sábado, 21 de diciembre de 2024

Argentina: Convivencia infecta

Se acercan las tradicionales fiestas de fin de año y la mayoría sabe de antemano que estas serán las peores festividades en décadas, sus mesas estarán vacías y no tendrán ningún motivo para brindar. 

Roberto Utrero Guerra / Especial para Con Nuestra América
Desde Mendoza, Argentina

Si en algo se caracteriza la distopía mileica es en la alteración de las relaciones interpersonales de todo tipo, alteradas por la presión extrema impuesta por las consecuencias del mayor ajuste económico de la historia de la humanidad aplicada en Argentina, como política modélica a nivel mundial. Un experimento tan macabro - al que muchos pretenden ignorar o por su jovialidad descartan sus efectos patológicos sobre sobre la salud integral de las personas - ha perjudicado todas las relaciones humanas. 
 
El propio gobierno no ha sido ajeno a este fenómeno, situación que ha provocado el desplazamiento de decenas de funcionarios de primer nivel, hasta la Canciller Diana Mondino, salió eyectada este primer año de gestión. 
 
Pero tal vez, donde más se ha puesto en evidencia es en la tensa relación que mantienen el presidente Javier Milei y la vice presidenta Victoria Villarruel, quien jamás lo ha relevado en el cargo a pesar de los múltiples viajes al exterior y la cantidad de días en los que se ausentó, como su reciente estancia en Roma, contraviniendo lo establecido en la Constitución Nacional respecto del Poder Ejecutivo. Pero... como hemos manifestado desde que asumió el presidente libertario, su personalidad díscola lo arrastra a la tiranía, cuestión que ya le ha costado un pedido de juicio político presentado por el prestigioso constitucionalista, Eduardo Barcesat en la Cámara de Diputados, en el marco de la campaña instrumentada por el primer mandatario para destruir el Estado, resquebrajar el andamiaje jurídico instituido por los partidos políticos y violentar el andamiaje normativo de la Constitución Nacional, presentado originalmente bajo el Expediente 0031-P-2024. Esto lleva la firma de Adolfo Pérez Esquivel, Alicia Castro, Eduardo Barcesat, Carlos Rozanski, Taty Almeida, Claudio Lozano, Jorge Elbaum, Dora Barrancos, Héctor Recalde, Hugo Ernesto Godoy, Ricardo Peidro, Eduardo Freiler, Liliana Hendel, Atilio Boron, Jonatan Baldiviezo, María Eva Koutsovitis, entre otros, quienes solicitaron con fecha, 25 de junio de 2024 a la Comisión de Juicio político abocarse en forma perentoria a su tratamiento ante el peligro que se cierne sobre La Paz social y la convivencia democrática. Cuestión que dado el tiempo transcurrido se ha ido agravando mucho más desde la creación del ministerio de Desregulación del Estado conducido por Federico Sturzenneger. Pero el juicio está pendiente y varios en la Justicia comienzan a sentirse incómodos en su silencio complaciente.
 
Además, en vista de las elecciones del próximo año, todas las fracciones políticas se encuentran divididas con sus principales conductores enfrentados entre sí. No es nuevo, como en otras épocas de la historia, donde un momento convulso y oscuro, incoa una connivencia infecta; un ambiente en que las personas extraen lo peor de sí, ratificando ese antiguo pensamiento si la cabeza es perversa, quienes están debajo, también repiten ese comportamiento infecto.
 
Hace dos semanas leí un artículo de Lila María Feldman, titulado: Luces y sombras, donde hacía referencia a un libro de Ana Berezin, titulado La crueldad. La oscuridad en los ojos, del que me he permitido reproducir un párrafo: “La crueldad no pertenece, ha escrito Ana, al campo de la psicopatología, pero tampoco al campo de una ‘normalidad’ resignada. No nos condenamos a estereotiparla ni a que nos colonice, desde afuera no desde adentro de nuestros confines colectivos y singulares. No somos esclavos de la naturaleza ni del instinto pero tampoco de nuestra condición. Nuestra condición no nos reclama obediencia, sí nos enfrenta a tener que trabajar con ella. La crueldad no es principio ni fin de la historia, no es tampoco inevitable, la ética que hemos forjado mujeres y hombres es precisamente, entre otras cosas, el trabajo interminable de revisarla”[1].
 
La perversidad entronizada por los dirigentes y militantes libertarios, comienza a ser blanco de la crítica de muchos observadores que advierten la gravedad que acompaña a estas exhortaciones al odio, a la burla de los opositores o quienes padecen o sufren sus políticas. 
La batalla cultural que pretenden desarrollar es devastadora, como lo han ido sintiendo muchos de aquellos entusiastas que votaron el cambio propuesto en la campaña presidencial.
 
Se acercan las tradicionales fiestas de fin de año y la mayoría sabe de antemano que estas serán las peores festividades en décadas, sus mesas estarán vacías y no tendrán ningún motivo para brindar. Ante esa pésima expectativa, se llega agobiado, con un nivel de fatiga descontrolado, un cansancio en los huesos y una carga mental y un desánimo descomunal. Imposible de soportar...
 
Un año de represiones a quienes se manifestaron en las calles; un protocolo rígido que no respetó a los ancianos ni a los niños, como tampoco a muchos desempleados que salían a reclamar por quedar en la intemperie. Todo junto en un año en el que cada día y semana traía una noticia nefasta. Una fiesta sólo celebrada por unos pocos ganadores, más ricos que famosos, parapetados en paraísos fiscales con todo a su favor. Es más, parte de lo aprobado en el Congreso tuvo un precio que reactualizó la banelco en tiempos de De la Rúa, previa crisis de diciembre de 2001. Para que vamos a seguir hablando del senador Eduardo Kueider y su dinero rumbo al Paraguay. 
 
