sábado, 28 de agosto de 2021

Con la mochila al hombro. Cartas desde la cárcel de Matamoros de la más alta seguridad (XXXI)

 Con Nuestra América se une al clamor nacional e internacional por un proceso debido al Comandante César Montes, por el respeto a sus derechos humanos y constitucionales y por su seguridad sanitaria; por eso, semanalmente compartiremos páginas de su diario “Con la mochila al hombro. Cartas desde la cárcel”.

Con esta entrega  XXXI reiniciamos la publicación de los escritos del Comandante César Montes que habíamos venido haciendo. La interrupción de las comunicaciones con el Comandante y su traslado a la cárcel ubicada en el Cuartel Mariscal Zavala a partir del 21 de agosto de 2021 explican el receso que hemos tenido.

Carlos Figueroa Ibarra.

 

7 de julio de 2021.

 

 

Madrugar, hacer ejercicio, comer granola, miel y frutas a las 5 a.m. como  la disciplina lo ordena. Luego esperar en mi litera en la penumbra a que abran la pesada puerta de láminas reforzadas, hasta las 9. Tiempo que sirve para la reflexión, algunas posiciones de yoga y recordar sueños.

 

Desperté de uno de mis sueños recurrentes: La aldea que está apoyándome en resistencia. construida en laderas de la Sierra, estaba siendo reconstruida en sus escarpadas calles y construyendo drenajes. Muchos soldados con uniforme oscuro marchan en las calles de abajo.  Yo me encuentro en las calles de arriba desde donde veo a un joven que es el alcalde, para mi sorpresa. Su padre que trabajó conmigo en el Ministerio de Agricultura, hombre de la tercera edad, es quien informa que estoy en la aldea y argumenta que no importa que se sepa. Que es mejor para que no ignoren a la comunidad y sus necesidades. Me sobresalta el sueño. Sigo en peligro de muerte aún en los sueños. Ni ahí reposa mi alma, pero sigo con la moral en alto. 

 

Los calambres amanecen acompañándome, a pesar de los plátanos cocidos que consumo a diario. 

 

Noticias.

 

Siguen creciendo las exigencias para la renuncia del Presidente incapaz, corrupto, irascible. Ahora ya son diez a quienes se les pide la renuncia. Han convocado a manifestaciones para quitar a este Gobierno de delincuentes. La declaración del embajador ruso deja al descubierto más aún al gobernante como descarado corrupto y  poco inteligente. Estar mencionando al gobierno ruso fue una cortina de humo. Otra cortina de humo que están usando es la amenaza de cerrar el país. La pandemia conspira con las manifestaciones del sábado y la del domingo. Esperamos que aunque no sea numerosa sí sea representativa de diferentes sectores.

 

8 de julio de 2021.

 

Gracias a los sueños de anoche mis alas de colibrí me llevan a San Lorenzo de Mármol y Santa Rosalía de Mármol al año 1964. Venía bajando de San Lorenzo con treinta guerrilleros más. Era una mañana agradable cuando la neblina apenas se levantaba. La marcha se detuvo, fui a ver qué pasaba, era una jovencita quinceañera de piel rosada, ojos claros, pelo castaño claro, muy bella. Cargaba una pesada cesta de pan recién hecho y oloroso. Dijo que subía para San Lorenzo a venderlo. Pregunté cuánto valía todo lo que llevaba, lo compré. Cada guerrillero pasó a llevar aquel manjar de la Sierra de las Minas. Conversé con ella agradablemente, me dijo dónde estaba su casa, el nombre de sus padres, me invitó a ir.  Fuimos para poder comprar en el futuro. Tenía otras hermanas también bellas. Se llamaba Sonia, nunca le dije que me gustaba, lo cual era obvio. 

