Los
medios y los enemigos de la Revolución Cubana callan vergonzosamente, porque no
pueden negar las páginas de gloria que los atletas cubanos han llenado en la
historia.
Ángel Bravo / Especial para Con Nuestra América
El 28 de
junio de 1987 Gianni Miná le realizó una entrevista de 15 horas al Comandante, que
culminó en el libro Un encuentro con
Fidel. El capítulo 11 (El deporte), Miná lo introduce así: “Cuba es hoy,
probablemente el cuarto país del mundo en el deporte, por número de victorias o
medallas obtenidas en competencias internacionales, cantidad de participantes
en las etapas finales de las grandes competencias en todas las disciplinas, y
organización de la actividad en el país. Solamente anteceden a Cuba, los
Estados Unidos, la Unión Soviética y la RDA. Un resultado inimaginable para
cualquier otro país del Tercer Mundo, incluso naciones grandes como Argentina,
Brasil o México”.
Los
logros deportivos de Cuba en toda su historia revolucionaria siempre han
tratado de ser invisibilizadas por la gran prensa comercial al servicio de los
intereses hegemónicos del amo del mundo. El ejemplo de entrega, lucha y triunfo
de sus atletas en distintas justas ha enarbolado la bandera cubana en primer
lugar, para molestia de los mercaderes del deporte, pero también para alegría
de quienes piensan que éste no es exclusividad de adinerados.
Miná pregunta:
“¿Y es por esto que, por ejemplo, en el deporte en la América Latina, sólo Cuba
alcanza victorias en los juegos olímpicos o en las grandes competencias
mientras los otros países latinoamericanos casi no ganan nada?”. Fidel
responde: “Primero, que le hemos prestado atención, hemos preparado profesores,
hemos empleado técnica; segundo, hemos masificado el deporte…Estos son los
factores que determinan el elevado número de medallas que nosotros obtenemos en
esas competencias internacionales…”
Desconocemos
cuántos presidentes entienden la realidad del deporte en su país y lo apoyan. Pero
en Cuba, al triunfo de la Revolución, Fidel con su ejemplo y con políticas
deportivas revolucionarias impregnó a su pueblo de la consagración al ejercicio
físico.
Luis Báez
en su libro Así es Fidel presenta 413
anécdotas del encuentro que han tenido con el Comandante en Jefe atletas,
diplomáticos, periodistas, científicos, intelectuales y hombres de pueblo en
general. Cincuenta y uno anécdotas son de atletas cubanos; ese solo dato
ilustra la cercanía y el apoyo de Fidel al deporte.
Hoy el
deporte en general ha sido mercantilizado; el atleta vale dependiendo del
equipo en el que juegue, la camiseta que vista y la marca que lo patrocine;
para algunos es más valioso jugar para el equipo que le paga, antes que representar
a la selección de su país. Los tiempos en los que se competía por amor a la
camiseta del país, ya pasaron. El deporte está marcado por el mercado y son los
medios comerciales quienes determinan qué eventos deportivos son importantes y
cuáles no. Culminó en Veracruz México los XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe,
y la mayor parte de la prensa de esta región fue indiferente a los Juegos, solo
cubrieron el fútbol masculino. Las otras disciplinas no fueron importantes para
ellos.
El
medallero final volvió a colocar a la Isla en el primer lugar con 123 de oro, 66
de plata y 65 de bronce. Así, Cuba mantiene su gloriosa condición de líder del
área, que conquistó por primera vez en Panamá (1970), y ahora lo hace por
décima vez. Ese sitial solamente fue interrumpido el 2002 y el 2010, porque Cuba
no asistió, a falta de garantías mínimas que exige este tipo de competencias.
El
anuncio de la presencia de Cuba en Veracruz meses antes, advertía que sería
candidato al podio. Por eso los medios comerciales no se tomaron la molestia de
informar del desarrollo de los Juegos. Cuba socialista, volvería a asombrar con
esos resultados. Lo que no podían dejar de “informar” esos medios fue las
deserciones de algunos atletas cubanos; con esa “noticia” se regodearon los
“profesionales” del periodismo. A pesar de algunas deserciones, Cuba arrolló, y
aunque en las otras delegaciones nadie deserta, tampoco obtienen triunfos como
Cuba. Desde hace muchas décadas los medios de derecha se dedican a atacar a la
Isla, mintiendo que es un pueblo encarcelado y con hambre. ¿Por qué será entonces
que los atletas libres y opulentos de otros países no pueden contra los atletas
“cautivos” y “desnutridos” de Cuba? ¿Cuál es el éxito de los países
capitalistas? ¿Cuánto invierten en deporte, que es también invertir en salud?
Los
medios y los enemigos de la Revolución Cubana callan vergonzosamente, porque no
pueden negar las páginas de gloria que los atletas cubanos han llenado en la
historia.
Báez registra
que Alberto Juantorena cuenta, que en los Juegos Centroamericanos y del Caribe
(La Habana, 1982) la disciplina que cerraba los Juegos -el 12 de agosto- era el
relevo de 4 por 400 metros; él recibió el testigo con una desventaja que
parecía inalcanzable, pero fue descontando; en los últimos 20 metros saludó al
Comandante que se encontraba en las gradas. Luego Fidel le hizo una broma:
“¿Qué tu hacías saludando antes de pasar la meta?, ahí perdiste unos segundos”.
Juantorena le dijo: “Es que estaba dedicándole esa medalla a usted por su
cumpleaños, porque usted ha sido la inspiración y el creador de todas las
glorias del deporte cubano”.
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