Por si las moscas, para no pecar de pesimismo y no sumarnos a la euforia del presidente, expresada hoy viernes 20 de diciembre en Tucumán al conocerse la baja de la pobreza para el tercer trimestre de 2024, según los datos de la Encuesta Permanente de Hogares EPH conocida ayer: 38,9 frente a los valores con los que comenzó la gestión. Sin embargo, el coeficiente de Gini se mantiene alto 0,432 y el 3% de la población concentra el 33% de la riqueza, el 67% restante se distribuye también en forma regresiva hacia la base de la pirámide. Datos duros que haciendo una lectura crítica no hace más que exponer la gravedad de una situación inédita similar a la dejada por la última dictadura. Reitero lo expuesto precedentemente, pocos celebran y festejan el gobierno libertario, el resto más que andar de capa caída, no se puede la osamenta ni la envoltura.
 
En estas condiciones, no hay cuerpo que aguante y es precisamente el cuerpo, el que nos va dando señales, generándonos noches de insomnio en las que no puede recuperarse porque la mente vuela, acechada como la presa de un cazador. No hay remedios y todo aquel entramado de instituciones que hacía posible la gestión pública de la salud se fue desmoronando, asfixiadas por la ausencia de recursos de toda índole desde insumos médicos, mantenimiento de las instalaciones o bajos salarios de su personal el que, en el mejor de los casos, sale a buscar nuevos horizontes al exterior. 
 
Agobio y ansiedad son las palabras más mencionadas en las salas de espera o en las charlas a la salida de una escuela, o en donde la gente distraída confiesa sus males al que está a su lado en la parada de un colectivo. Estamos metidos en un hoyo del que no podemos salir; paralizados y con el agua al cuello, la desesperación nos hunde más...
 
Que haya bajado el índice de inflación no es una noticia que nos alegre si no tenemos dinero en los bolsillos. Por más que intentemos poner al mal tiempo buena cara, el chispazo es momentáneo, porque nuevamente el entorno real nos abraza ominosamente. Aunque se intente no ser agorero, con tanta malaria, siempre hay alguien que te pincha el globo.
 
No estamos en paz, con los vecinos, por el contrario, hemos generado conflictos con Brasil, Bolivia, Chile y tenemos problemas diplomáticos con Venezuela. A los dos primeros los tildó de “comunistas” el presidente Javier Milei, mientras que en estos días, el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, el endeudador serial que hoy viernes volvió a recurrir al Fondo Monetario Internacional para solicitar otro préstamo entre diez y quince mil millones de dólares para hacer frente a los pagos del mismo organismo para el año 2026, tildó de “comunista” al mandatario chileno, Gabriel Boric, quien olímpicamente dijo que los presidentes de ambos países, aludiendo a él mismo y su par argentino, pasarán, pero los pueblos hermanos de ambos lados de la cordillera que comparten 5.000 kms de frontera, seguirán siendo hermanos. Además, tampoco vamos a recordar que los actuales funcionarios libertarios siempre se miraron en el espejo trasandino como el más exitoso desde la dictadura de Augusto Pinochet en adelante. 
 
Permanentemente hacemos referencia al rol de las microhistorias en el contexto de la Historia. No podemos olvidar que las partes hacen al todo y cada una de esas partes, es un universo en sí mismo. Sabemos también que la solidaridad de los de abajo se multiplica y saca recursos donde no los hay para ayudar a los demás. Hay un entramado silencioso en lo más profundo de este contradictorio y querido país que lo saca a flote a pesar de los esfuerzos de los poderosos de siempre y los cipayos locales, (vaya término antiguo al que apelo para nombrar a quienes luchan por los intereses del imperio, como lo hacían los hindúes en épocas victorianas) como lo ha hecho desde la Década infame de los treinta del siglo pasado, las sucesivas dictaduras y los distintos neoliberalismos aplicados en Argentina, dejando un saldo horroroso de víctimas en el camino y un piso mayor de pobres estructurales. Piso de pobreza que quieren borrar con su sonrisa los actuales gerentes impuestos por las circunstancias postpandémicas y el fracaso del progresismo. 
 
Pero no nos engañemos, hay una tremenda desindustrialización, incluso en áreas en las que éramos exportadores de técnología, como en la nuclear - hasta desconocida por el presidente al momento de dar su discurso del primer año de mandato - o en la satelital, por no mencionar otras áreas donde nuestro nivel de desarrollo científico se destaca a nivel internacional. Nuestra cultura, nuestros artistas y escritores, el cine nacional con tantos premios que aquilatan su extensa trayectoria, no comparten el mundo mercantil que exponen con tanto desparpajo los exitosos libertarios. 
 
La vida no es mercancía, como tampoco lo es el trabajo humano, cuya alienación y plusvalía debemos a la mirada filosófica de Carlos Marx. Las asociaciones gremiales, las cooperativas y mutuales surgieron como respuesta temprana a la explotación de la revolución industrial que pusieron a rodar la cuestión social a mediados del siglo XIX. La unión fraternal fue la respuesta arrolladora a aquellas miserias y lo seguirá siendo en nuestros días. ¡Viva la humanidad, Carajo! 


[1] Lila María Feldman, Luces y sombras, Página 12, 4 de diciembre de 2024.

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