 

En el año 1998 o 1999 subí después de muchos años a Santa Rosalía. Nos dijeron que una señora Sonia vendía almuerzos y que ella quería saludarme. Al llegar me presentó a su esposo y al presentármelo le dijo: “él fue mi primer amor”. Desconcertado miré qué reacción tenía su alto y fornido marido, quien al ver mi azoro dijo “No tenga pena, ya lo sabía Comandante. Pero usted se fue y yo logré la florecita de esta aldea. Tenemos 45 años de casados y ningún secreto”. Sorprendido de tal madurez y franqueza, fui muy amigo de la pareja y sus hijos. Cinco años después, fui el invitado de honor al cumplir 50 años de casados. Él me pidió una foto con esa bella pareja y al fondo el rótulo anunciaba que eran 50 años de felicidad, que celebraban con sus hijos, nietos y bisnietos. Eran ejemplo de conducta en la aldea. 

 

Luego de revivir esos recuerdos volví a mi condición de preso político de un gobierno incapaz que presenta mi prisión como uno de los pocos éxitos de su gestión. 

 

Un día más en este infierno.

 

9 de julio 2021.

 

Hoy recibimos diplomas del curso de resiliencia impartido durante seis meses por la psicóloga. Vino la coordinadora del área, Dulce de nombre y carácter, apreciada por los que recibieron atención de ella en años anteriores. “La mejor psicóloga del sistema”, afirmaron los privados de la libertad a quienes ella les impartió cursos anteriores. El acto fue sencillo y agradable. Luego lo que llaman refrigerio: pan con pasta de pollo, pastel de chocolate, galletas, naturalmente muuucha Coca Cola. Me sorprenden los consumos tan grandes de ese refresco nocivo.

 

Anoche hubo alerta de requisa y sólo tensó los nervios y no se produjo. Dos presos en aislamiento se pelearon ahora uno de ellos pide traslado a Mariscal y el otro se queja para lograr que lo hagan. Sorprende que Gustavo Alejos,[1]saliera libre con tantos casos en su contra, no menos de cuatro. Aquí todo se arregla con unos dólares más.  Para los abogados aquí detenidos esa noticia fue muy mala. No estaban para bromas, su estancia aparentemente se prolongará.

 

Varios privados de libertad me sugieren que pida traslado al penal del Cuartel Mariscal Zavala. A veces mi paranoia me traiciona y pienso que como ahí hay muchos militares presos no me conviene o que es una “coincidencia” que varios privados de la libertad del módulo donde estoy respondan a mis enemigos políticos. No tengo decidido qué hacer. No sé a qué podría enfrentarme allá. Aquí ya sé a quiénes tengo en contra, quiénes son los que no toman partido y si acaso  tenga algún aliado.

 

Nuevamente al terminar las visitas, se establecieron dos mesas de jugadores de póker para distraerse del hastío de lo mismo cada día.  Sorprendentemente, el licenciado Soto fue trasladado al Centro Penitenciario del Cuartel Mariscal Zavala.[2] Dicen que es una cárcel VIP. Le deseamos lo mejor en su nueva ubicación.

 

10 de julio de 2021.

 

Se autorizó la entrada de niños, hijos de los reclusos, fue emocionante porque habían pasado mucho tiempo sin verlos. El encuentro se llenó de lágrimas de padres e hijos. Algunos que van extraditados no saben cuánto tiempo pasarán detenidos, por eso la angustia y la incertidumbre se suma al dolor de su pronta partida. 

 

Los lunes llega Jessica Beatriz Palma Rubio, es no vidente desde los 11 años del ojo izquierdo, y a los 12 del otro. A las tres semanas de estar en el hospital le descubrieron oncocercosis, creen que era herpes viral, y que fue la medicina experimental que le hizo  perder el otro ojo. Estuvo cuatro meses en Miami en un hospital y regresó sin ver. Su madre le enseñó a valerse por sí misma. Además recibió un curso de rehabilitación (coser, cocinar, hacer la cama, usar el bastón, braille). Para mí es una muestra de una mujer que pese a ser no vidente consiguió trabajo para enseñar en las granjas y cuarteles la elaboración de perfumes. Es un ejemplo para todos los presos. La admiran y la quieren. Camina casi un kilómetro para llegar a nuestro módulo e instruirnos en actividades que servirán para la reinserción social al salir libres. Se mueve con gran facilidad en las áreas donde trabaja con nosotros.

