye y como el oficio más viejo del mundo, se vende al mejor postor y adopta cualquier valor y rostro, porque está mudando a cada momento, mucho más en épocas plásticas y virtualidad reinante de mercados volátiles y paraísos fiscales. El sueño verde libertario que necesita un mar verde de extensiones oceánicas, tal vez no pase de sueño, pero que en la práctica – como aconsejan los mismos del riñón libertario – no están dadas las condiciones. Tal vez en dos años. Dos años en la volatilidad de los tiempos es una eternidad.

 

El infierno tan temido requiere combustible para avivar las llamas. Vaca muerta tiene gas y petróleo para lograr la soberanía energética según quien la maneje. Varios, muy pocos y del mismo palo, ya hacen números. El precio de los servicios como en épocas macristas, se irá a las nubes. El núcleo duro, el círculo rojo o como quieran denominarse esos grandísimos y avaros empresarios, ya lo anticiparon. La energía es clave. Lo saben y lo sabemos, aunque nosotros seguimos mirando con la ñata contra el vidrio, como convidados de piedra; sólo útiles a la hora de emitir el voto. El voto que en manos inconscientes, traicionó al emisor.

 

Los chupamedias de turno quieren entrevistar en exclusiva al presidente electo. ¿Va a suspender la obra pública? le arrojan a bocajarro; el presidente electo, esconde un sí, apenas musitado y arranca: ¡hay que bajar el déficit fiscal! El periodista desconcertado lo mira y, el presidente electo, retoma su clase de economía en la facultad y prosigue con su lenguaje académico, hermético e inentendible para el periodista y los televidentes. El presidente electo, simula ver la platea y vuelve a la clase magistral, incapaz de simplificar un concepto, prosigue el monólogo hasta la tanda de avisos. Claro como el agua turbia; sale del edificio con el brazo y el pulgar en alto, sabiendo que lo bajará de improviso y quedará la tendalada. El emperador Nerón y Roma en llamas… un poroto.

 

Primer Parte de guerra, jueves 23 de noviembre, horas de la tarde; el presidente electo congrega la primera manifestación masiva en la Plaza de Mayo en contra de sus propuestas económicas y amenazas de privatizaciones. Coincide con la marcha de las Madres y Abuelas y las expresiones negacionistas de los libertarios. 

 

Segundo Parte de guerra, jueves 23 de noviembre, horas de la tarde; la Confederación General del Trabajo de la República Argentina CGT, se reunió y expresó su opinión a través del Secretario General, Héctor Daher que, así como el presidente electo irá a hablar con los organismos internacionales que sumieron en la ruina a los trabajadores, deberá responder a los trabajadores argentinos empobrecidos por la cruda situación económica por la que atraviesan, estando dispuesta a recibir los pedidos de cada gremio, como los vinculados a la obra pública, cuya suspensión ya generó despidos. Como en otros tiempos, la CGT va a salir a la calle a manifestar su descontento.

 

Tercer Parte de guerra; jueves 23 de noviembre, horas de la tarde; se anunciaron dos nuevos ministros para el futuro gobierno: Luis “Toto” Caputo, el Messi de las finanzas, amigo del alma del expresidente Macri en Economía y Patricia Bullrich, presidenta del PRO, en la cartera de Seguridad. “El que las hace las paga” es el nuevo grito de guerra. 

 

El diablo vuelve a meter la cola, no quiere perder ninguna mordida, también quiso hacerlo en la Asociación de Fútbol de Argentina AFA, donde su presidente, Claudio “Chiqui” Tapia volvió a decir que los clubes “son asociaciones civiles sin fines de lucro” y que “el fútbol está muy bien”. Un claro mensaje para Macri y Milei, como antes le hizo un guiño a Massa. 

 

Vuelven los amados y odiados noventa; el abogado Mariano Cúneo Libarona – de relevancia en esos años locos, con el caso Cóppola, defendió a Amira y Emir Yoma, cuñados de Menem y estuvo preso un mes por la causa AMIA – será el nuevo ministro de Justicia y visitó a la Suprema Corte de Justicia para anunciarles que desactivará los juicios contra ella, como también se reserva el nombramiento de dos jueces que estaban vacante, como también el nombramiento del Procurador de la Nación desde que salió o, la hicieron salir a la procuradora Alejandra Gils Carbó. Una de cal y otra de arena. Milei le planta cara al jefe con funcionarios propios y el jefe, se asegura tener la vaca atada en el partido judicial. El regreso de los muertos vivos y la dirigencia obrera y social en pie de guerra.

 

Cuarto Parte de Guerra, viernes 24 de noviembre, horas de la mañana; el edificio del  Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad sito en calle Paseo Colón fue desalojado por amenaza de bomba. El odio y la discriminación ya están en marcha.

 

Quinto Parte de Guerra, viernes 24 de noviembre, horas de la mañana; una pasajera de la línea 561 atacó a golpes y patadas en el piso a una maestra lesbiana que se dirigía a trabajar a una escuela de zona sur del Gran Buenos Aires. Fue una agresión motivada por odio a su identidad de género y a su profesión. El chofer no quiso detener el colectivo y los pasajeros miraron para otro lado.[1] La indiferencia a la desgracia ajena es una muestra más de las fisuras de una sociedad que comienza a enfrentarse en las calles.

 

Sexto Parte de Guerra, viernes 24 de noviembre, horas de la mañana; la decana de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Cuyo fue agredida por dos individuos entre 40 y 50 años de edad que, viendo los grafitis pintados la semana pasada contra el marxismo, rotulado Milei 2023, compartieron colocar una foto del presidente electo. La decana al salir a consultarlos e identificarse como funcionaria de la institución, fue amenazada a los gritos. Hecho que obligó a los alumnos del taller de Investigación Avanzada del doctorado de Ciencias Sociales que impartía la decana, a respaldarla y constituirse en testigos. Entre los testigos estaba yo y, coincidimos que no estábamos preparados para este tipo de ataques. Sin mencionarlo, estábamos convencidos que los vengadores de la dictadura – tantos años escondidos – volvían cargados de odio.

Algo insólito. Nunca antes había ocurrido en 40 años de Democracia. Obvio. Nunca antes hubo un presidente electo tan desquiciado que, promete adherir a las atrocidades inhumanas de Israel, viajando a suelo israelí antes de asumir. Israel, pueblo de la Alianza, seguramente se asombra de este judío errante que erra cada paso o acierta en su incierto destino, tan incierto y volátil como su humor.  

 

Aún no comenzó el infierno tan temido y, sin embargo, la intensidad de su fuego abrasador, comienza a abrasarnos con sus llamas tentadoras.  



[1] Página 12, 24 de noviembre de 2023.

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