La noticia de que Rusia ha redefinido
en su doctrina militar a quienes considera hoy enemigos, es decir, a quienes
considera que la amenazan, es tan importante o más quizás que la recientemente
difundida del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y EEUU:
una influirá en la distensión, otra incrementará las tensiones, pero ambas
serán noticias del siglo.
Juan
Félix Montero / Especial para Con Nuestra América
El presidente Putin firmó promulgó el decreto de la nueva doctrina militar rusa. |
Me atrevo a afirmar esto haciendo un repaso de lo
acontecido desde la estrepitosa caída de la Unión Soviética y el viraje dado
por la camarilla mafiosa encabezada por Yeltsin que asumió el poder. No se
cansaban de repetir alabanzas a sus socios europeos y de Estados Unidos. Tuvo que
pasar bastante agua debajo del puente para que, quienes gobiernan hoy en ese
gigantesco país, pudieran darse cuenta que el imperialismo, encarnado en EEUU,
UE y la OTAN, en su esencia seguía siendo aquel mismo enemigo que otrora
resistieron y combatieron.
Del documento que consigna esas modificaciones a la
doctrina militar rusa, destacamos los siguientes aspectos:
1-No obstante, “El presidente Vladimir Putin de
Rusia… orienta el uso de la fuerza castrense solo después del agotamiento de
todas las medidas no violentas”.
2-“El documento actualizado señala entre los
principales retos clave externos para Rusia el incremento del potencial militar
de la OTAN y el emplazamiento de sus efectivos e infraestructuras en las
proximidades de este Estado y su posterior crecimiento”.
3-Sin embargo, los principios del uso combativo de
las Fuerzas Armadas, y especialmente del arsenal atómico, permanecen
invariables, pero ahora incluyen la noción de disuasión no nuclear, que implica
un alto grado de disposición combativa de las tropas de propósito general.
En lo
fundamental Rusia sigue aplicando en cuanto al armamento nuclear lo que fuera
política de la extinta Unión Soviética, es decir, nunca serán los primeros e
utilizar contra nadie estas armas.
La otra noticia, de que Rusia pedirá (supongo que
ante algún organismo de la ONU) que se
realice una investigación de los bombardeos atómicos realizados por USA sobre
ciudades japonesas al finalizar la segunda guerra mundial, viene a agregar un
nuevo ingrediente que agitará las aguas.
Seguramente EEUU contraatacará con acusaciones de
los crímenes del “stalinismo”, como es el discurso favorito del imperialismo,
pero sin embargo esto no deja de significar el retorno de la discusión a temas
muy importantes dejados pendientes en aras de la luna de miel de la era post
soviética. Se acabaron los paños tibios, el
tiempo de decir la verdad ha llegado. Las bombas sobre Hiroshima y
Nagasaki fueron un crimen de lesa
humanidad y estos nunca prescriben.
Para algunos, retornó la guerra fría; para mí, esta
nunca acabó y decir que lo hizo ha sido una de las más grandes mentiras
difundidas por los medios de la manipulación informativa (http://www.facebook.com/l.php?u=http%3A%2F%2Fregistroeducativoelectrnico.blogspot.com%2F2013%2F04%2Ftermino-la-guerra-fri.html&h=EAQFy162l).
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