 

Me sorprende como usa sus equipos de perfumería, muchos frascos idénticos pero que ella identifica sin equivocaciones, balanzas que dicen cuántas onzas pesa cada recipiente, termómetro que dice la temperatura. Muchos con la visión completa no se mueven con tanta eficacia. 

 

Ella nos enseña otra forma de ver la vida y superar las dificultades y carencias de uno de los principales sentidos. Su esposo también es no vidente. Tienen un hijo que los mira seguramente con admiración, además de amor y ternura.

 

Sueños: soñé que estaba libre, pero salí con herpes de la prisión. 

 

Un guardia me dijo que soñaba con una parcela de tierra y se atrevió a pedirme que lo ayudara a conseguirla. Lo haré con gusto.

 

11 de julio de 2021

 

Se alegró la prisión con la visita de más niños. Fue un día de alegría. Recordé una pared en la entrada de Amatitlán que tiene un rótulo “sin envidias, alegrémonos del bien ajeno”. A todos nos dio alegría.

 

Recibí encomienda que trajo Elvira a quien no dejaron entrar, aunque los guardias lo niegan y dicen que ella no quiso pues sólo pidió me hicieran llegar alimentos deliciosos y un pastel. Saborear un jugo de mandarina es una exquisitez. Más me hubiera gustado su presencia aun cuando no trajera nada. Sigo siendo “ruso” sin remedio. Pero nada de eso me arredra. La moral revolucionaria siempre está alta. Debe estarlo, si no, no es revolucionaria.

Siguen comentarios sobre el asesinato de Stalin Ramazzini, un muchacho que denunció, previo a su muerte, que no dudamos que había ordenado el presidente Giammattei y su ejecutor Gendry Reyes, Ministro de Gobernación.

 

Varias publicaciones en redes sociales afirman: Gendry Reyes, ASESINO. En México y otros países fue noticia ese asesinato, seguramente quedará impune porque la corrupción protege a sus hijos fieles.

 

La situación a pesar de la pandemia o gracias a ella, se ha tornado irresoluble. Seguramente no va a poder el corrupto gobernante cerrar el país, porque los 48 cantones combativos de Totonicapán le hicieron saber que cerrarán las carreteras y con ello paralizan la ruta Interamericana y el Occidente del país.[3] A ellos, se unen normalmente los del departamento vecino de Sololá.

 

Los asesinatos de conductores de camiones suceden casi cada día, como forma de presionar a las empresas donde trabajan para que paguen extorsión. Los feminicidios están al alza. La vacunación es la más baja en la región, las muertes por Covid-19, están en ascenso muy acelerado y no hay vacunas para prevenir contagios. La desaparición de niños es escandalosa. El crecimiento de la población reclusa es una espiral que nunca termina. 

¡Ah, pero eso sí! el comentario es la preocupación por Cuba como si aquí no tuviesen suficientes problemas.

 

13 de julio de 2021.

 

Otra semana más en la cárcel. Dice el “Catracho”: “ya me siento más viejo”.  Tiene apenas tres meses, es el instructor de peluquería.[4]  Fracasé en tres intentos de "rasurar" un globo, ya no tengo habilidad para la motora fina. Son los años, me dijo alguien. 

Asisto para apoyar el programa laboral de actividades intramuros. Así apoyo a la coordinadora Karen y al “Catracho”.

 

Se han descompuesto las estufas, aporté Q.300 para una nueva; me quedé sin dinero en consecuencia. Así es la vida en prisión. Nada pone el Sistema Penitenciario, todo lo deben poner los presos. No puedo esperar a que los otros aporten. Lo hago con gusto, comprar algo para los 14 es una satisfacción, no importa que algunos no lo agradezcan y finjan no estar enterados.

 

Hay gran torneo de fútbol sala o rapi fútbol, los guardias penitenciarios contra los módulos “A” y “B”. Finalistas: quedaron módulos “A” y “B”, el trofeo mide un metro, es gracias a los guardias que ansiaban ganarlo.

 

A las 3 pm me quedé de nuevo sin visión del ojo izquierdo, estuve media hora con el ojo cerrado y una toalla húmeda, y a los 45 minutos recobré la visión.  ¿Cuál es el origen de eso? ya son varias veces que me ocurre y nadie lo ha podido determinar, me preocupa mucho el deterioro por la edad.

 

De seguir así, hija, saldré ciego o al menos tuerto, si es que salgo con vida de este infierno. Aún recuerdo hija cuando desfilamos juntos tú, yo, los militares ex kaibiles que nos combatieron y más de cien miembros de los Batallones de la Paz y la dignidad de los pueblos originarios.

 

Eso hija es lo que no nos perdonan.  Sigo pensando en ti, hija linda.

 

14 de julio de 2021.

 

Supe por un Guardia que vive en cambio, hay un puente sobre el Polochic para ir a lo que se llamaba Jolón Jix donde compramos unas tierras para crear Crucero Kaquija una cooperativa que producía café, cardamomo y cacao. Se convirtió en un ejemplo de rentabilidad por sus productos de agroexportación. Me he sentido orgulloso porque sacamos de la pobreza a casi mil familias. Allí me recibían con honores, bombas, cohetes, la tradicional comida de pavo: kak’ik. Y obsequiaban orquídeas de la sierra, de las más bellas.

 

El expresidente Serrano Elías hablo por un video mencionando a su amigo César Montes que está preso injustamente. Dijo que yo luché por el bien de Guatemala. Es un reconocimiento que agradezco viniendo de él. Hay gente que reconoce nuestro legado. Otros que antes se llenaban de orgullo diciendo que eran mis amigos y ni una sola palabra de apoyo o de condena ante mi injusta detención. Pero las declaraciones y apoyo internacional crecen.

 

Recuerdo nítidamente cuando nos reunimos con un general y varios otros militares en Panamá buscando la reconciliación nacional. Montaron una campaña de desprestigio no sólo al proyecto sino a la persona de Serrano. Varios de los exmilitares eran G-2[5] que conspiraron contra la reconciliación entre militares y guerrilleros. Muchos representantes de sectores viajaron con gastos pagados a Panamá. Oportunistamente viajaron, sólo querían meter la mano en el bolsillo de Jorge Serrano y conseguir generosos cheques en dólares. De aquella experiencia mi amistad con Serrano fue lo más satisfactorio que obtuve. 

 

Aparte de eso mucha publicidad en mi contra. Propaganda mala o buena es propaganda. Aún recuerdo cuando marcharon dos batallones de la  Fundación Turcios Lima junto a una decena de militares.

 

15 de julio de 2021.

 

Hoy terminé de redactar mi testimonio. Me siento satisfecho. Habrá que revisarlo, el estilo, la ortografía, ponerle fechas, la talacha de último paso. Escrito desde la cárcel, sin esperanza de salir libre porque se trata de una venganza política, creo que lo he redactado con una gran sinceridad. Con rigor de exactitud confesando esperanzas frustradas y pequeñas muestras de resistencia digna a pesar de estar esposado todo el tiempo y sin darme de comer, solo frente a quince marinos quienes al acercarme a ellos se alejaban apuntándome con temor, por las mentiras y exageraciones que seguramente les dieron como instrucciones. Haberme reído en su cara por las mentiras –me fue muy agradable– y justificaciones que dijeron para limitar mis reacciones de molestia e indignación.

 

Frente a más de una decena de militares aún pude desafiar sus armas y uniformes, ambos símbolos del poder. Mi fuerza, energía y coraje al confrontarlos nació de saber que tenía la razón y la legalidad de mi parte y ellos saber que cometían una ilegalidad, sin más razón que de ser mercenarios, sicarios, comprados por unos dólares más. 

 

Reconstruir mi memoria y escribirlo fue un desahogo, una catarsis necesaria.

 

Hijas e hijos: me he comportado dignamente, no tienen por qué sentir vergüenza de su padre. Espero haberme ganado el orgullo de ser mis hijos. Si no fuera así me sentiría derrotado. Sigo con paso firme y moral alta, actuando aún en la cárcel con el ejemplo de Mandela, Pepe Mújica y muchos otros presos políticos que me precedieron.

 

Sigo con paso de vencedor porque no han podido apresar mi espíritu libertario.

 

16 de julio de 2021.

 

Entrevistado por la licenciada en Trabajo Social  Kiriam Barrios,  en mi “calidad” de persona de la tercera edad. Graduada de Mariano Gálvez, es joven y su primer trabajo en el Sistema Penitenciario.

 

Hoy mi amigo Gabriel capturó en el aire a una ardilla y la metieron en un tonel. La discusión es si se la comen o la guardan como mascota. Otro privado de la libertad. El día anterior hubo un conversatorio entre el “Parcero”, el ex-rector y el ex-presidente del Colegio de Abogados. Fue agradable y a todos nos despejó la mente. La idea que me propuso el “Parcero” fue tener conversatorios diarios de una hora, sobre temas de actualidad nacional e internacional.  Para así despejarnos gratamente como el jueves pasado.

 

Confío que ahora tendremos una hora constructiva.

 

Mis más sentidas condolencias a la familia, a Teculutan, a Zacapa y a Guatemala por el fallecimiento de Marcial Castañeda, ex alcalde de Teculutan y merecedor de nuestro respeto y de admiración.

 

17 de julio de 2021.

 

Las noches y los sueños.

 

Soñé con Clemencia Paiz Cárcamo, mi primera esposa, muerta en combate heroicamente. Estábamos en la calle, tenía permiso de volver a prisión a las 6 pm y en la calle habíamos encontrado a varios amigos. Uno de ellos se ofreció a llevarme de regreso a la cárcel. Seguía haciendo otras cosas, casi eran las 18:00 y no encontraba el lugar que mi amigo dijo que pasaría por mí. Lo había olvidado y me desperté angustiado.

 

Anteriormente, soñé que tenía crianza de conejos y que habíamos encontrado un zorro joven. Nos preocupamos, seguramente se comería a los conejos. El zorrito era bello y dudábamos qué hacer con él, si quedárnoslo o regalarlo.

 

Otro sueño fue que en la casa donde estaba vi un alacrán gigantesco y lo traté de matar con una escoba y no pude. Le dije a Clemencia que  podía picar a la niña. En ese momento llegó una pareja humilde preguntando cosas y metiéndose a la casa. Nos dimos cuenta de que estaban investigando si yo estaba ahí. Pudimos evitar que nos viera, pero como me estaba escondiendo, debimos salir de ahí cuidando que no nos vieran.

 

Ahora duermo dos horas, me levanto al sanitario, luego otras dos horas y nueva levantada, otro sueño de dos horas y nuevamente al baño. Así todas las noches. Supongo que son cosas de la edad. Quizás o seguramente, cosas de la cárcel, consecuencia de ella. 

 

Otra noche más en este infierno.

 

Este día se hizo una fiesta para todos los niños con pasteles, aguas de frutas, dulces, globos, muchos globos que ellos estallaban con gusto.

 

18 de julio de 2021.

 

Las vocecitas de los niños cambian el ambiente, llenan de luz y de color la cárcel. Aún sobraron muchos globos que los niños de hoy tomaron para jugar. Sus risas fueron bálsamo para los dolores de espíritu que la cárcel genera en los reclusos. Ver niños, escucharlos hablar, reír, verlos correr es un gusto, aunque los niños sean ajenos. Da gusto ver la satisfacción en el rostro de los padres.

 

“Sin envidias, alegrémonos del bien ajeno”, es el rótulo de una pared en Amatitlán, cerca de la estación gasolinera “Asiole”, nombre al revés de su propietaria Eloísa. 

 

Me invitaron a jugar “wicha” con un dado que rige cuántos cuadros se avanza. Tuve la impresión de que quieren enseñarme y que al entusiasmarme apueste dinero y ahí desplumarme. Es otra imagen errónea que algunos tienen de mí: que tengo mucho dinero o al menos muchos amigos con dinero. Si bien lo segundo puede ser cierto, no están para regalármelo, ni les pediría. No he sido limosnero ni lo seré aún en las peores circunstancias.

 

Escuché historias patéticas de algunos reos. Carlos el nuevo detenido relató cómo viajó ilegal al norte (USA), llevó a su esposa y su sobrino a su casa. A este último lo encontró con su esposa, los echó a ambos. 

 

Otro día volvió el sobrino a amenazarlo de muerte. En defensa propia le propinó un golpe penetrante en la pierna (seguramente perforó la femoral). En el tratamiento médico posterior, le amputaron la pierna. Por esa razón regresó al país. Se dedicó a comprar terrenos y sembrar limones.

 

Su propio hermano lo agredió con un machetazo en la parte parietal izquierda quedando como secuela parálisis de medio cuerpo (hemiplejía). Seguramente de acuerdo con su sobrino, sufrió esa agresión que en otros casos ha sido mortal. Cree firmemente que Dios impidió su muerte para poder aclarar todo lo que se le acusa. Confía en Dios que ahora que va a ser extraditado todo se aclare.

 

No vino mi visita. Sigo siendo “ruso”. Campeón de la Rusia.

 

19 de julio de 2021.

 

La noche del 16 de julio tuve un sueño: Soñé que la partida de póker se había calentado. Sobre la mesa habían más de 20 mil quetzales. Todos los policías y muchos de los presos miraban tensos como había venido ganando, perdiendo, volviendo a ganar. Tenía una mano de dos reyes y una volteada. El otro, esperaba con un par de nueves a que le llegara el tercero. Nunca se había llegado a un pozo (acumulado) de esa cantidad. Quizá el orgullo lo llevó a pagar por ver 5 mil quetzales más, y tuvo que ir a traer a su módulo y pedir prestado a unos amigos suyos. Al voltear mi carta y la suya ambos teníamos una pareja y la suya era menor. 

 

Se había terminado el día, y al levantarme, di apoyo a los de un módulo para comprar churrascos para todos los presos. A los guardias también para un buen almuerzo. A algunos amigos les tocaron de 200 a 400 quetzales. Sentí gran satisfacción de otras donaciones de 500 quetzales (ser generoso ha sido parte de mí) gané en buena lid. Tener esa tarde tanto dinero a la vista de tantos, me dio espacio para una satisfacción interna como esta.

 

Fue la jugada más grande del año y dudo que otra igual se repita. 

 

Dormí profundamente por eso soñé tan agradable.

 

Este no fue otro día más, fue un día muy especial, para mí un día de suerte, de éxito. Para el resto un espectáculo que no se había visto en este centro carcelario. Por cierto, nunca he jugado cartas, ni menos por dinero. Sólo en prisión he visto jugar todos los días como necesidad de recreación.  Una noche más en la prisión. En una que mide 30 pasos de la entrada al final, hacinando a cincuenta presos.



[1] Gustavo Alejos Cámbara fue Secretario de la Presidencia durante el gobierno de Álvaro Colom Caballeros (2008-2012). Acusado de tráfico de influencias fue encarcelado hasta el 9 de julio  de 2021 cuando  una Juez declaró caso de clausura provisional por uno de los casos de corrupción lavado de dinero del cual se le acusa.

[2] Se    trata del abogado Juan Salvador Soto Hernández, presidente del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala, acusado de participar en una red que se organizó para impulsar la postulación de abogados para magistrados de Apelaciones y de la Corte Suprema de Justicia (CSJ)

[3] Organización indígena que agrupa a los alcaldes comunales y a los 48 cantones del departamento de Totonicapán.

[4] Catracho es el nombre coloquial que se le da a los hondureños.

[5] Sección de inteligencia del ejército de Guatemala.

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